El regreso de la fiesta
Ayer aparecieron las multitudes en las calles en una etapa que se quedó Mauro Richeze.
Al fin la Vuelta de Chile inspiró al público. Porque se ha dicho hasta el cansancio lo que el evento motivaba en los habitantes de las comunas por donde ha pasado la caravana de ciclistas, la famosa serpiente multicolor. Pero no fue sino hasta ayer cuando se vio realmente a la gente salir a apoyar a los deportistas que quieren triunfar este año. Lo hicieron con banderas de Chile, amplias banderitas, haciendo parecer que el tiempo por estos lados no pasa, y que los 90 siguen siendo la década que aquí impera.
Los niños, los adultos y los ancianos se reunieron a los costados de distintos puntos en los 130 kilómetros con los que contó la prueba, para dar ánimo y tomar algún registro con sus teléfonos, pero sobre todo, para mirar cómo hay 85 tipos dispuestos a todo con tal de hacerse con la gloria de una prueba tan clásica, que ayer terminó en Graneros.
Y quedó demostrado que no será posible sino hasta hoy, en la etapa de montaña (ver infografía), el llegar sólo a la Vuelta. Lo intentó el argentino Mauro Richeze (equipo Virgen de Fátima) prácticamente desde el principio en la última jornada: se escapó junto a su equipo, probó acelerar, metió pierna a fondo, pero no pudo. Aunque estuvo durante varios tramos entre los escapados y se hizo incluso con algunos puntos en las metas móviles, al final le terminaron alcanzando y debió conformarse con cruzar la meta junto a la tumultuosa caravana a su espalda.
El hermano del medio de Maximiliano Richeze, del equipo Etixx-Quick Step y uno de los mejores exponentes del ciclismo trasandino de este milenio, busca dar inicio a la temporada con logros importantes, pero en esta Vuelta parece que aunque más pelee por conseguirlo, no logrará alcanzar a los líderes, que están ahí, machacándole la consciencia con esos 35 segundos que aún le quedan por llegar.
Los dueños de esa ventaja siguen siendo los mismos, Gonzalo Garrido y Patricio Almonacid, del team Trek-Chilenazo, temidos por todos y reconocidos por sus remates finales, en los que no dejan tomar ventaja. No fue ayer la excepción y se aferraron al podio. Meten miedo también los hombres de negro, pues advierten que Almonacid está a tope para el ascenso de hoy. Lo han preparado durante meses.
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