En el calendario de la Euro 2024, el 20 de junio se marcaba con destacador, porque estaba programado el duelo más estelar de la fase de grupos: España versus Italia. Dos rivales con historia, en un cruce de potencias y de aspirantes a meterse en las instancias finales de un campeonato que no ha dado respiro. En Gelsenkirchen, fue un repaso de los rojos, aunque el marcador solo muestra un 1-0. Debió ser por más.
Los dos llegaron con victorias en la primera jornada, aunque con sensaciones disímiles. En el caso de los ibéricos, tuvieron un debut más que favorable ante Croacia, tanto por lo expresivo del resultado (3-0) como por la faena en la cancha. Por su parte, la Azzurra también ganó en su estreno, pero con más reparos ante Albania. Haciendo un primer tiempo más que positivo, no lo repitió en el complemento y terminó sufriendo debido al empuje de los albaneses, los más débiles de la zona B.
Por quinta Eurocopa consecutiva, españoles e italianos se enfrentaron. Llegaron a Alemania con paridad, porque fueron dos festejos para cada uno, contando tandas de penales. Entonces, la casa del Schalke 04 servía como desempate. Y el duelo fue absolutamente favorable para la Roja europea. Fue un repaso para guardarlo en la biblioteca, algo impensado por los antecedentes y porque la Azzurra de Luciano Spalletti apuesta por otro tipo de fútbol, de buen pie y salida rápida. Pero no pudo hacer nada ante una España que puso sobre la mesa toda su capacidad.
El DT Luis De la Fuente solo tocó la defensa, con el ingreso de Laporte por Nacho. Mantuvo el resto de la estructura que le ganó a Croacia. Jugando de esta manera, no había necesidad de una ingeniería mayor. Desde el inicio, los hispanos tomaron el control de las acciones y redujeron a su mínima expresión a los transalpinos, que no lograban salir de su rancho y generarle riesgo al meta Unai Simón. El primer aviso llegó en los dos minutos, con un cabezazo de Pedri que sacó Donnarumma.
El manejo pulcro de España metió en su campo a Italia. En ataque, Nico Williams causaba estragos por el lado izquierdo del ataque, mareando al lateral Di Lorenzo ante cada zancada. El atacante del Athletic de Bilbao es electricidad pura. El sostén de los italianos era su portero, el responsable de que el marcador acabara sin goles en el primer tiempo. Morata y Fabián Ruiz estuvieron cerca de dar con el primero. El rival no construía, solo soportaba la presión. Si la primera parte terminaba 3-0, nadie se hubiese extrañado.
La superioridad ejercida por España era notoria, sin embargo no lograba dar con el arco. Era lo que faltaba para cerrar el círculo perfecto. Y el gol llegó con fortuna. Sucedió en los 54 minutos, luego del enésimo desborde de Nico Williams sobre Di Lorenzo. El centro enviado por la figura del partido es conectado por el zaguero Calafiori, quien anota en propia puerta. El defensa se la lleva por delante y se hace un autogol.
Con algo menos de intensidad, los españoles continuaban siendo más que unos italianos que trataban de ir más adelante. El riesgo era quedar expuesto atrás. En los 70′, Nico Williams casi anota el 2-0 con un fuerte remate, que se estrelló en el travesaño. El vasco se llevó todos los focos por su gran desempeño.
Cuando el final se acercaba, los dirigidos por Spalletti mostraron una reacción, pero muy tibia. No alcanzó para poner en entredicho la victoria de la selección española. Con seis puntos en dos partidos, la Roja de Europa asegura su pase a los octavos de final. Cerrará el grupo ante Albania el próximo lunes. Mientras, Croacia e Italia tendrán una final.