Ricardo Lunari (52 años) está cumpliendo una tradición en Qatar junto a un grupo de amigos: acompañar a la selección argentina en un Mundial, tal como lo hizo en los cuatro anteriores. El exfutbolista e ídolo de la UC atiende a El Deportivo desde Doha y repasa la actuación transandina que ya los tiene en semifinales.
¿Cómo ha sido la experiencia de estar en Qatar viendo a Argentina?
Muy linda experiencia. Un poquito complicado al principio, porque cuando llegamos perdió Argentina y parecía que podía quedar afuera. Fueron días con muchas dudas, pero gracias a Dios se encaminó todo y si queda fuera ahora no es lo mismo que quedar en la primera fase.
¿Qué le ha parecido el juego del equipo?
De a poquito. De menor a mayor. Había arrancado bien contra Arabia, no lo pudo definir y el segundo tiempo jugó muy mal y Arabia encontró los goles. Después, contra México, no jugó tan bien porque era un partido durísimo, donde los dos equipos sabían que perder los dejaba casi afuera del Mundial. Así que fue un partido de muchos nervios, hasta que apareció Messi y lo destrabó. Contra Polonia ya jugó mejor, a pesar de que fue duro, porque los polacos se metieron atrás y era difícil entrar, pero el equipo manejó más la pelota y pudo hacer un par de goles más y contra Australia fue parecido a Polonia, pero se complicó porque no lo supo definir. El equipo está creciendo, está muy bien anímicamente y con mucha confianza.
¿Cómo vivió el triunfo ante Países Bajos?
Fue un partido muy intenso. Haberle ganado a Países Bajos, en un partido tan cerrado, que Argentina tenía prácticamente dominado y parecía que estaba listo... Llega el descuento y en la última jugada, el empate. Se hizo muy complicado, muy duro. El primer tiempo del suplementario fue parejo y, en el segundo, Argentina hizo mejor las cosas y mereció ganar; pegó un tiro en el palo en el último minuto, y después en los penales la suerte acompañó al equipo que hizo más méritos. Fue emocionante, un hermoso momento que nos tocó vivir a todos los argentinos que estamos aquí en Qatar.
¿Cuál es su visión de Croacia?
Es un equipo que con sus méritos y su forma de jugar logró llegar a la final del Mundial anterior y en este ya está en semifinales. Un rival de mucho riesgo, que sabe bien lo que quiere, que sabe muy bien cuáles son sus límites y cuál es su poderío. Va a llegar con el ánimo bien en alto por su victoria ante un Brasil que parecía imbatible. Argentina se va a encontrar con un rival durísimo y cualquiera de los dos, para pasar a la final, tendrá que rendir al máximo.
¿Y cómo ha visto a Lionel Messi?
Muy bien. Uno no puede de dejar de pensar en que tiene 35 años. No es lo mismo que cuando tiene 23 y 24, pero realmente cuando Argentina lo necesitó, cuando él tenía que aparecer, apareció. El otro día contra Australia, cuando a muchos la pelota les quemaba, apareció y se puso el equipo al hombro y mantuvo el resultado. Va para adelante, gambetea, da asistencias, hace goles. Por la edad que tiene, es extraordinario lo que está haciendo. El mejor nivel de Messi en un Mundial es este, cuando no tiene tanta explosión, pero juega diferente y a Argentina le sirve muchísimo. Y uno sabe que, cuando está cerca del área y la pelota le queda a él, hay muchas posibilidades de que Argentina pueda abrir el marcador. Pasó contra México y contra Australia. Ha hecho un Mundial espectacular, a otra intensidad y velocidad de lo que estábamos acostumbrados a ver cuando era más joven.
¿Y el trabajo de Lionel Scaloni?
No creo que a ningún argentino nos parezca que lo ha hecho mal. Es un gran motivador, que sabe llevar al grupo. Llegó y le entró a cada jugador, y uno nota en la cancha que el jugador se juega la vida por el técnico, y eso es lo más difícil de lograr. Cuando uno como entrenador tiene el compromiso de todo el equipo, se hace más fácil. Scaloni puede estar tranquilo, porque todos los jugadores están dejando la vida. Es un trabajo espectacular y de gran nivel.
¿Le ha gustado este Mundial?
Ha sido bien particular. Nosotros con un grupo de amigos llevamos cinco Mundiales, desde Alemania 2006, y este es totalmente diferente. Todo el mundo en la misma ciudad, todas las canchas en la misma área. Entonces, había mucha gente, mucho movimiento. Era muy difícil llegar al estadio, los metros no daban abasto y se hacía difícil el traslado, porque era demasiada gente dentro de una misma ciudad. Ahora estamos más cómodos. Hay menos equipos. Uno puede ir al estadio con tranquilidad, pero hubo momentos en que costaba desplazarse. Qatar es un país muy lindo e impresionante. Uno disfruta el conocer un país que, si no hubiera sido por el Mundial, jamás hubiera llegado a conocer.
¿Y futbolísticamente?
Si España hubiese eliminado a Marruecos, los ocho equipos que llegaron a cuartos de final eran tremendos, unos cruces espectaculares. Faltó España para que fuera completo, aunque Marruecos ha ganado muy bien. Salvo algunas excepciones como España, Alemania y Uruguay, llegaron los que tenían que llegar.