La etapa de Claudio Bravo (36 años) sigue generando debate. Ni siquiera ahora que volvió a jugar en Inglaterra, es un fijo para Reinaldo Rueda, pensando en los amistosos de septiembre, ante Argentina y Honduras, según revelan en la Federación. En la ANFP, de hecho, dan señales de que no será considerado.
La expectativa era válida, ya que el propio entrenador colombiano explicó, previo a la Copa América, que el portero quedaba fuera del torneo continental debido a su falta de continuidad. Justamente, el 4 de agosto regresó a las competencias oficiales en la final de la Community Shield, donde fue la figura del triunfo citizen frente al Liverpool, sobre todo, al atajar un penal en la definición del título. Por eso, las puertas parecían totalmente abiertas para quien fuese uno de los máximos referentes del camarín.
Sin embargo, su regreso se ve muy complejo. Si bien está reservado por la Selección para la gira por Norteamérica, esto no asegura que finalmente sea parte de la convocatoria, ya que, al igual que él, hay varios otros futbolistas en la misma condición, pero que no estarán en Juan Pinto Durán la próxima semana. Simplemente, son opciones para el DT en caso de emergencia.
En el entorno de la Roja apuntan a que Rueda quedó muy desencantado con Bravo la última vez que habló con él. Aquello ocurrió a fines de abril, cuando el adiestrador viajó a Manchester y conversó con el portero. En esa reunión, el técnico le dijo que lo tenía en la lista preliminar de la Copa América, que no sería titular, pero que necesitaba que le aportara con su experiencia al vestuario. El problema fue que el arquero no mostró señales de interés y apenas le habló al cafetero. En ese momento, su futuro en la Roja quedó prácticamente sentenciado, porque además al meta le juega en contra la edad, ya que llegaría con 39 años al Mundial de Qatar.
En el vestuario
A eso se le suma que Rueda piensa en el bienestar y en la tranquilidad del camarín, tal como lo dejó claro en una charla que dio en Temuco, la semana pasada. Y la presencia de Bravo no es bien recibida por buena parte del vestuario. "Por encima de la colectividad del grupo, no hay nada, entonces hay que cuidar la cohesión del equipo y por ahí pasan todas las decisiones de por qué no convoco a Marcelo Díaz, de por qué no convoco a Claudio Bravo, de por qué no está éste o el otro, de por qué traje a éste. Todo es pensando en proyección a mediano plazo", dijo el entrenador.
La nómina la entregará hoy. Solo una última reflexión con la almohada, haría cambiar la postura del DT.