La semana pasada, una importante noticia sacudió al mundo del tenis. Después de cinco años de relación, el tenista número uno del planeta Novak Djokovic, decidió despedir a su coach, el croata Goran Ivanisevic.
El serbio ha tenido un irregular inicio de temporada. Si bien llegó a la semifinal en el Abierto de Australia, las sensaciones no eran las mejores. La sorpresiva derrota ante el 123° del mundo en segunda ronda de Indian Wells acrecentó la crisis que terminó con la salida del extenista de Split.
El sitio Sportskeeda, que cita fuentes cercanas al número uno del mundo, afirmó que la bomba habría explotado en Indian Wells, cuando Djokovic e Ivanisevic, habían discutido fuertemente.
La razón es casi increíble, sobre todo por el profesionalismo del serbio. De acuerdo con la página web, el dueño de 24 títulos de Grand Slam, en una de las jornadas californianas, entrenó poco, mal y de mala gana. Una situación que enfureció al técnico croata, quien no tuvo reparos en encararlo.
Tiempo de cambios
Pero la salida del coach es uno más de los movimientos que Nole ha decidido para esta temporada. Hace rato que parece haber estado insatisfecho con el trabajo de su equipo.
De hecho, tras una concreta evaluación, tampoco lo ocultó. Desde hacía meses, durante los partidos, el balcánico se dirigía furioso hacia su staff, insultando varias veces a su esquina.
Situación que llegó al clímax en el Abierto de Australia, cuando el frustrado tenista gritó “los despido a todos”. No se trata de una frase que se haya dicho al azar. El número uno del mundo realmente está cambiando a todo su equipo, desde el su representante Dodo Artaldi.
Es más, el propio Ivanisevic había dicho varias veces en rueda de prensa que Djokovic a veces se excedía con ellos durante los partidos, pero lo justificaba con el hecho de que ese enfado le daba energía en la cancha. Después, según el ahora excoach, se disculpada con todos, arrepintiéndose de esos comportamientos. Evidentemente, esta vez las cosas fueron diferentes.
Según Sportskeeda, las ideas de Nole para la planificación de 2024 también provocan una mayor brecha entre el jugador y su entrenador. El gran objetivo para esta temporada es el oro olímpico, lo único que falta en su interminable lista de éxitos.
Se jugará en París, en las canchas de Roland Garros. Para alcanzar el objetivo estaría la idea de saltarse Wimbledon, torneo que ha ganado siete veces, para ahorrar energía y no tener que pasar del césped a la tierra en tan poco tiempo, ya que el torneo olímpico será unos días después de finalizar el torneo inglés. Un pensamiento con el que Ivanisevic no estaba nada de acuerdo.
Un momento complicado para Djokovic, quien ahora se ve obligado a buscar otro entrenador, pero la idea de hacerlo todo él mismo parece tomar forma en la cabeza del serbio. Solo, sin tener que escuchar más a nadie.