La selección chilena ha enfrentado múltiples problemas en el regreso de las Eliminatorias Sudamericanas. Esta vez deberá lamentar otra baja sensible en el mediocampo para medirse a los equipos de Argentina y Bolivia, este último duelo en tierras nacionales.
Porque la ausencia de Alexis Sánchez, quien estará un mes de baja en Udinese de Italia, ya había sido un duro golpe para el técnico de la Roja Ricardo Gareca.
Esta vez suma un nuevo jugador entre los golpeados. Se trata de Diego Valdés, mediocampista del América de México, quien salió lesionado del partido en el que su club cayó por goleada ante Cruz Azul, el sábado en la noche.
El volante formado en Audax Italiano sufrió una caída, cerca del final de la primera parte, situación que le impidió seguir en la cancha. A los 42 minutos, el chileno fue reemplazado por Erick Sánchez.
Nuevos exámenes
A pesar de este nuevo contratiempo, el futbolista de todas maneras viajó desde el país norteamericano a Santiago, todo para integrarse a la disciplina del equipo nacional.
Ya en Chile, los doctores de la Roja dispusieron de otros exámenes en una institución capitalina para medir la gravedad del problema y, a su vez, establecer los tiempos de recuperación.
Pruebas que arrojaron el peor de los diagnósticos, ya que Valdés no podrá jugar contra los campeones del mundo, el próximo jueves en Buenos Aires. Pero tampoco podrá hacerlo el martes de 10 septiembre frente a Bolivia, en Santiago.
“El Cuerpo Médico de la Selección Chilena informa que el jugador Diego Valdés ha sido liberado de esta Fecha FIFA por presentar: lesión traumática en el hombro izquierdo”, informó el Equipo de Todos en sus canales oficiales.
Asimismo, agregó que “el plazo de recuperación de la lesión supera los tiempos de la presente Fecha FIFA, por lo que el deportista ha sido liberado de la convocatoria”.
Un nuevo traspié para el mediocampista, quien tampoco pudo disputar la Copa América de Estados Unidos 2024, tras lesionarse en la antesala del torneo en el que Chile no logró avanzar a la segunda ronda, sin siquiera anotar un gol.