Nicolás Jarry cumplió una notable semana en el Masters 1000 de Roma. La primera raqueta nacional avanzó con todo hasta la final de la competencia, donde finalmente terminó cayendo contra Alexander Zverev (4°) por 6-4 y 7-5.

A pesar de la derrota, Nico consiguió valiosos puntos que lo llevaron a dar un importante salto en la clasificación ATP para ser el nuevo 16° del mundo.

De esta forma quedó a solo dos ubicaciones del máximo lugar al que llegó su abuelo Jaime Fillol, extenista que brilló en la década de los 70 y que en 1974 alcanzó el 14° puesto.

Hace algunos días, en una entrevista con ATPTour.com, la primera raqueta nacional fue consultado sobre su alguna vez habían hablado de quién sería el mejor de los dos. “No, nunca hemos hablado y nunca le he bromeado sobre eso”, reconoció Nico. “No es algo que hemos hablado. Nunca. Ni sobre el ranking ni sobre resultados”, añadió.

Al mismo tiempo, destacó que “para mí él es mucho más un referente humano que tenístico y, aún así, en lo tenístico aún no llego”, reconoció. “Mi abuelo me ha aportado una visión más experimentada, mucho más sabia de lo que es el tenis. Al final, él ha pasado por mucho y cuando hablamos de tenis él tiene una visión mucho más abierta”, amplió el subcampeón de Roma.

Claro que Fillol se encargó desde temprano de presentarle el tenis con el fin de que pudiera desarrollarse en la actividad, donde a través de juegos lo llevaba a las principales competencias del circuito.

Jaime Fillol junto a Nicolás Jarry. Foto: Luis Sevilla/@revesfotográfico.

“Bromeábamos que jugábamos indoor dentro de casa. Otras veces él decía: ‘Listo, vamos a jugar en Wimbledon’ y salíamos afuera al pasto, poníamos la red y jugábamos. Después jugábamos al US Open, sacaba los autos de la entrada, poníamos la red en el asfalto y jugábamos ahí al tenis”, remarcó.

De todas maneras, aquellos juegos sí se trasladaron a los escenarios reales. “No sé si son recuerdos o si tiene que ver con las imágenes que luego uno ve cuando es grande, pero sé que fui con él y lo acompañé con mi mamá al US Open cuando yo tenía seis años”, confesó.

Después ya tengo recuerdos más vívidos, más reales, cuando fui a Wimbledon con él un par de veces, por lo menos lo acompañaba, y al mismo tiempo él jugaba en seniors o leyendas. Iba con mi madre y lo veía”, apuntó a continuación.

Y tal como lo demostró en el Foro Itálico, la arcilla es una de sus superficies preferidas. En este tipo de terreno reúne tres títulos: Bastad 2019, Santiago 2023 y Ginebra 2023. También cuenta con tres finales más en Sao Paulo 2018, Ginebra 2019 y Buenos Aires 2024.

“Además de ser la superficie que me es más común o natural, en Chile sólo hay pistas de arcilla”, señaló. “Creo que me hecho muy fuerte mentalmente y también físicamente, para aguantar los peloteos largos y para jugar bien los puntos importantes, que se requiere”, sumó.

Y tal como hizo su abuelo, ahora Nicolás es quien lleva a sus hijos a la pista. “Creo que es inevitable que a mis niños le guste el tenis, viéndome y acompañándome en el circuito desde que nacieron, pero nunca los voy a motivar a que hagan nada, iré viendo qué es lo que más le llama la atención. Les apoyaré en el camino que ellos quieran hacer”, remató Nicolás Jarry.

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