El terremoto grado 8 que sufrió el Barcelona frente al Bayern Múnich, en los cuartos de final de la Champions League, está provocando cambios profundos en el equipo culé. Ya se registró el primero: Quique Setién abandonó la banca azulgrana. El reemplazo está listo: Ronald Koeman, exdefensor del equipo y que fue ratificado este miércoles, es el elegido para asumir la responsabilidad. Ya había declarado que le interesaba el desafío e incluso, mucho antes, había pronosticado la crisis. O el fin de un ciclo que llevó a los blaugranas a ser considerados como el mejor equipo del mundo. Ese concepto al que aludió Arturo Vidal en la antesala del desastre ante los alemanes y que terminó transformándose en un boomerang.
Los cambios en el Barça se producen a todo nivel. A modo de ejemplo, el club comunicó la salida del secretario técnico Eric Abidal, quien alcanzó a ocupar el cargo durante dos años y fue el promotor de la llegada de Quique Setién. El francés está distanciado con Lionel Messi, con quien se enfrentó a propósito de la salida de Ernesto Valverde. Su función será desempeñada por Ramón Planes, quien deberá trabajar con Koeman en la conformación de la nueva plantilla.
Un trono amenazado
El cuestionado timonel Josep María Bartomeu le puso nombre y apellido a los intransferibles en una entrevista brindada el martes: Messi, Ter Stegen, Semedo, Lenglet, De Jong, Dembélé y Griezmann. En ese sentido, Arturo Vidal tiene la puerta abierta para encontrar un nuevo destino, aunque tenga un año más de contrato. En la misma posición del chileno quedan otros jugadores importantes (y caros) como Piqué, Busquets, Sergi Roberto, Jordi Alba, Rakitic y Suárez.
En la última liga, el chileno disputó 1.662 minutos en 33 partidos y marcó ocho goles. Apareció desde el primer minuto en 16 oportunidades, ingresó como sustituto en 17 y fue reemplazado en ocho. En la Champions, sumó siete encuentros, cuatro de ellos como titular.
Incluso en el caso de que el oriundo de San Joaquín continúe en el club, su condición estelar correría un severo riesgo. El Barça ya fichó al bosnio Miralem Pjanic, a quien se le puede concebir como una competencia directa por el puesto, aunque con Koeman en la banca es natural mirar hacia los Países Bajos en la búsqueda de opciones. Ahí surge, por ejemplo la opción de Donny van de Beek, una carta que incluye todas las variables que busca Koeman. El entrenador lo conoce a la perfección: a sus 23 años, ya lo considera en la selección de su país. Su arribo supondría, además, el complemento ideal para Frenkie de Jong, quien no ha logrado brillar en el Camp Nou con la misma intensidad con que lo hacía en el Ajax, donde fueron compañeros. Con el nuevo técnico, De Jong será una pieza fundamental.
Otros nombres que adquirirán un rol más protagónico serán los también jóvenes Ansu Fati, Riqui Puig, Pedro González ‘Pedri’ y Francisco Trincão.
La renovación
El diagnóstico de Koeman, hace un año, ya había sido lapidario con la actual estructura. “Suárez tiene más de 30 años, Messi tiene más de 30 años, Busquets tiene más de 30 años, Piqué tiene más de 30 años... seguramente estarán algunos años más, pero ¿después qué? Hay que cambiar”, enfatizó enero de 2019 en el programa Parlem de fútbol, de TV3. Y también anticipó que los movimientos tienen que producirse en las zonas clave del campo de juego: “No vas a encontrar un jugador como Messi, ojalá, pero no creo. ¿Entonces? No hay que cambiar un lateral, ni un central ni un extremo. Portero sí tienes (Ter Stegen tiene 28 años), central no tienes, centrocampista no tienes, delantero no tienes y no tienes a Messi... bueno, mucha suerte”, añadió.
El pitoniso Koeman, quien lo único que no imaginó fue que 365 días después tendría que encabezar la mayor cirugía en el Barça en el último tiempo, no se refiere a Arturo Vidal, pero la sola definición de sus prioridades pone en riesgo la permanencia del chileno. Esa materia, que parecía zanjada con Setién, quien le había concedido la titularidad que reclamaba, vuelve a transformarse en objeto de discusión a partir del perfil del plantel que el neerlandés pretende conformar.