Reinaldo Rueda: “Nosotros somos lo más parecido al cardiólogo, porque hay que llegar al corazón del jugador”
El seleccionador nacional participó del tercer encuentro digital de Evolución es Conmebol, junto al argentino Miguel Ángel Russo, para hablar sobre el fútbol profesional en Sudamérica.
Este martes, el seleccionador nacional Reinaldo Rueda participó del tercer encuentro digital de Evolución es Conmebol, junto al argentino Miguel Ángel Russo, para hablar sobre el fútbol profesional en Sudamérica. Esta cita se realizó vía remota y emitida por Facebook Watch. Más que hablar netamente sobre su experiencia en Chile, el DT colombiano habló sobre la formación de los jugadores y los matices que tiene la labor estando en un club o en una selección.
“La formación integral exige un proceso integral. Este proceso está involucrado desde la parte institucional, en el caso nuestro desde la Sub 15, y en cada una de las etapas de la formación. Se necesita hacer un proceso de scouting, el acompañamiento, la formación social, de valores, el aspecto deportivo, nutricional, la responsabilidad que tenemos de darle buenas herramientas a estos jóvenes. En cada país es vital la formación y la transformación, y ese paso se ve frustrado porque no se ve competencia real. Todos los que componemos la familia del fútbol tenemos una obligación profesional, tenemos una doble responsabilidad, no solo preparar al jugador, porque es una profesión de mucho estrés y no todos van a llegar. De cada mil jugadores, llega uno al plantel profesional”, comenzó diciendo el caleño.
Respecto a las diferencias en las etapas de un entrenador en un club y en una selección, Rueda declaró que “todo va a pasar por las características de los clubes. Nosotros como seleccionadores trabajamos para los clubes, aprovechamos el talento humano de los clubes. Nuestro trabajo es armonizar ese talento de los clubes en una selección nacional, desde la categoría Sub 15. Todo va a pasar por la categoría y la calidad de los clubes. No es lo mismo Boca, que debe cumplir dos o tres torneos al año, o en Europa. Si es un club de élite, es muy similar la metodología, porque un club de élite juega todo, el viaje y la topografía (en Sudamérica); acá nos cuesta jugar la Libertadores y si es un club pequeño, esos que tienen semana larga la dinámica es diferente”.
“Nosotros tenemos cuatro días para hacer la cohesión del equipo y nos llegan jugadores de diferentes culturas futbolísticas. Cuando llegan jugadores de Boca y River, deben llegar a jugar igual en las selecciones. Se necesita tener a un jugador mejor estructurado de cultura táctica, de no perder su esencia y que pueda desempeñarse en buen nivel en su club y en la selección. Hay clubes que casi no tienen tiempo, de modo que varía mucho y no se puede generalizar. Todo depende de qué club y se ven esas diferencias en la selección nacional”, añadió Rueda.
Ante la consulta sobre cuál es el momento de mayor placer y de mayor desafío para un entrenador, el seleccionado chileno dijo que “el placer de uno es estar sobre la cancha. Somos unos bendecidos de Dios, trabajamos sobre un ser vivo, una planta horizontal que tiene vida. Tenemos ese gran privilegio, debemos cuidarla y respetarla. Y el desafío que tenemos es porque las generaciones se hacen más complejas, porque vienen con información diferente. Entender estas generaciones, que tienen una cantidad de factores distractores, tenemos que convivir con esa realidad. Es una generación muy distinta, por eso tenemos que replantear la metodología de entrenamiento. No podemos orientar estos equipos como quizás nos entrenamos a nosotros hace 30 o 40 años, porque eramos diferentes, no había la inmediatez de ahora. Ese es el gran desafío”.
La instancia fue aprovechada para profundizar en un análisis más allá de lo netamente táctico. Rueda agregó: “Tenemos que encontrarle a cada uno lo ideal para potenciarlo. Le decía al doctor Yáñez (médico de la Selección) que nosotros somos lo más parecido al cardiólogo, porque hay que llegar al corazón del jugador... Nosotros como seleccionadores debemos proyectar jugadores bien estructurados, con riqueza cultural. Necesitamos jugadores con muy buena formación táctica y técnica. No los podemos encasillar en un solo sistema. Tenemos que trabajar esa técnica contextualizada con la variante táctica de presión, desde temprana edad. El jugador que tenga esas habilidades puede jugar en cualquier sistema de juego”.
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