Una noche de abril, el césped perfecto de alguno de los grandes estadios de la Copa de Europa parecerá fango. El Manchester City estará viviendo uno de esos divorcios con el gol que sufren los grandes equipos de vez en cuando. La vieja solución de marear a la defensa rival a base de pases estará desesperando a la grada y la ansiedad por verse eliminados de nuevo comenzará a atenazar las piernas de sus estrellas. Entonces aparecerá Erling Haaland (21 años). El gigante noruego cortará en diagonal tras la espalda del central, en ese movimiento aprendido durante años en los vídeos de su ídolo Jamie Vardy, y ganará la eliminatoria con una volea monstruosa. En esa visión de futuro se sustenta el flamante fichaje de Erling Haaland por el Manchester City tras su paso por Borussia Dortmund.
Dicen que en el fútbol los trenes solo pasan una vez, pero esto no es del todo cierto en los equipos ricos. El Manchester City lleva una década comprando bolas extra para la Champions League y en ese contexto de inversión ilimitada hay que entender el fichaje de Haaland. Demasiadas oportunidades perdidas, demasiado dinero en el campo, demasiados goles al limbo. ¿Por qué no optamos por una solución sencilla? Si tienes el juego pero te falta el gol, ficha a Haaland. Si estás cerca de la gloria, pero te falta el héroe que suba el último peldaño, ficha a Haaland.
La operación que lleva al goleador noruego al Manchester City es maestra en los números. Pep Guardiola consigue el superdelantero que lleva reclamando en los últimos tres mercados y a un precio razonable a tenor de la calidad del fichaje. Aparcada la idea Kane por razones económicas, el City considera un regalo pagar los 60 millones de cláusula (comisiones aparte) que pedía al Borussia Dortmund. Su contrato de 5 años a tenor de 20 millones de euros netos por temporada le convertirá en el cuarto futbolista mejor pagado del mundo, según la información del periodista Fabrizio Romano.
Por su parte, Haaland necesitaba jugar ya en uno de los mejores clubes del mundo para retarse a sí mismo en los escenarios más exigentes y seguir buscando su techo futbolístico. Pudo escoger al Manchester United, el Real Madrid o el Liverpool, pero finalmente se decantó por el Manchester City. Su llegada a Inglaterra, a la liga más competitiva del mundo, es una historia de bonitas expectativas, pero también arroja algunas incertidumbres.
¿Encajará en la idea Guardiola?
Hace años que se ven pasear figuras con normalidad por los callejones, antes lúgubres, de la mitad más celeste de Manchester. Pero este fichaje es diferente. Es algo más. Haaland es la estrella más rutilante, por edad y potencial, en esa constelación que une a Robinho con David Silva o el propio Pep Guardiola. Por eso en Manchester la esperan con tantas ganas. “Es la pieza que faltaba al ataque del City”, explica a este periódico Pol Ballús, corresponsal en Manchester para Sport y The Times. Y apunta una interesante clave táctica. “Muchas veces se ha acusado a este City de, pese a dominar la mayoría de las fases del juego y someter a sus rivales, perder partidos por falta de punch en las áreas. Si se habla de marcar diferencias en el área rival no hay muchos como Haaland”.
Su don para el gol no se discute pero la llegada de Haaland ya está alimentando un interesante debate sobre su encaje en una propuesta tan definida como la de Guardiola. Resulta excitante plantearse cómo vivirá un especialista del área como el noruego en un equipo que ha cimentado su éxito en el juego trenzado entre sus atacantes. ¿Cómo se adapta uno que solo sabe pasarla a la red a la banda más obsesionada por el pase de Europa? Comparémoslo con Phil Foden, uno de las soluciones recurrentes de Guardiola para ocupar la posición de delantero centro. Un jugador de perfil opuesto al de Haaland. Móvil, participativo, control de balón y pase. El noruego, siendo un jugador inteligente en sus movimientos, carece de esa precisión en la circulación. En Driblab, la consultora de big data especializada en fútbol, miden esas cualidades con dos parámetros precisos: retención de balón y retención de balón en campo contrario. Los valores del noruego ahí son buenos, pero un 75% de acierto no es a lo que el City está acostumbrado.
Alguien que conoce bien a la nueva estrella del City desde sus inicios en Alemania es Ezequiel Daray, analista de la Bundesliga para Deutsche Welle en Alemania. “El noruego se siente cómodo con espacios, corriendo, jugando al contrataque. Pero también tiene un amplio repertorio como definidor dentro del área y sigue mejorando. Su avance en el remate de cabeza, uno de sus puntos débiles, es la prueba de ello. No creo que tenga problemas para adaptarse al estilo de Guardiola porque es un jugador completo”, añade.
En efecto, Haaland es un jugador al que no se le atisba techo y que aún puede mejorar su juego. Una de sus carencias, por ejemplo, es la presión, esa concepto de defensa preventiva que rige el juego moderno y que Guardiola mima hasta la obsesión en sus equipos. “El noruego no está acostumbrado a presionar. Guardiola va a tener que convencerlo o valorar si esa presión no le hace resentirse de sus lesiones musculares”, explica Alejandro Arroyo, de Driblab.
¿Qué le puede aportar al juego del City?
Haaland llega al Manchester City en un momento perfecto para afrontar su próxima evolución futbolística. Sus 21 años y el fuego que le puede dar el trabajar con uno de los mejores entrenadores del mundo obligan a confiar en el éxito de la operación. Sus números, lo básico, desde luego, asustan. Sus 44 goles la temporada pasada y 41 la anterior le pusieron en el centro del mundo. Ni los claroscuros de esta última temporada, lastrado por sus recurrentes lesiones, ensombrecen el brillo de un goleador rotundo.
Haaland es grande porque puede ganar partidos con un golpe de calidad. El Manchester City ficha una red de seguridad para cuando el camino se llene de espinas. Para escenarios adversos como el que se encontraron en el Santiago Bernabéu en su cruel eliminación de Champions. De lo que es Haaland en una eliminatoria pueden dar buen testimonio Carlos, Koundé y Fernando, que era el triángulo más rocoso de Europa en el Sevilla hasta que el noruego los hizo saltar por los aires en aquellos octavos de final de la Champions.
¿Pero puede cambiar el estilo del City la aparición de Haaland? Los datos de Driblab sugieren que los celestes no son capaces de rematar en el área el inmenso caudal de juego que generan justo al borde. Sus 73 goles sobre 73.4 Goles Esperados lo explican. Es ahí, con Haaland ofreciéndose como referencia en el área, donde pueden dar un salto de calidad gigante. El noruego, en sus tres temporadas en el Dortmund, ha marcado 65 goles sobre 42 generados en el área. Ese +23 sustenta, sin duda, la inversión millonaria del City por el noruego.
Los datos anticipan incluso que Haaland podría cambiar al City en una faceta tan aparentemente alejada del ideario guardiolista como los goles tras centro. Buscando en las seis temporadas de Guardiola al frente del Manchester City, vemos que la estadística de centros intentados por 90 minutos los pintan como un equipo centrador que casi nunca encuentra rematador. Solo en la temporada 2021-21, el City centro unas 20 veces de media por partido al área, pero solo 4 de esos intentos produjeron un disparo a puerta.Huelga decir lo que un especialista en la materia le puede aportar a Guardiola en ese apartado y lo letal que puede volverse el ataque del City si Guardiola consigue armonizar las piezas.
En el paisaje Haaland cuesta encontrar rincones sombríos hasta que miras hacia la enfermería. Las lesiones le han hecho perderse 16 partidos en el presente curso y le apartaron de los terrenos de juego en otros 17 en sus dos anteriores ciclos en Alemania y Austria. Es el único lunar en un expediente intachable, según explica Ezequiel Daray. “Su gran problema siempre han sido las lesiones. Seguramente por eso nunca le pudo pelear el título de mejor goleador a Lewandowski, porque se pierde muchos partidos y si lo sigue haciendo puede tener problemas en la Premier”
¿El sucesor del Kun?
Sobre la adaptación de Haaland al fútbol británico y a un estilo tan particular como el que practican los equipos de Guardiola, resulta muy interesante tomar la referencia de Sergio Agüero. Es cierto que los delanteros de raza nunca han sido la especialidad del entrenador catalán -David Villa o Lewandowski pueden ser las únicas excepciones exitosas en toda su carrera- pero no lo es menos que supo sacar lo máximo del Kun hasta convertirle en una leyenda de la Premier League.
Otra historia diferente respecto al Kun y a Haaland es la que toca las emociones del hincha. Lo han fichado como el sucesor del Kun, ¿pero realmente podrá ocupar ese trono? Recordar el gol del argentino al Queens Park Rangers, del que ahora se cumple una década, con el que el City volvió a reinar en la liga tras 44 años, sugiere que la empresa será complicada. “Sobre el campo. No es tan fácil igualar o superar a Agüero. El Kun se ganó a todo el mundo a golpe de carisma. Es el máximo goleador de la historia del club, quizás el primer futbolista que tuvo nunca que se pudo considerar top-3 del mundo en algún momento”, explica Pol Ballús.
Haaland jugará aquí la innegable baza familiar, su padre fue un famoso centrocampista defensivo que jugó para el Nottingham Forest, el Leeds y el Manchester City en los años noventa. Sin embargo, no está claro que su matrimonio con el Manchester City pueda acabar siendo tan duradero como el del Kun. La cláusula de 150 millones a partir de la tercera temporada publicada por el ‘Bild’ saldrá a relucir en algún momento de su trayectoria. Aunque el futuro lo marcarán invariablemente sus goles y los títulos. El fútbol es impredecible pero con el fichaje de Haaland, el Manchester City quiere que lo sea un poco menos.