Rafael Nadal no va más en la Laver Cup. Lo anunció este viernes por la noche, tras el último partido de Roger Federer. “No voy a jugar, para saber si me voy o no, necesito volver a la habitación y pensarlo bien. Ahí tengo que decidir, tengo un conflicto interno bastante importante y ahora mismo no puedo contestar porque se me hace difícil”, declaró horas antes de su salida de Londres.

El manacorense debía jugar su partido de singles este sábado. De acuerdo con el reglamento de la Laver Cup, los tenistas disputan un partido individual en una de las primera jornadas. Sin embargo, fue él mismo quien informó que no competería y este sábado partió rumbo a su país.

“Están siendo semanas complicadas. Llevo muchos días durmiendo pocas horas y con un estrés difícil de gestionar al ser distinto al que estoy acostumbrado en mi carrera profesional”, dijo el tenista de 36 años.

Emotiva velada

Esta vez el español no era el protagonista. Los flashes estaban con el suizo. Su último partido como profesional era el notición de la semana. Por eso, tras caer en el dobles de la Laver Cup, frente a Jack Sock y Francis Tiafoe, el notable deportista rompió en llanto, mientras los presentes se abalanzaban sobre él. En un segundo plano, emocionado, se veía a Rafa Nadal, su rival de siempre y compañero en la emotiva jornada.

“Ha sido un día maravilloso, estoy feliz, no estoy triste. Es genial estar aquí. He disfrutado atarme los cordones una vez más, todo ha sido la última vez. No he sentido el estrés al estar rodeado de mi familia y la gente que me quiere. El partido ha sido genial, jugar con Rafa en el mismo equipo, tener a estas leyendas conmigo... Es impresionante”, fue parte del discurso ofrecido por Federer.

Por su parte, el hispano habló con la prensa instantes después. “Soy una persona muy sensible y no tengo ninguna preocupación con mostrar mis sentimientos y llorar. A veces, es bueno porque liberas toda la emoción que llevas dentro, necesitas soltarlo (...) Seguro que con Roger vamos a seguir compartiendo muchas cosas y estoy convencido de que volveremos a jugar a tenis en una pista”, aseveró.

“El partido tenía poca importancia. Siendo honestos. Lo único que realmente importaba era el significado, que al final dos personas que han sido rivales durante mucho tiempo terminen jugando juntos. El último duelo de la carrera de uno de los personajes más importantes de la historia del deporte. Y en ese sentido, el mensaje creo que es positivo para el mundo en general. Se puede ser rival y a la vez tener una relación personal estrecha”, agregó.

Otro de los presentes en la jornada fue Novak Djokovic. Al big three se le vio compartir muy estrechamente en la despedida de Federer. Al final del primer set, el serbio se acercó a sus eternos rivales para darles consejos. Una imagen que da la vuelta al mundo y que Nadal asegura es motivo de orgullo: “Son muchos años conviviendo juntos. Con Roger la relación personal es un poquito más especial, pero también es verdad que con Novak siempre ha sido fluida. Nunca hemos tenido problemas y eso es algo de lo que estar orgullosos los tres”.

A sus 36 años, el nacido en Manacor visualiza su retiro. Sostiene que imagina un escenario similar al de este viernes, sin embargo, tampoco se precipita en los tiempos. “Ojalá sea en la pista y con este tono festivo. Pero no estoy en ese momento aún. Estuve cerca este año, no los voy a engañar. Durante Roland Garros pensaba que podía ser que mi último torneo (...) Cuando imaginas ese momento hay algo que ya no está funcionando en tu día a día, y ahora lo que quiero, lo que me gustaría, es poder recuperar un poquito la normalidad durante el siguiente mes”, afirma.

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