Ricardo Gareca tuvo un complicado cierre de 2024 en las Eliminatorias. En la penúltima fecha que se disputó este año la Roja debió viajar hasta Perú con la misión de obtener los tres puntos para seguir manteniendo la ilusión de pelear por el repechaje.
Del otro lado, la Bicolor también estaba complicada, por lo que hicieron todos los esfuerzos posibles para evitar que el Equipo de Todos pudiera llevarse la victoria. Así, una de las estrategias fue darle a Ricardo Gareca mala suerte.
En Perú no perdonaron que el entrenador argentino se fuera a una de las selecciones archirrivales de las Eliminatorias, por lo que apelaron a algunos métodos poco tradicionales para que saliera derrotado.
Así lo confirmó el propio entrenador en diálogo con Bajo Presión. En esa instancia también acusó a los dirigentes del fútbol peruano de filtrar todo lo que pasaba en medio de su salida. “La prensa sabía lo que se iba a tocar en la reunión, yo no”, apuntó.
Sobre los métodos para darle mala suerte, entre ellos poner elementos de color verde. Esto ocurrió también en el Estadio Monumental de Ate, donde los locales instalaron sillas y basureros verdes dentro del camarín chileno y el arquero incaico Carlos Cáceda saltó a la cancha con indumentaria de ese color, todo con el fin de atormentar al técnico.
Ante esto, Gareca indicó que “me pusieron silla verde, todo verde, de todo”, aunque se lo tomó como algo normal. “No me molestó, forma parte del folclore del fútbol”.
También fue consultado por su punto pendiente junto a la selección peruana, reconociendo que este fue el hecho de no poder acceder por segunda vez a un Mundial tras caer en el repechaje, aunque de todos modos valoró su estadía en la Bicolor. “Es una etapa importantísima en mi vida, es algo imborrable”, afirmó.
Ricardo Gareca disfruta de las fiestas de fin de año junto a su familia en Argentina y se prepara para un 2025 donde está obligado a ganarlo todo.
La otra táctica
Otra manera que tuvieron los peruanos para intentar quedarse con la victoria fue la utilización de canciones de Marc Anthony. La historia data de hace casi 20 años y comenzó en Colombia, cuando el DT dirigía a América de Cali. Y la razón tiene que ver con que cada vez que sus jugadores escuchaban la música del salsero en el camarín, la derrota era casi segura.
El entrenador fue consultado por dicho asunto en una entrevista previa al Clásico del Pacífico, pero Gareca mostró indiferencia y sorprendió con inesperada reacción. El seleccionador lo tomó con mucha gracia y hasta se animó a señalar que tiene mucha admiración por el cantautor estadounidense.
“Eso no tiene nada que ver, pero bueno simplemente respeto por un gran artista, esto es algo que excede a todo tipo de cuestiones, por lo contrario, mi admiración hacia él siempre ha sido. No tengo ningún problema con nadie”, declaró.