En el Maracaná se jugaba el minuto 77. Colo Colo caía por 2-1 frente a Fluminense y buscaba la igualdad con las últimas energías que le quedaban. Le había planteado una cerrada lucha al vigente campeón de la Copa Libertadores y buscaba, al menos, rescatar una unidad que se sumara a las tres que había sumado frente a Cerro Porteño, también en el cierre del encuentro. Finalmente, el marcador no se movió y el equipo de Jorge Almirón volvió derrotado a Chile. El esfuerzo albo no había bastado para un resultado mejor.
En ese trámite se produjo la situación más polémica del compromiso. Un centro de Cristián Zavala buscó en el área al paraguayo Guillermo Paiva. Un rebote en el guaraní derivó en que el ex atacante de Melipilla anotara el tanto que habría significado la igualdad. Sin embargo, el juez venezolano Jesús Valenzuela terminó invalidando la conquista: había determinado que el control del guaraní había sido con la mano izquierda.
El acierto
La duda, sin embargo, está puesta en la acción inmediatamente anterior al control inválido de Paiva. Las imágenes de la transmisión televisiva dan cuenta de un roce del defensor brasileño Samuel Xavier, quien con su brazo derecho impacta el izquierdo de Paiva justamente antes de que el paraguayo intente controlar el balón. En el VOR, la cabina que administra el VAR se analizó la jugada, como todas las que terminan en gol. No hubo indicaciones respecto de una eventual irregularidad, al margen de la sancionada a Paiva.
Roberto Tobar zanja la situación. Considera que el gol de Paiva está bien anulado. “En este caso, hubo una mano que fue interpretada como un movimiento adicional del brazo del delantero de Colo Colo”, explica a El Deportivo, validando la determinación que adoptó Valenzuela, quien en las últimas horas fue invadido de mensajes de los hinchas albos a su perfil en Instagram, su participación más activa en las redes sociales.
Duda razonable
Eso sí, admite que, en tiempo real, también tuvo la duda respecto de la acción de Samuel Xavier y de su influencia en la falta que se le terminó cobrando a Paiva. “Para sancionarla, tiene que ser un desplazamiento claro, donde se vea un poco de fuerza de querer sacar el brazo de la posición natural. No lo hubo. El VAR lo interpreta de esa forma también”, establece, cerrando la puerta a los reclamos que los hinchas del Cacique habían emitido inmediatamente después de la acción, a través de las redes sociales.
Tobar explica, también, qué habría sucedido en la eventualidad de que el videoarbitraje hubiese estimado que el contacto de Samuel Xavier a Paiva constituyera infracción. “Si el VAR hubiese analizado e interpretado que ese empujón provoca que el jugador de Colo Colo toque el balón con la mano de forma natural, entonces no hubiera existido intervención, porque se hubiera privilegiado el tanto convertido, Pero, como indicamos, lo que se sancionó fue la mano deliberada de Paiva”, apunta.