Ricardo Abumohor analiza la crisis: “Es el peor momento del fútbol chileno, porque el mundo se transparentó, pero la actividad sigue igual, encerrada, escondida”
El ex presidente de la ANFP realiza un descarnado análisis de la actualidad del fútbol chileno. Como propietario de O’Higgins, se declara afín a la lista de Fernando Aguad, aunque espera conocer los programas de las tres listas que aspiran al sillón de Quilín, pero fustiga con dureza el clima de división que advierte en el balompié nacional.
Basta entrar a la oficina de Ricardo Abumohor, en el sector oriente de Santiago, para advertir que la actividad que más lo apasiona sigue siendo el fútbol. Una réplica en miniatura de la Copa del Mundo, recuerdo de su paso por Francia 98 como presidente de la ANFP, y un par de trofeos más, dan cuenta de su rol como dirigente. El propietario de O’Higgins se apresurará en aclarar que se considera como parte del pasado de la actividad, aunque remarcará sus diferencias con el presente que atraviesa. Y, sobre todo, no vacilará en mostrar su preocupación por los problemas que la aquejan y por el clima de división que observa en la postulación al control de la entidad que rige al fútbol chileno.
“¿Si es el peor momento de la historia del fútbol chileno? Sin ninguna duda. Porque el mundo cambió, se transparentó. Todo ha tenido que reformularse. Y el fútbol sigue igual, encerrado, escondido, falto de credibilidad. Esta actividad está ligada íntimamente con la gente, con que crea en sus liderazgos, en los que están manejándola, en que son serios, profesionales y en que los objetivos son claros. Entonces, en la medida en que nos vayamos dividiendo, cada vez va a ser más difícil. Y en la medida en que no modernicemos nuestros estatutos y reglamentos, como hoy, que para ser presidente de la ANFP hay que tener todos estos requisitos, no estamos abriendo el abanico. Si hoy puedes traer gente hasta de afuera para que maneje esto, pero con transparencia, objetivos claros. Pero aquí las dudas son de todos los días. Que nadie le cree al VAR, a los árbitros, que los dirigentes están preocupados de los negocios”, enumera en el inicio del diálogo con El Deportivo.
¿Va en caída libre? ¿Tiene tope esa caída? ¿Puede parar?
Puede parar en la medida en que estemos dispuestos a hacer los cambios que se requieren. Hoy todo el mundo exige transparencia. Aquí quien tira la primera piedra, si todos tienen una hachita que afilar. El ser humano es pecador desde la época de Adán. Unos por corruptos, otros por huevones, otros por desconocimiento, otros por lo que tú quieras, pero dónde están los liderazgos. No aparecen porque todos tienen una hachita que afilar. Entonces, vamos de frente, abramos, reconozcamos nuestros pecados, reformulemos nuestros proyectos y en este caso, el del deporte, entendamos que le pertenece al país y que tiene que ser manejado muy abiertamente, muy transparentemente.
Hoy hay clubes de los que no se sabe con certeza quienes son sus dueños.
Para peor. Y es como que a nadie le importara. Como que da lo mismo. Entonces, uno de repente se cansa. Yo pertenezco a otra época y soy pasado. Una época mucho más romántica, de sensibilidades, de compromiso por un bien común. Y eso hoy no lo veo.
¿Se demonizó esa época? Porque se suponía que la actual venía a garantizar transparencia.
No sé. Yo me alegro de haber participado de esa época. Para mí, fue enriquecedora, muy frontal y de mucha incorporación. Hoy veo divisiones por todos lados. Y restricciones. Al fútbol le han perdido el respeto. Cualquiera suspende un partido porque se le ocurrió que hacía demasiado frío. Y le hemos quitado todo el entorno que requiere y que necesita una actividad como esta.
¿Se le perdió el respeto al fútbol o el fútbol perdió el respeto?
Yo creo que ambas cosas. El fútbol no supo hacerse respetar y enfocamos el mal camino con lo de las sociedades anónimas, que fueron importantes en un minuto, pero que hoy tienen la obligación de ser reformuladas, porque no son iguales a otra sociedad anónima. Estas sociedades les pertenecen, en gran porcentaje al país. Te lo vuelvo a repetir: puedes ser dueño en la ley de un club, pero en la práctica lo estás administrando. Sin la gente eres nadie.
Un fútbol dividido y el arribo de los agentes
¿Que haya tres listas es un síntoma de un fútbol roto?
Absoluto. Y de debilidad absoluta y de intereses, absoluto. Aquí cada lista tiene un interés, porque de otra manera no se justifica. Se han creado diferencias partidistas dentro del fútbol, con objetivos distintos. En este grupo están los empresarios, en este grupo están los representantes, en este grupo… Pero, por favor, si el denominador común debiera ser uno solo: el desarrollo del deporte en Chile, de alta competitividad. Y para eso se requiere de un programa de trabajo profundo, abierto, con los mejores profesionales del mundo que quieran levantarlo
¿Le ofrecieron ser director de alguna lista?
No. Yo no puedo. Estoy alejado hace mucho del fútbol, por lo que te digo. Cuando el argumento deja de ser válido yo, al menos, y muchos de mi generación, dejamos de ser parte. Porque el argumento dejó de ser válido. Hoy lo que es válido es la conveniencia. Y eso ha perjudicado todo. Hay distintos tipos de intereses. No quiero entrar a personalizar, pero están a la vista. Nosotros pertenecemos a una época romántica, tenemos un tremendo complejo deportivo para un club como O’Higgins, que no lo tiene la selección chilena. Y cuesta plata, cuesta desarrollo, pero creemos en eso. Y la gran mayoría no cree en eso. Está en la parte económica.
¿Los representantes se están tomando el fútbol chileno?
Pero es que yo creo que todos se están aprovechando en la medida en que no haya reglamentos, no haya restricciones y no se ponga un coto, un orden. Si el mundo cambió y el fútbol no quiere cambiar. Se hicieron divisiones en el fútbol producto de que quisieron salvar a otros clubes nomás. Pero, como las cosas no son claras, vamos a tener siempre problemas. Todos los meses vamos a tener un problema distinto. ¿Cuánto hace que no tenemos una selección Sub 17 o una Sub 20 viajando por el mundo? ¿Cómo no nos preparamos para reemplazar a la Generación Dorada y hoy lo lamentamos? Al contrario, le quitamos recursos, porque no había recursos para eso. Nos limitamos a lo puntual. Ha habido una falta de visión enorme. Y eso ha perjudicado al país, a la actividad. Y por eso estamos viviendo lo que estamos viviendo. ¿Qué se requiere? De unidad bajo un programa de trabajo en común. Y lo que tú dices: hay tres listas y yo me imagino que cada una con diferentes criterios. No lo sabemos. No conozco el programa de ninguna de las listas. Conozco a gente con la que de alguna forma compartí y que me da más confianza que otra, nomás.
¿Les teme a los representantes en el control de los clubes chilenos?
Yo le temo a todo lo que no tenga límite. A todo lo que no está reglamentado o transparentado. Esa relación tiene que estar absolutamente rayada, porque si no hay aprovechamientos políticos. Si nos ha pasado de todo. Esta es una actividad que requiere de credibilidad y hemos hecho todo lo posible para que la gente cada vez crea menos. Ya no le creen al VAR, a los árbitros, a los jugadores ¿Qué estamos haciendo?
¿Vincula a algún candidato a la ANFP con los representantes?
La verdad, no sabría decirlo. Y lo digo con honestidad. Pero me imagino que debe haber tendencias. Pero si tengo que pronunciarme y esto es lo que hay, yo conozco más a la gente que hoy acompaña a Fernando Aguad. Conozco a Andrés Fazio, a Arturo (Salah), a (Arturo) Chahuán. Es gente de fútbol y que tiene menos compromisos. Es mi impresión.
¿Esa es, entonces, la opción de O’Higgins?
La opción está planteada bajo dos esquemas. Primero, el plan de trabajo. Y, segundo, quiénes son los encargados de ejecutarlo. Estamos esperando el programa de trabajo. Ya sé quienes van a ejecutarlos en cada una de las listas. Y la que me da más confianza y los veo menos comprometidos, por así decirlo, porque me puedo equivocar. Pero yo hubiera querido otra cosa: una lista de unidad, con 100 por ciento profesionales, con objetivos claros y sacar al fútbol del pantano.
Si Milad y Antillo pasan a segunda vuelta...¿O’Higgins va por Milad?
No lo sabría decir. Mientras no vea los programas de trabajo de cada uno, no sabría decirlo. Cometeríamos los mismos errores que cuando quisimos elegir técnico. Porque nadie profundiza en las cosas. Porque desde el minuto en que Sampaoli dijo ‘este camarín es ingobernable’, no podías traer un técnico santo. Podía ser muy bueno, pero estás con el antibiótico equivocado. No es que sea malo.
El proyecto celeste
¿Esa es la razón por la que no se ha desprendido de O’Higgins? ¿Para garantizar ese vínculo?
Yo creo que, al menos yo, ya cumplí un ciclo. Y las personas pasan y las instituciones quedan. Hoy, el objetivo es proyectar a O’Higgins al futuro, porque lo más difícil está hecho. Pero una sola familia no puede hacerlo. Está a la venta hace mucho rato, pero no hemos querido cerrar con nadie del extranjero. Queremos hacerlo con alguien de la zona, que se incorpore. Porque esto tiene que continuar. Entonces, mantenemos lo que hay, pero hay un potencial de la putísima madre para crecer en la medida en que puedas tener más gente, inyectarle más capital y darle más proyección y más posibilidades. El resto está hecho. Esto es lo mismo que Berlusconi, que vendió el Milan porque una familia no podía sostenerlo para estar en las grandes ligas. Nosotros somos el cordón del zapato de Berlusconi. Eso es lo que estamos trabajando, lo que estamos buscando. Gente que se incorpore.
¿O sea los Abumohor no se irán completamente de O’Higgins?
Va a depender de las personas que se incorporen. Si quieren que los Abumohor sigan participando, los que quieran, perfecto, pero no van a tener el 100 por ciento de la responsabilidad.
¿Fracasó el fracaso del modelo de las Sociedades Anónimas?
Yo creo que fueron importantes, vitales, en su momento, pero hace mucho rato que debieron ser reformuladas, reinventadas, con derechos y obligaciones. Esto lo estoy diciendo hace varios años
El fútbol que nadie quiere
¿Se ha vuelto indeseable el fútbol chileno? Se lo pregunto porque nadie lo quiere recibir.
¿Sabes lo que pasa? En mi vida aprendí que cuando la cabeza no funciona, el resto del cuerpo tiene problemas. Y creo que hemos tenido grandes problemas de cabeza, en el sentido de entender de qué se trata esta actividad. Y todo eso se fue desvirtuando y deformando. Creo que estamos con estatutos anticuados, reglamentos y administración anticuados, con falta de transparencia. Estamos como estamos porque lo hemos hecho mal. Peor es difícil.
Entonces, el fútbol debe ofrecerles condiciones distintas a las autoridades para recibir un mejor trato.
Lógico. Si en esto estás unido. No lo puedo olvidar. Me acuerdo de la actitud de la gente para el Mundial de Francia. Salíamos de Azkargorta, venía el partido con Ecuador, trajimos a Acosta porque creíamos que era el antibiótico adecuado para ese minuto y 80 mil personas en el estadio llevaron un ambiente de la putísima madre, en un día de lluvia, barro y desesperación. Cuando empató Aguinaga, se levantaron 80 mil personas como diciendo ‘esta la ganamos igual’. E hicimos tres goles ¿A mí me quieren decir que esto no es pasional? Es vital.
¿Comparte la idea de que el fútbol tiende a privatizar las ganancias y a socializar las pérdidas o las falencias?
Puede ser, pero todo esto te lo va llevando el sistema. Aquí tiene que estar muy delimitadas las responsabilidades. Hoy estás expuesto a que cualquier ente gubernamental pueda matar una actividad o paralizarla. Y eso ha sido producto de que no hemos sabido imponernos, porque tampoco hemos sido capaces de darles soluciones a los problemas. Si no eres capaz de controlar a tu gente o decir quién es quién, no tienes derecho a pedir más. Hay que ser muy claro y muy drástico. ¿Por qué se terminó la violencia en Inglaterra?
Porque se adoptaron todas las medidas para que eso pasara. Desde ponerles asientos individuales a los estadios…
Bueno. Entonces, hay que tener los conceptos muy claros y ser perseverantes. Estas son las reglas. El que no las cumpla, las penas del infierno.
A usted le tocó enfrentar el problema de la violencia ¿tiene alguna idea de cómo controlarla?
Siempre hubo. He tenido experiencias al respecto y creo que a la gente hay que unirla. Mirko Jozic se fue de la Selección porque decía que la gente de Colo Colo iba con su camiseta a pifiar a los de la U y al revés. Y así no íbamos a llegar a ninguna parte. ¿Qué logramos? Unir a la gente. Y te lo digo porque hablé con las barras y les pedí que se unieran para intentar llevar a Chile al Mundial. Y te lo digo hoy: lo único que me pidieron fue la tela para hacer la bandera gigante. Y se unieron por un bien común. Entonces, hay un tema de credibilidad, de gestión, de involucramiento.
En Rancagua, la gente de la U ha generado graves problemas ¿Es partidario de seguir prestándoles El Teniente?
Es que, al margen de eso, yo soy partidario de que los clubes tienen que saber manejar a su gente. Porque no es posible que vayan a Rancagua y se armen los escándalos que se arman.
O que rompan el Memorial.
Pero por supuesto, si es una falta de respeto a Dios. ¿Por qué lo van a aceptar? ¿Por qué los tiene que aceptar la gente de Rancagua, cuando han sido vejados? Cada club tiene la responsabilidad de manejar a su gente y de saber quiénes son.
¿Es partidario de que Carabineros vuelva a los estadios?
No lo sabría decir. Yo soy más partidario de comprometer a la gente, a cada institución, a hacer un bien común. Pero mientras la gente no vea una entrega, generosidad, una unión, desarrollo, deseo, transparencia. Todos quieren usufructuar. Nadie está peleando por un bien común. Antes teníamos 80 mil personas en el estadio. Ahora, cada vez menos. Algo estamos haciendo mal. Tenemos que encontrar el camino. No sé cuál. Pero hay caminos.
Las casas de apuestas y el consejo a Berizzo
¿Qué le parece la presencia de las casas de apuestas en el fútbol chileno? Su club, O’Higgins, tiene relación con una…
De repente, la necesidad tiene cara de hereje
¿El fin justifica los medios?
Que es peligroso, claro que es peligroso. Que hay que reglamentarlo, claro. El fútbol también es una actividad económica, pero hemos sido tan malos administradores que ya no quedan auspiciadores. Entonces, vamos a los que pueden llegar a generar dudas. Es culpa nuestra, porque no hemos sabido incentivar a quien debiéramos. Nos hemos manejado pésimo. Las empresas convencionales perdieron la confianza en el fútbol. Ya no les creen.
¿Es Berizzo el técnico ideal para el nuevo proceso?
Yo tuve experiencias muy lindas con Eduardo. Tiene capacidad, capacidad de diálogo, muy buen manejo, pero veo un momento muy difícil para el fútbol chileno, porque los recambios no son fáciles. La opción que tiene Chile, porque no puede seguir viviendo de la Generación Dorada, es armar un equipo competitivo en que la fuerza esté en el conjunto. No es una tarea fácil, pero hay que darle el tiempo para formar esa Selección, para hacerla trabajar, partidos para moverla internacionalmente. No tenemos otra. Los años no se pueden comprar en el supermercado. En eso hemos sido terriblemente lentos. Hemos perdido años, generaciones. No se le ha dado importancia al desarrollo de las divisiones menores. Los jugadores no salen por generación espontánea. A nosotros nos cuesta. Entonces, debe haber un trabajo y apoyarlo. Para eso debe haber dedicación y entrega. Es un momento difícil.
¿Ha hablado con él? ¿Le ha sugerido algo?
La verdad es que no he profundizado mucho con él. Creo que está recién poniéndose a tono. Cuando supe que había interés en que pudiera venir, le aconsejé que no viniera.
¿Por qué?
Por el mismo consejo que le di cuando iba a tomar Paraguay: le dije que Paraguay no tenía nada. Y aquí hay un trabajo enorme que hacer. Se puede armar una Selección competitiva, a lo mejor no en base a talento, sino a una forma de juego, a una mecánica, que es válido. Eso es lo que hay que buscar. Pero eso necesita trabajo, constancia.
Está claro que decidió en sentido contrario ¿Le dio sus razones?
Yo creo que él quiere establecerse. Ya está cansado de dar vueltas por el mundo. Esa es la impresión que tengo. Y Chile, por distintas razones, es un país que le acomoda. Ojalá que tenga éxito, porque se lo merece. Es un hombre sano, serio y honesto. Pero de que va a necesitar mucho apoyo y trabajo, no hay ninguna duda.
El recambio y el caso Byron Castillo
¿Qué haría usted con la Generación Dorada en este proceso, que apunta al recambio?
Mientras tengan la chance de poder ayudarle a la Selección, por supuesto. Pero hoy en las competencias de afuera veo muy pocos chilenos titulares. Lo básico es que ellos puedan aportar la experiencia y les puedan dar una mano a los más jóvenes para la proyección.
¿Hay lecciones que se puedan tomar del proceso del 98, por ejemplo?
Seguramente, pero en esa Selección había dos jugadores que actuaban en el extranjero: Zamorano y Salas. Los demás eran todos locales. No había más. Hoy, Chile tiene buenos jugadores, pero son mal trabajados, mal entrenados. Es mi impresión.
¿Cómo habría resuelto el caso Byron Castillo, habiendo sido presidente de la ANFP?
Uno podrá tener distintas visiones, pero yo creo que los reglamentos se hacen para algo y el reglamento es claro. No se consideró o se aplicó otro criterio, eso es otra cosa. Pero no sé si nos manejamos con el suficiente tiempo, con la profundidad que se requiere o fue demasiado sobre el pucho. Pero Chile siempre tiene que defender los reglamentos que aprobó. El día que nos pasemos por el forro de las pelotas los reglamentos, vamos a entrar en la ley de la selva.
¿En algún momento le puede jugar en contra a Chile?
No sé. Yo creo que los países tienen la obligación de defender ciertos principios y valores. Una cosa es que se haga bien o mal. Una cosa es que se plantee de cierta manera o de una equivocada. Pero hay que saber tener presencia. Y nosotros no hemos tenido presencia. A través del tiempo, Chile ha perdido un peso político importante.
¿Se nota en este caso?
Te lo dicen los resultados. Ahora, si se comprobó que este jugador era colombiano y no pasó nada, entonces hay que reformular el reglamento. Es lo que tengo entendido. No sé si hay fallos en eso, pero es lo que tengo entendido.
La FIFA se avala en los dictámenes de la justicia ecuatoriana.
Se buscan resquicios. Entonces, es difícil pronunciarse, pelear con las sombras.
¿No le generaría ningún contrasentido llegar a Qatar por la vía administrativa?
No. Al contrario. Si se llega a dar, habría que aprovecharlo y mandar una Selección de proyección. Ahí quiero ver cuántos pares son tres moscas. Que al menos le sirva a Chile como una proyección, una vitrina, el inicio de un nuevo ciclo, una experiencia inolvidable. No sé si la volvería a tener. La vida te da oportunidades, pero hay que saber aprovecharlas. Hoy no estamos pensando, estamos actuando y defendiendo intereses. Nadie está pensando en el desarrollo, en la estabilidad, en la credibilidad. Nadie está pensando en eso. Hoy, lo vuelvo a decir: el argumento no es válido, es válida la conveniencia. Y yo estoy fuera del fútbol por eso.
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