El Abierto de Australia ya tiene definidos a los finalistas del cuadro masculino. Rafael Nadal (5° del ranking ATP) y Daniil Medvedev (2°) se enfrentarán por el título del primer grand slam del año.
Con esto, el tenista español tendrá la posibilidad de pelear por su 21° título grande. Este cupo lo consiguió después de superar en las semifinales al italiano Matteo Berrettini (7°) en cuatro sets de 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3.
Así, el manacorí jugará su sexta final en Melbourne en busca de su segundo título tras el conseguido en 2009 después de imponerse al romano en casi tres horas de encuentro.
Por el el otro lado del cuadro aparece el ruso Daniil Medvedev quien consiguió el otro cupo en la final tras superar en cerca de dos horas y media al griego Stefanos Tsitsipas (4°) por 7-6(5), 4-6, 6-4 y 6-1.
Tras el partido, el manacorí destacó la importancia de estar otra vez más en la pelea por un título de grand slam después de las lesiones que lo alejaron de las canchas durante varios meses.
“Es un torneo increíble en el que tuve un poco de mala suerte con algunas lesiones. Jugué finales increíbles con buenas oportunidades, como contra Novak en 2012 o contra Roger en 2017, estuve cerca un par de veces. Me siento muy afortunado de haberlo ganado una vez en mi carrera en 2009, pero nunca pensé en tener otra oportunidad en 2022″, comentó Nadal en la conferencia de prensa posterior al duelo.
Aunque reconoció que estar en esta instancia es “algo completamente inesperado”, manifestó que “estoy súper feliz. Por supuesto, todos me conocen y saben que siempre voy a dar lo mejor de mí. Mi objetivo ahora es ganar”.
“Como dije, para mí es un regalo el simple hecho de estar aquí y jugar al tenis. Me estoy tomando ahora las cosas de otra manera, aunque siempre con el espíritu competitivo que tengo, porque no puedo ir contra él, es mi ADN personal”, explicó.
Por último, repasó los últimos seis meses en los que estuvo alejado de las competencias por la lesión en el pie. “Pasé por muchos momentos duros, muchos días de trabajo duro sin ver la luz, pero sigo trabajando y recibiendo mucho apoyo de mi equipo y de mi familia”.
“Tuve muchas conversaciones con ellos sobre lo que podía pasar o lo que iba a pasar si las cosas seguían así, pensando que tal vez fuese una oportunidad para decir adiós. Eso fue hace no muchos meses. Poder estar donde estoy hoy, es algo que no puedo explicar con palabras lo importante que es para mí”, cerró Rafael Nadal.