Un partido tosco, con poco fútbol y muchas piernas, donde el objetivo parecía nublar cualquier otra cosa. Lo importante era ganar, el cómo daba igual. Y bajo es consigna Rangers se llevó la semifinal de ida por el ascenso. Fue 0-1 para los talquinos, que dieron vuelta la página tras la bochornosa goleada sufrida frente a Barnechea, para así avanzar un paso más hacia Primera. En el Germán Becker mostraron más actitud y ganas que Temuco, algo que en estas instancias puede valer mucho.
Los locales no tuvieron su mejor tarde. El primer tiempo lo comenzaron dóciles y erráticos. Dos comportamientos que se pagan caro cuando de definiciones se trata. Rangers entendió que tenía el control del partido y empujó hasta anotar gracias a Delfino. De ahí en más, empujones, pachorra y gritos. De fútbol poco.
El descanso provocó algo y los equipos volvieron más activos, pero sin que eso se tradujera en un juego vistoso. La energía era destinada en el correr, marcar y meter. Lo importante era irse con una ventaja del Germán Becker. El fin justifica los medios.
Y así fue corriendo el tiempo sin novedad, provocando que lo más llamativo de los últimos 45′ fuese la patada que le pegó Barroilhet a la rodilla del Nico Peric, que terminó jugando prácticamente en una pierna, visiblemente adolorido. La expulsión del delantero de Temuco terminó por dormir definitivamente el partido.
Los de Marcoleta se van con la ventaja a casa. Sabiendo que sin hacer un gran partido lograron tener la actitud para dominarlo. Quizás al paladar más refinado eso le parezca algo malo o poco valioso, pero cuando en juego hay cosas importantes, casi todo vale. La revancha será el domingo.