Extrañados, pero prudentes. Contrarios a la forma de operar del directorio de la ANFP con los viajes de familiares, pero convencidos de la buena voluntad de sus dirigentes. Así se muestran ex mandatarios del ente rector del fútbol chileno al ser consultados sobre el Caso Facturas y cómo era la política de gastos con cargo a la asociación durante sus respectivos mandatos.
Una praxis que -aseguran- deja bastante que desear en cuanto a su forma, pero que no constituye, en el fondo, delito alguno. Y que puede ser fácilmente subsanable. "Si bien es cierto que el proceder no es bueno, y si bien no es algo que hubiésemos hecho en nuestra época, no es tampoco algo malo. No tiene buena vista, pero no es tan malo siempre que se reembolsen después los dineros de los pasajes", manifiesta al respecto Pablo Hoffmann, gerente general de la ANFP entre 1993 y 2002 durante la presidencia de Ricardo Abumohor, pero integrante también del directorio del organismo en los procesos de Mario Mosquera y Miguel Bauzá.
Una tesis que comparte Carlos Toro, responsable de la gerencia de la asociación en la era de Reinaldo Sánchez, quien no duda en proclamar su confianza ciega en la probidad de Salah, pero tampoco en desmarcarse rotundamente de sus prácticas en materia de facturación: "Habría que ver si es una cosa que se hace siempre o si es algo excepcional. Pero si la intención es devolver el dinero no sería un gasto de la ANFP, sino que un préstamo a un dirigente. Ahora, nosotros jamás hicimos una cosa así. Nunca un familiar de un dirigente hizo un gasto con cargo a la ANFP".
Y mientras Harold Mayne-Nicholls, presidente de la asociación entre 2007 y 2011 prefiere no emitir juicio alguno al respecto aduciendo no estar "al tanto de la información" y encontrarse ya "muy lejos del fútbol", su antecesor en el cargo, Reinaldo Sánchez, dispara sin piedad contra sus homólogos en funciones. "Es una frescura, para no decir otra cosa. Eso jamás puede ser correcto, es aprovecharse de las circunstancias. Nosotros no lo habríamos aceptado. Nuestros tiempos eran casi los mismos, pero puede que hubiera menos frescos nomás", afirma. "No deberían haber hecho ese enredo. ¿Para qué lo van cargar para después devolverlo? No, eso es una frescura", cierra.
"A mí me llama la atención que terminando el contrato de la empresa de viaje salgan estas cosas a la luz", reflexiona Hoffmann, antes de culminar: "No recuerdo que algún director haya viajado oficialmente en nombre de la ANFP en compañía de su señora. Salvo uno, Enrique Berríos, que siempre viajaba con su señora y que tenía mucho cuidado en comprar su pasaje, para no tener ni siquiera que reintegrar después la plata. Él compraba el pasaje de su señora y viajaban juntos. Es el único caso que recuerdo. Ricardo jamás lo hizo y jamás la ANFP se hizo cargo de los pasajes".