La jugada fue la más polémica del partido entre Huachipato y Universidad de Chile, disputado en Talcahuano. En los 53′, Maximiliano Gutiérrez intentó un remate a portería y el balón impactó en el brazo izquierdo de Marcelo Díaz, evidentemente separado del cuerpo. El reclamo de los acereros fue automático.

Sin embargo, después de revisar la imagen en el monitor del VAR, el juez Piero Maza desestimó una potencial sanción, que habría significado un penal en favor de los siderúrgicos. La determinación profundizó el descontento de los siderúrgicos.

La explicación

La explicación no la entrega Maza, dado que los árbitros no comentan sus determinaciones, sino Roberto Tobar, el presidente de la Comisión de Árbitros. Tiene carácter de formal. “En el momento en que un defensor despeja un balón dentro de su propia área penal, este rebota en un delantero e inmediatamente impacta en el brazo del mismo jugador defensor. El árbitro aprecia la acción y determina no sancionar penal ya que considera que el balón vuelve inesperadamente desde el rebote y golpea en el brazo cuya posición se justificaba por la mecánica del movimiento”, explica el mandamás referil a El Deportivo, respecto de la justificación que tuvo Maza para interpretar la jugada.

Roberto Tobar, presidente de la Comisión de Árbitros (Foto: Andrés Pérez)

La revisión de la jugada a través del videoarbitraje ratifica, según Tobar, la percepción inicial del juez, contradictoria a la que tenían en el VOR, la cabina en la que se administra el sistema. “El VAR revisa la acción desde diferentes ángulos e interpreta que el brazo del jugador defensor se encontraba en una posición antinatural, por lo que invita al árbitro a realizar una revisión en campo (OFR)”, detalla.

Maza, firme

Maza, en cambio, se mantuvo firme en la suya. “Durante la revisión en campo, el árbitro confirma su apreciación inicial relatando al VAR que la mano no es sancionable porque se trata de un balón que es despejado por el defensor y que ese balón rebota a una corta distancia y a gran velocidad en un delantero impactando finalmente en el brazo del defensa, en una posición natural por el contexto de la mecánica del movimiento o gesto atlético del jugador, sin realizar movimientos adicionales voluntarios ni reflejos”, sostiene.

En esa línea, valida plenamente la determinación que adoptó Maza. “La decisión de campo es la correcta, porque en el contexto de la acción se trata de un balón que rebota y golpea en el brazo que se encontraba en posición natural del contexto de despeje del defensor”, sentencia.

Sigue en El Deportivo