El Deportivo

Rebeldía, tragedia, copas e ídolos: los 10 hitos del centenario de Colo Colo

Un siglo de vida. Un siglo de historia. La existencia alba está marcada por triunfos, personajes y situaciones que fueron forjando la identidad del club más popular de Chile. Este es un recorrido por los equipos más recordados y los jugadores, técnicos y momentos inolvidables para los fanáticos albos.

Colo Colo levanta la Copa Libertadores, el máximo título de su centenaria historia. (null)

La historia de Colo Colo no comienza el 19 de abril de 1925, el hito que se conmemora este fin de semana. Se inicia un año antes, cuando David Arellano viaja al Sudamericano de Uruguay como parte de la selección chilena y concurre a los entrenamientos de los equipos rioplatenses. Allí queda maravillado por la forma en que ya se desarrollaba la actividad, los cuidados de las instituciones hacia sus jugadores y las nuevas tácticas dentro del campo de juego. Se privilegiaba el juego a ras de piso.

El profesor normalista volvió a Santiago con la idea de implementar profundos cambios, pero la dirigencia de Magallanes no estaba dispuesta a una auténtica revolución. El 4 de abril de 1925, la directiva impide que Arellano se quede con la capitanía albiceleste y, por tanto, con la injerencia directa sobre lo que se hacía en el campo de juego. “Vámonos, Quiñones. ¡Que jueguen los viejos!”, expresó Arellano. Lo que vino después es una historia que cumple 100 años y que deja hitos notables.

1 Colo-Colo Football Club

Los hermanos David y Francisco Arellano, el mencionado Juan Quiñones, Clemente Acuña, Rubén Sepúlveda, Rubén Arroyo, Luis Contreras, Nicolás Arroyo, Guillermo Cáceres, Armando Stavelot y el utilero Alejandro Arellano son los primeros que se reúnen en el bar Quitapenas, cerca del Cementerio General, para buscar una solución a sus demandas.

Muy pronto se dan cuenta de que solo fundando una nueva institución deportiva podrán concretar lo que anhelan y, tras varias reuniones en la casa de los Arellano, en Estación Central, y de intensas discusiones en la búsqueda del nombre de la nueva entidad, en las que se descartan opciones como O’Higgins y Arturo Prat, el 19 de abril nace Colo-Colo Football Club.

El mismo día, Quiñones adopta otra decisión crucial: define que esta nueva institución vestirá camiseta blanca (“para representar la pureza de nuestros valores”) y pantalones negros (“como símbolo de seriedad”). Las calcetas serían azules, en tributo a la Armada de Chile.

2 David Arellano, nace el primer ídolo

“¡Dolor!”, tituló el periódico deportivo Los Sports (un antecesor de la mítica revista Estadio) en su edición del 13 de mayo de 1927. Su foto central era la imagen de David Arellano, quien había fallecido 10 días antes en Valladolid.

La tragedia ocurrió en la gira que Colo Colo realizó por Europa, la primera de un club chileno en ese continente, cuando se enfrentaban los albos con Real Unión Deportiva. El capitán albo fue golpeado fortuitamente en el estómago y trasladado de urgencia a un centro médico por una peritonitis traumática.

“Nadie creía; nadie quería convencerse de la triste realidad. Y solo cuando tomaban en sus manos el mensaje transparente y devoraban ansiosos las cuatro líneas implacables se rendían doloridos a la evidencia. ¡Arellano ha muerto!“, se escribió en la época. Y nació el símbolo y también el luto eterno que se lleva sobre la insignia de la entidad en cada una de sus camisetas (aunque en algunas ocasiones se ha llevado sobre la manga izquierda o se ha obviado).

3 La pizarra que rompe con todo

Colo Colo ya había obtenido dos títulos nacionales, 1937 (sin perder partidos) y 1939, cuando el entrenador Francisco Platko implementó un sistema de juego nunca visto hasta ese momento: la WM.

Con Enrique Sorrel, César Socarraz, Alfonso Domínguez, Norton Contreras y Tomás Rojas entre sus intérpretes, los albos jugaron por primera vez con lo que hoy se conoce como stopper. El centro half era un defensor que no dejaba moverse al principal delantero rival. La propuesta y la aplicación permitieron ganar varios partidos por goleada y conquistar la tercera estrella. Además, por segunda vez los albos se coronaban en forma invicta.

Se cumplía la promesa que les hizo Santiago Salfate a sus compañeros en el vestuario: “Va a nacer mi hijo, va a ser hombre y nosotros vamos a ser campeones invictos. Y mi hijo se va a llamar Santiago Invicto”.

Colo Colo 73, un equipo inolvidable.

4 La copa robada

Bajo la dirección técnica de Luis ‘Zorro’ Álamos y con Francisco ‘Chamaco’ Valdés y Carlos Caszely como figuras, Colo Colo comienza a brillar en el continente.

Los albos consiguieron el primer triunfo de un equipo chileno en Brasil, ante Botafogo. Además, dejaron en el camino a Cerro Porteño. Así, alcanzaron la primera final de una escuadra nacional en la Copa Libertadores de América en 1973. La polémica se instalaría en cada uno de los encuentros disputados para dirimir al campeón.

Sergio Ahumada fue expulsado cuando los chilenos ganaban por la mínima en Avellaneda, por una falta que no merecía ni tarjeta amarilla. Lo peor vendría después, cuando Mario Mendoza empuja al portero Adolfo Nef para igualar el marcador. Inexplicablemente, el gol se validó.

En el duelo en Santiago, le anularon un gol a Caszely por una dudosa posición de adelanto. En el duelo definitivo, en Paraguay, los transandinos se impusieron por 2-1. “Nos robaron la Copa. No me voy a cansar de decirlo”, dice Caszely. Sus compañeros comparten la consideración.

5 Una despedida a la altura del ídolo

El 12 de octubre de 1985 y ante 80 mil personas, en el Estadio Nacional, Carlos Caszely se despidió para siempre del fútbol.

El máximo ídolo de Colo Colo dejó la actividad profesional y pese a ser uno de los futbolistas más queridos, el evento no fue transmitido por los medios de comunicación, pues el régimen de Pinochet quería castigar de esa manera posición opositora del deportista.

Sin embargo, la gente repletó el recinto ñuñoíno y llenó de cariño a uno de los jugadores más importantes en la historia de los albos. “El hecho de recordar ese día, la alegría de todo ese día, las constantes preguntas que no me dejan olvidar, las charlas que doy por el mundo. Supe decir ‘hasta aquí hemos llegado’”, señaló más tarde el eterno goleador.

6 La casa propia: el Monumental

El sábado 30 de septiembre de 1989 fue inaugurado el Estadio Monumental David Arellano. Se consumaba así el sueño que comenzó en 1956 con Antonio Labán en la testera alba y que continuó con Héctor Aladino Gálvez, abriéndolo por primera en 1975. En esa oportunidad, ante Aviación, Juan Carlos Orellana marcó el primer tanto.

La fiesta fue total. Hubo paracaidistas, aviones acrobáticos, un maratónico show con variados artistas y el puntapié inicial lo dio nada más y nada menos que Cecilia Bolocco, la única Miss Universo chilena, quien llegó en helicóptero hasta la cancha.

La construcción del recinto, de capacidad original para 62.500 espectadores, aunque varias veces entraron más y ahora recibe 22 mil menos, está marcada por un mito: el del aporte de Augusto Pinochet al término de las obras. Peter Dragicevic, entonces presidente del club popular, lo niega tajantemente. “Los famosos 300 millones. Eso nunca sucedió, pero sí estuvo el ofrecimiento... Él hace llamar a Carlos Ojeda, el director de Deportes de la época, y le da la instrucción de que genere los fondos. El general Ojeda le dice que no, que no los tiene y, al final, no lo hizo”, sostuvo en entrevista con El Deportivo.

7 La gloria eterna

Colo Colo quedó eliminado en los octavos de final de la Libertadores de 1990, ante Vasco da Gama por la vía de los penales, frente a un Estadio Nacional repleto. Ese 15 de agosto el plantel se juramentó ganar la siguiente edición. Cambiarían varias cosas. La más trascendente es que el 1 de septiembre arribaría Mirko Jozic para reemplazar a Arturo Salah, quien asumiría la Selección. El croata había obtenido el Mundial Juvenil de 1987 con Yugoslavia.

Con las incorporaciones de Patricio Yáñez y Gabriel Mendoza, el equipo albo superó la fase de grupos sin perder ningún partido y en octavos de final eliminó a Universitario de Perú.

En cuartos, dejó atrás a Nacional (4-0 y 2-0) y en semis, se jugó la final anticipada con Boca Juniors. Ante el cuadro xeneize perdió en La Bombonera (1-0) y en un duelo que será recordado por siempre, por los incidentes entre carabineros y los jugadores de Boca, el Cacique obtuvo los pasajes a la final en el Monumental (3-1).

En la definición ante Olimpia, el primer paso se dio con la igualdad sin goles en Paraguay. En Santiago, con una delantera improvisada por las expulsiones y lesiones, el Cacique logró la ansiada Copa, gracias al doblete de Luis Pérez y el cierre de Leonel Herrera, hijo del defensor homónimo que no había podido levantarla en 1973.

Parte del mismo ciclo son los otros dos títulos internacionales albos: la Recopa Sudamericana (ante el Cruzeiro) y la Interamericana (contra el Puebla), aunque se consiguieron en 1992.

8 La quiebra y el festejo

El 23 de enero de 2002, por una deuda de 22 mil millones de pesos, la jueza Helga Marchant decretó la quiebra del Club Social y Deportivo Colo Colo.

“Fue una maquinación”, afirma, hasta hoy, Peter Dragicevic, quien presidía la institución en ese instante. “En otros períodos de intervención, el club se mantuvo en sus criterios y creció. Era un momento malo, pero la solución no era intervenir Colo Colo y menos quebrarlo”, agregó.

En el plano deportivo, los albos sumaron un hito: con un plantel principalmente formado en casa y la experiencia de Marcelo Barticciotto y Marcelo Espina, los dirigidos por Jaime Pizarro vencieron a Universidad Católica en la final del Clausura, en un título inscrito a fuego en el resumen del club. “Fue un periodo difícil. Con suerte teníamos ropa y a veces nos teníamos que duchar con agua fría. Me tocó viajar por todo Chile en bus. Jugábamos por el campeonato y al otro día salíamos a jugar un partido en una municipalidad, para juntar dinero para pagar los sueldos”, rememora Manuel Neira.

Matías Fernández, el mejor jugador de América ese año, celebra el título de 2006. PEDRO RODRIGUEZ

9 El tetracampeonato y la pena

La quiebra dio paso a la concesión del club por parte de Blanco y Negro. La sociedad anónima cosechó la última camada formada por la cantera del club social y deportivo y puso al mando del equipo a Claudio Borghi. El “Bichi” había vestido la camiseta alba en 1992. Fue parte de la obtención de la Recopa Sudamericana y de la Copa Interamericana.

La oncena liderada por David Henríquez y Arturo Sanhueza tenía entre sus miembros a los jóvenes Claudio Bravo, Arturo Vidal, Jorge Valdivia y Matías Fernández, parte de la base de la Generación Dorada. El calerano deslumbró al continente (“el 14 de los blancos es un cra”, dijeron en Argentina) y fue premiado como el Mejor Futbolista de América, una distinción que, entre los nacionales, solo habían obtenido Elías Figueroa, en tres ocasiones, y Marcelo Salas.

El Cacique llegó a la final del mencionado torneo continental y la perdió ante Pachuca ante un Estadio Nacional repleto. Ese año, en el mismo recinto, le había ganado la final del Torneo de Apertura a Universidad de Chile en una recordada tanda de penales, y la del Clausura a Audax Italiano. En la temporada siguiente, volvió a ganar los dos torneos nacionales, por lo que se transformó en el primer tetracampeón del fútbol criollo.

Esteban Paredes besa el trofeo de la 30ª estrella alba.

10 La 30ª de la mano de Paredes

Colo Colo no lo pasó bien en el inicio de la década pasada. Sin títulos y goleado dos veces por su archirrival, la U, ocupaba puestos en la medianía de la tabla de posiciones, un sitial impropio para su tradición.

Con la llegada de Héctor Tapia a la banca, la política de contrataciones cambió y el equipo fue reforzado en 2014 por Julio Barroso, Jaime Valdés, Justo Villar y Esteban Paredes. Todos, en su mejor momento. Pajarito, de hecho, jugaba en Italia.

El Tanque, en tanto, volvía al equipo tras una polémica salida un par de años atrás y lo hacía de manera singular: usando el dorsal número 30 en su camiseta. “Lo elegí porque vamos a conseguir la estrella 30, vamos a salir campeones y voy a hacer 15 goles”, dice el naciente ídolo.

La profecía se cumplió a cabalidad. Colo Colo se quedó con el torneo de Clausura, que se jugaba el primer semestre, y el artillero de Cerro Navia llegó a los 16 tantos en ese campeonato. El resto es ampliamente conocido: el ariete siguió cosechando estrellas para la escuadra blanca y el 5 de octubre de 2019 se convirtió en el goleador histórico de la Primera División, con 216 goles, al marcarle un tanto a Universidad de Chile en el Monumental.

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