Odiado en un principio; elogiado en las últimas horas. El Halo —esa estructura metálica añadida sobre la cabina del piloto— ayer le salvó la vida a Charles Leclerc cuando Fernando Alonso, tras ser embestido por Niko Hulkenberg, le pasó por encima con su bólido. Las imágenes dieron la vuelta al mundo; la noticia de que nadie salió lastimado, también.

El halo fue resistido por todos: ingenieros, pilotos, directivos de la Fórmula 1. Nadie quería agregarle diez kilos más de peso a los bólidos, arruinar la aerodinámica y, no menos importante, la estética del coche. Porque, sin duda, el halo no pasa desapercibido para nadie.

Leclerc está agradecido. Tras el impacto su halo evidenciaba lo que pudo haber sido una tragedia sin su existencia. "Todo pasó muy rápido, ni supe qué pasaba en ese momento, desde luego no sé qué habría pasado hoy sin él, pero en algunos casos el halo puede ser útil", señaló el piloto de Sauber.

"El lado positivo es que los tres (Alonso, Hulkenberg y Leclerc), especialmente Charles, estamos bien. A día de hoy, el halo es un elemento muy bueno. Tras ver la repetición, creo que le ayudó", indicó por su parte Alonso, que disputa su última temporada en Fórmula 1.

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Así quedó el bólido de Charles Leclerc luego del impacto con Fernando Alonso.

Así quedó el bólido de Charles Leclerc luego del impacto con Fernando Alonso.[/caption]

Pero, ¿qué es el Halo?

Para la presente temporada la FIA incluyó el halo como una medida extra de seguridad para los pilotos, específicamente para la cabeza. Desprotegida como estaba, cualquier golpe podría resultar con graves consecuencias o ser incluso fatal. Bien lo sabe Felipe Massa, cuando su casco fue golpeado por la pieza de un automóvil, quedando seriamente lastimado. El brasileño, tras observar el choque en Spa-Francorchamps, tuiteó: "Ahora podemos decir que el halo es bonito", refiriéndose al debate sobre su estética.

La estructura es de titanio y puede llegar a soportar el peso de dos autobuses, convirtiéndose así en la sección más dura de los bólidos. Una que, desde ayer, quedó fuera de toda crítica. Una que, sin duda, ya salva vidas.