El desarrollo de la tercera fecha de la Fase Liga de la renovada Champions League presentaba un partido que, en otro escenario, podía ser una semifinal o incluso la final de Europa: el Barcelona de Hansi Flick, frente al Bayern Múnich de Vincent Kompany. En el Estadio Olímpico Lluis Companys, los azulgranas consiguieron una gran victoria de 4-1 sobre un rival les tenía tomada la mano hace años.
Se encontraron los líderes de sus respectivos torneos locales. Los catalanes encabezan la tabla de LaLiga luego de 10 fechas, teniendo el duelo ante los germanos justo en la antesala del clásico contra el Real Madrid, a disputarse el próximo sábado. Por su parte, el gigante bávaro lidera la Bundesliga en compañía del Leipzig. El Bayern llegó al duelo con los antecedentes a su favor: había ganado sus últimos seis partidos de Champions ante el Barça (incluyendo el icónico 8-2 del año 2020, con Flick en la banca alemana).
Pasó recién el primer minuto de partido y los culés abrieron la cuenta con anotación de Raphinha. El seleccionado brasileño recibe un pase largo, elude al golero Manuel Neuer y concreta. Imposible un mejor arranque para los españoles. Sin embargo, y pese a lo que sucedería en el desarrollo del juego, el duelo se le complicó al local.
El Bayern se hizo del control de las acciones y alcanzó el empate en los 10′, a través de Harry Kane, pero el tanto fue anulado por posición adelantada. Ocho minutos después, el inglés tuvo su revancha. Kane conecta la pelota tras un centro de Gnabry, cambiándole de palo al portero Iñaki Peña (quien ocupa el puesto del lesionado Ter Stegen) y decretando el 1-1. Era más justo por el trámite.
Registrando apenas el 38% de posesión en el primer periodo, guarismos que están en las antípodas de su estilo, el Barcelona tiró de la eficacia para lograr una ventaja más holgada. En los 36′, llegó la ley del ex. Robert Lewandowski aprovecha una falla defensiva de los bávaros, incluyendo una mala salida de Neuer, para poner el 2-1. El polaco tuvo un festejo mesurado, por su pasado en el club alemán. Luego, en los 45′, aparece nuevamente Raphinha para el tercero. Mediante un remate colocado con el pie derecho, que pasa entre las piernas del zaguero Upamecano, deja el marcador 3-1 justo antes del descanso.
Esta versión del Barcelona de Hansi Flick no estaba diseñada para controlar la pelota, sino que para jugar de contragolpe y explotar su poder de fuego en ataque. El complemento arrancó tal como sucedió el primero, con los germanos manejando el balón en campo rival, pero sin el pase final. Mientras que los azulgranas eran todo lo contrario. En los 56′, llegó el 4-1 a través de Raphinha. Triplete para el brasileño, con un remate cruzado de zurda finalizando exitosamente un contraataque. Fue el mejor de la cancha, siendo muy influyente en el resultado.
Esta goleada culé le permite dar un golpe en la mesa, en el marco de una campaña en la cual aspiran a volver a ser protagonistas, sobre todo en la arena internacional. Bajar de esta manera a un coloso da crédito. El Barcelona se acomoda mejor en la Fase Liga de la Champions, con seis puntos en tres partidos. Comenzó con una derrota 2-1 ante el Monaco, en el principado, y después arrolló 5-0 al Young Boys de Suiza.
El certamen cuenta con dos punteros hasta la fecha: Aston Villa y Liverpool. Si los de Unai Emery ganaron el martes, este miércoles fue el turno de los Reds. El elenco de Arne Slot superó por la mínima al Leipzig, como visitante, con gol del uruguayo Darwin Núñez. El que goleó fue Manchester City, con un 5-0 sobre el Sparta Praga.