El nombre de Nahuel Luján fue uno de los primeros que salió en la lista de los prescindibles, cuando Universidad de Chile se salvó del descenso, en los últimos diez minutos de juego ante La Calera.
Sin embargo, diferentes situaciones impidieron que el delantero argentino fuera cedido a otra escuadra y la gerencia deportiva, encabezada por ese entonces por Luis Roggiero, decidió marginarlo del fracasado proceso que encabezó el técnico Santiago Escobar.
“La semana pasada hablé con Roggiero y me permití decirle que había equivocado feo con Nahuel”, es lo primero que dice al teléfono su representante, Luis Grillo. Luego, asegura que el cesado directivo le reconoció que pudo ser un error y le pidió que dialogara con su sucesor, Manuel Mayo. “Roggiero me reconoció que se equivocó con apartarlo”, complementó el agente.
“Lo llamé, hablé con él y le solicité que le diéramos una solución a este caso. Le dije que yo podía viajar, rescindíamos contrato y así le buscaba otro club”, agrega el empresario. Pero la respuesta lo sorprendió. Tal como lo anunció en su primera rueda de prensa, el técnico interino -Sebastián Miranda- sostuvo una conversación con el ariete, para sacarlo del congelador y darle una nueva chance en el primer equipo. “Los necesitamos a todos”, decía en esa oportunidad.
La respuesta hizo que Luján decidiera quedarse. El cordobés quiere tener una revancha en la escuadra estudiantil y demostrar porqué llegó a uno de los equipos más importantes del país. Por lo mismo, le hizo saber a su entorno cercano que daría la pelea y si bien entendió que no lo convocaran para el duelo ante La Serena (por la falta de entrenamientos con el primer equipo), espera con ansias ser citado para el compromiso con Everton en Viña del Mar (sábado, 15:30 horas).
“Mayo me dijo que el entrenador (Miranda) lo tiene en cuenta y que tendrá alguna convocatoria en los próximos partidos, por lo que tomaremos una decisión para el futuro después que se acabe la primera rueda”, detalla Grillo y agrega “hoy está entrenando, está con muchas ganas y tiene las ansias de demostrar lo que puede dar en el campo de juego”.
¿Y qué pasa si no convence a los dirigentes? Habrá que negociar una salida, pues el ex Belgrano tiene contrato hasta diciembre de 2023 con Azul Azul y hoy ocupa una plaza de extranjero que es oro para la sociedad anónima, ya que a fin de mes comienza la época de contrataciones donde podrá reforzar su plantel con tres nombres nuevos.
Pese al escenario negativo, el jugador no pierde la esperanza. Así lo demuestró el jueves en sus redes sociales: “Tienes que creer en la fe de Dios. Y en ti mismo cuando nadie más lo haga”.