Es la cuarta ocasión consecutiva en que definen al campeón de la NBA. Y parece que cada vez será más emocionante que la otra. Eso al menos promete lo que sucedió anoche, en el primer partido de las finales de la liga, donde los Golden State Warriors se impusieron por 124-114 a los Cavs, con sólida una actuación colectiva, que fue lo único que puedo detener el memorable trabajo de LeBron James, el mejor jugador de básquetbol del mundo.
El Rey convirtió 51 puntos y condujo a su equipo hasta el sobretiempo en el Oracle Arena, en un situación que bien pudo haberla liquidado el visitante, si George Hill hubiera anotado sus dos tiros libres, pero falló uno de ellos, dejó el score igualado a 107 y al local con vida.
En los cinco minutos adicionales, los californianos simplemente comenzaron a repartirse las anotaciones ante un rival que se quedó sin energía ni respuestas. El domingo se jugará el segundo duelo en el mismo escenario.b