Roberto Tobar: "Ningún estadio me intimida"
El juez chileno cuenta cómo se prepara para la definición continental entre Boca y River, en la mítica Bombonera. No será su primera experiencia en el estadio de Buenos Aires, al que irá acompañado por chilenos.
Roberto Tobar (40) ha terminado recién una práctica con otros árbitros chilenos en Quilín cuando recibe a La Tercera. Casi como un acto reflejo, toma su teléfono móvil. Su designación como juez de la final de ida de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate lo convirtió en atracción global. Cuando mira el aparato, advierte que tiene varias llamadas perdidas. También mensajes. La mayoría son peticiones para dialogar, desde toda Sudamérica. "La designación llega a través de un correo electrónico de la Conmebol. Estábamos felices con mi familia, mis hijas, de recibir esta noticia tan importante. Dirigir una final se da pocas veces e, imagina, en una Libertadores con estos dos equipos de vasta experiencia mundial, con muchos títulos... Estoy contento, también, por los sacrificios que uno hace en esta carrera, que no siempre es muy bien vista", dice.
¿Es este Boca-River su partido más importante?
Por la trascendencia, la historia de los equipos y la importancia que tiene el partido, claro que es el más importante. Estoy orgulloso de estar ahí en el medio.
¿Hay algún juego que retenga especialmente en la memoria?
Sí. El primer Superclásico, por ejemplo, que dirigí en el Estadio Nacional, en 2016. Fue una felicidad tremenda dirigir ese partido, que se vive de una manera distinta. También algunos de Clasificatorias, Sudamericanos o el Mundial Sub 17.
Este Boca-River tiene mucha carga emotiva. ¿Cómo lo toma?
Uno tiene que ser prudente. Sabemos que es un partido muy trascendente y yo solo tengo que ir a poner orden. Todos sabemos que lo importante son los equipos, los jugadores. Nuestro trabajo es determinar situaciones de juego, impartir justicia. A eso vamos, para eso estamos concentrados. Es nuestro foco.
¿Cómo se prepara un duelo así?
Nuestra concentración se basa en análisis de jugadas de ambos equipos, cómo se plantean en el terreno de juego, cuál es su forma de ataque, cómo trabajan los balones detenidos, cómo es la marca que realizan las distintas defensas. Eso va ayudando cuando estás en el partido.
¿Eso no se traduce en alguna sensibilidad en los cobros?
Para nada. Los partidos son distintos. Uno nunca trata de perseguir o estar atento a algún jugador. Solo entramos concentrados, tratando de emplear todo lo que se hace en la concentración, la visualización de videos, y de hacer el mejor trabajo posible.
Usted dirigió Boca vs. Palmeiras. ¿Puede describir lo que sintió en La Bombonera?
He estado en La Bombonera, como en el Monumental de River y son dos estadios tremendos, magníficos, que siempre se ven muy llenos. El hincha siempre acompaña a estos equipos. Son dos ambientes que uno disfruta, que los vive apasionadamente, por la calidez que se siente. Eso motiva para tratar de estar lo más concentrado posible.
¿Intimida La Bombonera, como dicen?
No lo he sentido así. Ningún estadio me intimida. Siempre uno trata de concentrarse y de focalizarse en el trabajo en sí del árbitro y, felizmente, no he tenido ninguna sensación que pueda decir que he sentido algún tipo de temor. Estoy muy tranquilo.
Dicen, también, que late...
No. En la cancha no sentí esos movimientos que dicen. La gente lo habla, pero en la cancha no sentí ningún movimiento, nada.
Estar con un nutrido grupo de jueces chilenos, en la cancha y en el VAR, ¿aumenta la confianza?
Sí. Con el equipo VAR que encabeza Julio Bascuñán y que integran Piero Maza y Carlos Astroza, ya hemos trabajado en dos partidos. Es mucho mejor la confianza, el fiato entre el equipo de cancha y el equipo de VAR. Tenemos la misma nacionalidad, sabemos los modismos. Es mucho más fluida la comunicación.
¿Se van a juntar como equipo? ¿Habrá una charla técnica, como la de los futbolistas?
Sí. En la concentración se reúnen el equipo VAR y el del campo de juego por separado y luego se hace una planificación conjunta para afinar los detalles para que después, en el campo de juego, no falle absolutamente nada.
Los futbolistas dicen que, antes de un partido clave, duermen mal, comen menos… ¿y el árbitro?
En los primeros partidos importantes que uno dirige entra un poco el nerviosismo, pero después, con la experiencia que uno va adquiriendo, trata de hacer siempre lo mismo en todos: no variar la alimentación, hidratarse bastante, tener siempre el kinesiólogo de cabecera, como lo tengo yo, que es Sergio Padilla. Eso te va dando confianza.
¿Cómo imagina el partido?
Va a ser muy dinámico. Son dos equipos que juegan muy bien al fútbol, de mucha potencia. Será de muy buen juego. Ambos equipos tienen buen pie. La gente va a disfrutar. Lo importante es que el fútbol gane en este partido.
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