River fue demasiado grande para Palestino

River Plate
Foto: Photosport.

El campeón de la Copa Libertadores venció por 0-2 a los árabes, que se despiden de la torneo. La aspiración del equipo de Basay es ser tercero del grupo y meterse en la Sudamericana.



PALESTINO 0 - RIVER PLATE 2

Palestino: I. González; G. Soto, A. González, L. Del Pino, B. Véjar; J. Fernández, A. Farías, C. Cortés (46', E. Guerrero); L. Jiménez; F. Ahumada (76', C. Jorquera), L. Passerini. DT: I. Basay.

River Plate: F. Armani; G. Montiel, L. Martínez, J. Pinola, F. Angileri; B. Zuculini (59', E. Palacios); I. Fernández, E. Pérez (76', L. Ponzio), M. De la Cruz; L. Pratto, M. Suárez (21', Santos Borré). DT: M. Gallardo.

Goles: 0-1, 31', Pinola cabecea sin marca en el segundo palo; 0-2, 63', Fernández aprovecha una mala salida de González y anota con el arco vacío.

Árbitro: Andrés Rojas (COL). Amonestó a Fernández, González, Jiménez (P); Zuculini, Armani (R). A los 72' expulsa a Fernández por un planchazo a Pérez. A los 88', expulsa a Santos Borré.

Estadio Monumental. Asistieron 15 mil personas, aprox.

Digno, pero insuficiente. Valiente, pero lejos de la hazaña. Palestino enfrentó el duelo ante River Plate, campeón defensor de la Libertadores, como el partido más importante del año. El más importante de su historia, quizás. Pero su esfuerzo no recibió premio: el monte argentino fue demasiado alto.

El cuadro árabe cayó en el Monumental por 0-2 y quedó eliminado de la Copa, ya que ahora su máxima aspiración es ser tercero del Grupo A, lo que de todas formas le deja la recompensa de jugar la Sudamericana.

Es el consuelo que le queda. Lo que resta pelear, después de una jornada en que la diferencia de jerarquía se notó. River es un equipo robusto, que no permite yerros. Palestino cometió pocos, pero los pagó caro. Se descuidó de la marca de Pinola y sufrió el primero; desatendió a Fernández y recibió el segundo.

Ivo Basay lo dijo. Había que hacer un partido casi perfecto. El Hueso planificó un duelo de mucha disputa en el medio, de correr y cerrarle los espacios a River. Por eso el trámite fue parejo.

En la cancha no se notaban las diferencias, pero justamente ese es el juego de los transandinos. Adormecer al rival, hacerle pensar que todo está controlado y golpearlo cuando menos lo espera. Fue un tema de individualidades, de nombres, así lo ganó el conjunto dirigido por el Muñeco Gallardo.

Encima, Palestino desaprovechó las ocasiones que se creó. La más clara, con el marcador 0-2, cuando Passerini, sin marca, a pasos del arco, estrelló la pelota en el poste.

Por esa acción, y por la posterior expulsión de Julián Fernández, la ilusión se acabó por completo. El conjunto de La Cisterna, además, se desarmó y se entregó en defensa. La visita tuvo varias para firmar una goleada, pero no supo cerrar. Sabía que la tarea ya estaba cumplida, en todo caso.

No había mucho que hacer. Reservar energías, pensar en el siguiente pleito, ante Alianza de Lima, en Perú. Ese partido será el martes 7 de mayo y ambas escuadras se jugarán todo por seguir en el terreno internacional. Ahora no hubo premio, es verdad, pero Palestino merece quedarse con algo más que la simple dignidad.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.