Roberto “Mano de Piedra” Durán es una de las leyendas más grandes del boxeo internacional y reconocido como el mejor peso ligero de todos los tiempos. A sus 72 años, viaja por el mundo participando en homenajes y conferencias, cosechando todo lo que sembró dentro una prolífica carrera deportiva de 33 años. En resumidas cuentas, un grande del deporte mundial.
Por eso la presencia de tamaña leyenda sorprendió a los asistentes como invitado de honor de Panam Sports a la segunda jornada del boxeo en Santiago 2023 para ver la victoria de su compatriota Atheyna Bylon, a quien quiere como si fuera su ahijada. Muy amable con todos quienes le pidieron fotos en el Centro de Entrenamiento Olímpico, hizo una pausa para hablar con El Deportivo sobre sus primeras sensaciones en la capital.
“Yo vine hace muchos años a Chile. Ya ni me acuerdo cuántos, Chile ha cambiado mucho. Me siento muy contento de estar para estos Juegos. Quería quedarme unos días, pero como tuve que aplazar el viaje, apenas llegue a Panamá, al día siguiente me tengo que ir a Dubái a un boxeo profesional que va a haber. Pero feliz de estar acá con los chilenos y ver un ratito a mi panameña. Ya ganamos, así que me voy contento y feliz de la vida”, expresa el exdeportista quien compartió en Ñuñoa con Neven Ilic, presidente de Panam Sports, y con Thomas Bach, el timonel del Comité Olímpico Internacional.
Cuenta también qué fue los consejos que le dio a su compatriota. “Le dije que nunca se le olvide el jab; que no se olvide de que la derecha es la mano principal del boxeador. Que no dejara de tirarlo porque se le abría la puerta”, sostiene. Y destaca la capacidad de escuchar de la deportista: “Es lo máximo que tenemos. Yo la veo muy poco, pero le gusta escuchar. Porque cuando tú escuchas de los que saben, tú aprendes. Pero si tú escuchas a uno que no sabe, ¿para qué quieres escucharlo? ¡Para nada!”.
Un contemporáneo suyo es Martín Vargas. El osornino es uno de los deportistas que admira Durán. “Me acuerdo de él. Aún no lo he visto, porque recién llegué, pero le dio mucho a Chile”, declara. Y al ser consultado si recordaba la célebre anécdota de que en algún momento le pidió pelear con el chileno, porque siempre vencía a los panameños, se ríe: “Sí, puede ser, eso fue hace mucho tiempo, pero claro que puede ser”.
“Un país muy limpio”
Mano de Piedra quedó impresionado con lo que ha visto de Santiago. “Lo que me gusta del país es que está bien bonito y bien limpiecito. No como Panamá que está un poco todo desarreglado. Siempre preguntan y yo digo la verdad”, sostiene sin problemas. Su esposa Felicidad Iglesias corrobora esta impresión. “Me encantó Chile, es bellísimo. No imaginé que fuera tan bello y tan limpio. Qué calles más lindas tiene”, agrega. Y confiesa: “A Chile lo seguimos por las telenovelas y porque también van artistas. Recién estuvo Myriam Hernández”.
También se refiere a la actualidad del deporte que lo consagró. “El boxeo profesional está un poco flojo porque no hay promotores. Eso permitiría tener boxeadores más desarrollados. Mientras que en el amateur también estamos flojos”, lamenta.
En relación a su actualidad, Mano de Piedra disfruta. “Yo me siento feliz de la vida y pone todo en manos de sus hijos. “Mis hijos están en Miami. Mis hijas están de promotoras de artistas, promotoras de boxeo, de empresarias. Ayudan a mucha gente que no tiene equipos de boxeo. Ayudan con implementos para el boxeo. Tengo otra hija que es doctora”.
“Roberto estuvo en el Salón de la Fama en Atlantic City, después fue a Nueva York al Desfile de la Hispanidad, luego a Seattle, después a Chile... Y ahora vamos a Dubái a una pelea. Va para allá a firmar autógrafos”, agrega su cónyuge. Así es la vida de una estrella que dejó su juega en la segunda jornada de Santiago 2023.