“Hola, adiós, Viva Chile”. Las tres expresiones son las únicas que maneja en español el delantero Robbie Robinson Belmar. El estadounidense, quien milita en el Inter de Miami es la gran novedad de la convocatoria de Martín Lasarte para la fecha triple de las Eliminatorias. Con la desventaja del dominio del idioma a cuestas, tal como Ben Brereton, lucha por hacerse entender entre sus compañeros de la Selección. Eso sí, nada le quita la ilusión ni la felicidad por el llamado.
“He disfrutado muchísimo de las sesiones de entrenamiento y de la recepción aquí en Chile. He visto que el nivel de los jugadores y de los entrenamientos es muy alto. Esto me ayudará no solo cuando juegue por Chile, sino en mi proyección como futbolista”, manifiesta, dando cuenta del significado que tiene haber sido convocado para los encuentros frente a Brasil, Ecuador y Colombia.
“Para mí es un gran honor el llamado a la Selección. Lo veo como una gran oportunidad para devolverles a los técnicos y al país la confianza que han demostrado en mí. A mi familia le llena de orgullo esta llamada a la Selección”, añade respecto de cómo su núcleo más próximo también disfruta de la designación.
Lo venían siguiendo
Hijo de padre estadounidense y madre chilena, Robinson venía siendo seguido hace un tiempo por Francis Cagigao, el director deportivo de las selecciones nacionales. Ya en su condición de veedor del Arsenal, el español había detectado condiciones que transformaban a Robinson en un jugador interesante y de buena proyección.
Robinson nació en Camden, un pueblo que tiene unos 70 mil habitantes, en New Yersey. Mide 1,88 metros y en el vestuario del Inter de Miami se codea con grandes figuras, como Gonzalo Higuaín y Blaise Matuidi. En la actual temporada de la MLS ha alcanzado una interesante regularidad y presencia en las redes rivales. Suma 716 minutos en 11 partidos y ha marcado en cuatro ocasiones.