La Primera B salió para atrás a la hora de las reparticiones, sin duda. En un año y medio, le dieron la oportunidad de un ascenso directo y la posibilidad de otro. El Transición de este semestre lo jugaron por una posibilidad, nada confirmado.
Suena injusto y lo es. Como también lo era para Curicó Unido el coeficiente de rendimiento, donde un triunfo era un premio para solazarse y una derrota, un abismo peligroso.
Los maulinos supieron zafar, sobre el final. Fueron a los que menos le temblaron las piernas en la fecha de cierre, ratificando los flashazos que tuvieron en el campeonato, esos correctos partidos a la U, Unión Española y Colo Colo, en los que, pese a no sumar, demostraron que no andaban tan lejos del nivel de Primera División.
En definitiva, será Santiago Wanderers el que se enfrente a Unión La Calera en la Promoción, el duelo que define si sube el que viene de abajo o si el que está arriba se viene abajo.
Es cierto que en el fútbol es enemigo de los absolutos y que está lleno de historias de épica que lo engrandecen. Eso no cambia que en esta ocasión los caturros llegan con enorme ventaja, más allá del golpe que significa tener que enfrentar esta definición (aunque, por lo exhibido en este 2017, tampoco es que los tome por sorpresa).
La Primera B está en desventaja. Ahí, lejos de la vitrina, se manejan menos recursos y la preocupación se concentra principalmente en la sobrevivencia, no en armar grandes planteles ni proyectos a largo plazo.
Y eso pesa. Debe pesar. Wanderers viene de un año horrible y bien ganado tiene su lugar en esta serie por la permanencia, pero, salvo que los nervios y la presión consuman a sus jugadores, tiene todo para ganar.
Se trata del actual campeón de la Copa Chile, lo que significa que jugará Copa Libertadores en 2018; su técnico Nicolás Córdova es considerado el alumno aventajado de las nuevas generaciones de entrenadores chilenos; su arquero Gabriel Castellón aparece en cualquier lista como uno de los posibles porteros de la Selección una vez que se retire Claudio Bravo, y en su planilla hay varios futbolistas con experiencia en equipos grandes.
Si todo eso no lo hace el favorito frente a La Calera -sin menospreciar a los cementeros ni restarles méritos a su campaña-, al menos lo obliga a responder a esa condición. Y hace de su eventual fracaso algo mucho más rotundo.