Ricardo Gareca está golpeado. Le cuesta encontrar razones por la dura caída ante Colombia. “En caliente es muy difícil dar una respuesta. Nos superaron en todos los sectores del campo. Nada que objetar. Es difícil hablar de algo que se evidenció: una superioridad de Colombia sobre nosotros. Nos costó hilvanar jugadas. A ustedes les duele, a nosotros también, que somos los protagonistas”, sostiene.

“No tengo la respuesta yo. Hoy no le puedo dar una respuesta concreta. Siempre me invaden cosas, a todos, de la misma forma que ustedes, yo también las siento, pero no estoy acostumbrado a tomar decisiones en caliente. Quiero pensar, enfriarme. Es un proceso difícil, complicado. Hoy no estoy para tomar una decisión. Necesito calmarme, enfriarme, estar con los dirigentes, con mi cuerpo técnico. Una decisión de abandonar el cargo no estoy en condiciones de manifestarla. Estoy acostumbrado a reflexionar cualquier decisión que tome”, apunta, abriendo la puerta para una salida prematura.

“Soy el responsable”

El Tigre no esconde su cuota de participación en el desastre. “Soy el responsable”, enfatiza. Y después, ironiza respecto de la situación que vive. “Hay un 80 por ciento o un 90 por ciento que quiere que me vaya. La cuestión futbolística es responsabilidad nuestra, del cuerpo técnico. Si hay algo hasta el momento, de lo que he visto, es que en todos los partidos anteriores... no se olviden que en el partido anterior nos fuimos aplaudidos. Dimos una respuesta que nos hizo pensar en que podríamos reaccionar. No fue así. A partir de ahí, necesito un tiempo para no contestarle en caliente”, insiste.

Gareca profundiza. “No sería tan estricto, menos con los muchachos. Están entregando todo. Este proceso ha sido bastante traumático, por muchas situaciones que nos tocó vivir. Suspensiones, lesiones. Soy el máximo responsable respecto de eso. Los muchachos intentan dar todo. Pero hay más cosas que te llevan a analizar todo. Es un proceso que arrancó bien. Tres partidos, ocho goles. Ilusionamos a todo el mundo. Y de golpe, un agujero bastante pronunciado. Hay muchachos que se vienen sosteniendo desde que inicié. Los cambios tienen que ver con lesiones o suspensiones. No tienen que ver con que esté buscando o cambiando o con alguna inseguridad que les esté transmitiendo a los muchachos”, agrega.

El entrenador de la Roja, Ricardo Gareca, durante el partido ante Colombia. (Foto: Photosport)

“En este momento no miraría tanto a futuro. Sí tengo que pensar qué voy a hacer. No me atrevería a contestarles más allá de esta noche. Seguramente habrá reuniones, muchas cosas en las que uno tendrá que pensar bien. Hasta el momento, digamos que fue un proceso en que, oficialmente, no hemos podido despegar”, añade.

Es primera vez que acepto que voy a reflexionar. Quizás es percepción verme sin fuerzas ¿Usted me vio antes sin fuerzas? Se van acortando los tiempos. Es una realidad. Hoy iniciamos la segunda rueda. No puedo ocultarlo tampoco. Hay decisiones que no tomo yo. La dirigencia también tiene que pensar. Esta es la primera vez que manifiesto públicamente una postura que no es terminante. Simplemente, no acostumbro a tomar decisiones en caliente. Este juego no me resultó, este resultado no me gustó. Pero no es intención mía dar un signo de debilidad. Yo estoy convencido de lo que quiero”, insiste.

Dar un mensaje es difícil. La gente está mal. No puedo decirle nada. Hay momentos en que uno muestra cosas importantes y se llena de seguridad. En este hubo cosas que no salieron de parte nuestra. Vi una superioridad importante de Colombia sobre nosotros. Soy el máximo responsable. A la gente la dejaría tranquila. Debe estar mal anímicamente. Cuando manifiesto que no pierdan la fe, lo hablo desde la seguridad. Cuando salgo de un partido que me dejó bastante preocupado, prefiero reflexionar, tomarme mi tiempo. Hoy, de mi continuidad, no puedo asegurar nada”, dice.

“Si confían en mí, me gustaría asumir el desafío de dirigir Chile. Con actuaciones como ante Brasil, podemos. Con actuaciones así, estamos complicados. Matemáticamente, Chile todavía tiene chanches. Futbolísticamente, está lejos, si no mejoramos”, establece.

Yo no tengo dudas de las condiciones de los futbolistas chilenos. Me toca vivir un proceso difícil. Poca tolerancia, muchas críticas a todo nivel. No es fácil. Se da la particularidad de que en otro momento hay más calma, aunque en el fútbol cuando no se gana en cualquier momento está complicado. El proceso de Chile. Hay una parte interna que me dice que le gustaría hacerle frente y hay una que me lleva a reflexionar, porque hay gente que ha confiado en nosotros y tampoco me gustaría que viva una situación complicada”, sentencia, aludiendo a los contratiempos que también vive la dirigencia a partir de los resultados de la Roja.

Sigue en El Deportivo