Chile se juega la vida ante Argentina. Sexto en la tabla de las Clasificatorias, con 16 unidades, y con la obligación de llegar a los 23 positivos si quiere ir al Mundial, la escuadra dirigida por Martín Lasarte debe sumar sí o sí ante los trasandinos.
Tarea que según las estadísticas no es imposible. De hecho, la historia cuenta que la Roja sólo una vez ha ejercido de local fuera de Santiago por las Eliminatorias: ocurrió el 27 de agosto de 1989 y se jugó en Mendoza, pues la FIFA castigó a la federación local por incidentes en el Estadio Nacional.
“Para nosotros era un partido muy importante. Teníamos la ilusión de ir al Mundial y Venezuela no era una potencia futbolística ni el equipo que es ahora, por lo que salimos con todo a ganar”, recuerda un referente de los albos presente ese día, Hugo González.
Lo malo de esa jornada, pese a que se ganó 5-0, fue la sensación de que se pudo hacer más. “La verdad es que nos sentimos enormemente perjudicados por jugar allá. Pero ahí metió la mano Brasil, porque tenían temor de que les ganaremos las Clasificatorias”, rememora Jorge Aravena y agrega: “Si jugábamos en Santiago, la diferencia de goles era mayor”.
Idea que comparte González pues sentencia: “nos terminó penando, porque pudimos sacar una ventaja más amplia en Santiago y quizás eso pudo cambiar la historia”. La cual terminó con el escándalo del Cóndor Rojas en el Maracaná una semana después.
Los números de las regiones
Más allá de cómo culminó ese proceso, lo importante es que se ganó y goleó en el único compromiso que buscaba pasajes para una cita planetaria. Y se ratificó lo que siempre ha sido una tendencia: Chile manda fuera de los límites de la capital.
“Jugar en provincia es un acontecimiento. Para quienes no pueden ver a la Selección seguido es un evento único y cada vez que me tocó hacerlo (Viña y Calama) sentí que la emoción de vernos era devuelta con un cariño inmenso y eso era muy satisfactorio para nosotros los jugadores”, recuerda el Mortero.
Y es ese sentimiento lo que motiva aún más a quienes han mojado la tricota nacional, por que en los seis duelos por los puntos que se disputaron fuera de la Región Metropolitana, Chile obtuvo tres triunfos: Ante Unión Soviética por el Mundial de 1962, se jugó en Arica y el resultado fue 2-1. Luego en la Copa América de 1991, en Concepción, fue victoria por 4-2 sobre Perú y el ya comentado duelo con Venezuela.
En palabras matemáticas: hubo una tripleta de celebraciones, dos derrotas (ante Brasil y Uruguay) y un empate con Argentina, en Viña del Mar, por la Copa América de 1920. “Jugar en regiones es un compromiso más grande, porque el cariño que te manifiesta la gente es tremendo. En Santiago, las personas están más acostumbradas a estar cerca de los jugadores, pero quizás en Calama nunca pensaron volver a ver a a Charles (Aránguiz), a Edu (Vargas) o a Alexis (Sánchez) de regreso”, reflexionó otro que supo defender a la Roja: Víctor Hugo Castañeda.
Fervor que se repite incluso en los amistosos, donde el Equipo de Todos tiene un rendimiento admirable: Se han disputado 61 compromisos en regiones, de los cuales se ganaron 47, se empataron 7 y sólo se perdieron 7. Además, se marcaron 139 goles a favor y se recibieron 52, lo que aumenta la esperanza para cuando esta tarde, se enfrente a la siempre complicada escuadra albiceleste en la capital del cobre.