En el Mundial de 2015, Chile se enfrentó en la final a Estados Unidos, el adversario más temible del certamen, y venció tras una dramática remontada. Este año, la defensa del título será contra Argentina, el titán del polo mundial que llega a la definición con la mejor campaña del torneo.
Chile llegará a la final de este sábado (a las 01.00 horas de Santiago) con un camino de dos victorias (9-2 ante Nueva Zelanda y 11-2 ante India) y una derrota (5-8 ante Inglaterra), mientras que Argentina ganó todos sus partidos (12-9,5 a Estados Unidos, 12-3,5 a España y 9-5,5 a Australia).
Si el Campeonato Mundial de Polo no limitara el hándicap de los equipos, los argentinos tendrían el único cuarteto perfecto de cuatro jugadores de 10 goles. Y entre ellos tendría a Adolfo Cambiaso, considerado por muchos como el mejor polista de la historia. En ese escenario, los trasandinos aplastarían a todos sus rivales. No habría cómo ganarles.
Y aun con el hándicap limitado a 14 goles son un rival duro, que ya venció cuatro veces el torneo (en 1987, 1992, 1998 y 2011). Y, de hecho, entrarán a la cancha con un equipo de hándicap 15, pues juegan con Lucio Fernández (2), Héctor Guerrero (5), Valentín Novillo Astrada (5) y Tomás Panelo (3), quien justo antes del torneo ascendió en un gol su hándicap. Por ese motivo, Chile comenzará el partido con una ventaja 1-0.
Pero a pesar de ese leve beneficio, los nacionales están conscientes de la dificultad que supone el rival. "Tienen un equipo muy superior que el que tuvieron en la edición pasada. Tendremos que jugar con mucha garra, hacer un partido preciso", sostiene el entrenador Martín Zegers, quien destaca al capitán argentino Héctor Guerrero. "Es un jugador muy experimentado, tiene más de 20 años en el polo y en el pasado tuvo un hándicap 8", describe.
Por su parte, el defensor José Miguel Pereira reconoce que Argentina llega a la final como favorita. Y Alejandro Vial, compañero de Zegers en la dirección técnica de la Roja polista, concluye que "Argentina está entre los mejores del mundo, así que debemos jugar con respeto y concentración. Será un partido duro".
En su batalla final por la defensa del título de 2015 y el tercer trofeo mundial de su historia, Chile deberá derribar a un gigante. Pero tras perder el título de 1992 ante los albicelestes, los chilenos tendrán una histórica oportunidad de revancha.