El Rey pierde su sitial

Inestabilidad. Desequilibrio. Es lo que suele provocar en sus enemigos futbolísticos Arturo Vidal. Con su impetuoso juego y temeraria personalidad, rompe con lo establecido tanto dentro como fuera de la cancha.

No obstante, su presente en el Bayern Múnich adolece de aquello con lo que sufren sus rivales al enfrentarlo. El orden ha mutado y las regularidades ya no existen como tal, al menos para el chileno. Porque ve cómo su fútbol, tras la llegada de Jupp Heynckes, comienza a involucionar bajo el abrigo de la banca de suplentes, en un papel secundario, ajeno al nuevo impulso que han tomado los bávaros. Ahora la inestabilidad la padece el Rey.

Ayer sumó un nuevo partido fuera del once inicial. Una tendencia desde que Carlo Ancelotti dejó la banca del Bayern para ser reemplazado por el multicampeón Heynckes. Desde que asumió el 6 de octubre, los muniqueses han disputado siete partidos contando Bundesliga, Copa de Alemania y Champions. En solo tres ha sido titular, uno en cada competición. Y los minutos jugados tampoco le acompañan: 280 de 630 posibles.

"Arturo es un gran jugador, pero yo a él le exijo mucho más de lo que ha demostrado en el campo", declaró el DT luego de que Vidal se molestara tras ser sustituido a mitad de semana ante el Celtic. Al exjugador de Colo Colo lo conoce bien y sabe de sus capacidades, ya que lo tuvo bajo su mando cuando el oriundo de San Joaquín militaba en el Leverkusen.

Por lo tanto, aquel desempeño bajo lo normal puede ser una de las razones para tan poca participación en los planes de Heynckes.

Otra, que el planteamiento del coach alemán prefiera a Javi Martínez como volante de contención en detrimento del chileno. Desde el cambio en la dirección técnica, el defensor español se ubica en aquella posición de manera inamovible. Y si se habla de volantes creativos, James y Thiago son las alternativas principales para tal puesto. Además, Sebastian Rudy parece ser también el joven verdugo del mediocampista nacional en su propio club, ya que disfruta de la titularidad en esa zona del campo.

La diferencia entre ambos ciclos es evidente. En los primeros siete partidos de liga, disputados con Ancelotti, Vidal inició en cuatro, jugando 331' de 630 posibles, sumando una asistencia y un gol. Y si se comparan las 11 primeras fechas de esta Bundesliga con la anterior, se observa lo imprescindible que resultaba el Rey para Ancelotti: nueve comienzos como titular contra los cinco que acumula esta temporada.

Lo que parecía inmancillable a las polémicas, lo que permanecía indemne al desorden personal, finalmente ha sido afectado. Su estatus de indiscutido, por primera vez, sufre un traspié.