Houston Rockets está a punto de perder un partido grande. Lo que comenzó como el tweet de su presidente puede escalar a un fuerte golpe económico toda la NBA y poner a Rockets contra China.
El asunto comenzó durante la pretemporada que están realizando varios equipos alrededor del mundo. Los Rockets estaban el viernes en Tokio cuando su gerente general, Daryl Morey, decidió darles su apoyo a los manifestantes de Hong Kong. El asunto es que esos reclamos van en contra de China, país al que no le pareció bien el mensaje y que se ha convertido en un aliado millonario para la liga estadounidense.
"Lucha por la libertad. Apoya a Hong Kong", decía el mensaje que puso Morey en Twitter y que duró ahí los pocos minutos que se demoraron las autoridades de la Liga en advertirle de su error. China ha reclamado por el asunto hasta advertir que podría llegarse a un quiebre total de las relaciones comerciales entre ambos.
Espantados, los dirigentes de la liga de básquetbol escribieron un comunicado disculpándose por el mensaje del gerente de Houston. "Reconocemos que las opiniones expresadas por el gerente general de Houston Rockets, Daryl Morey, han ofendido profundamente a muchos de nuestros amigos y fanáticos en China, lo cual es lamentable", dice el comunicado. "Si bien Daryl ha dejado en claro que su tweet no representa a los Rockets ni a la NBA, los valores de la liga respaldan la educación de las personas y su opinión sobre asuntos importantes para ellos".
Desde China las agencias advirtieron que la traducción al idioma local de la declaración de la NBA había sido cambiada un poco y señalaba que estaba "extremadamente decepcionada por el comentario inapropiado", sin embargo desde la Liga no han manifestado mayor preocupación por eso. El daño puede crecer aún más.
El dueño de Rockets, Tilman Fertitta, había emitido una declaración en que rechazaba el mensaje de Morey y agregaba que "Houston no es una organización política" y defendía a Morey como "el mejor gerente general de la liga".
Yao Ming, ex jugador de Rockets, lidera por estos días la Asociación Oficial de Baloncesto de China, fue quien anunció que suspendería la cooperación con el equipo al considerar que Morey habían hecho "comentarios inapropiados con respecto de Hong Kong".
La televisión estatal china y Tencent anunciaron que estudian no trasmitir partidos de los Rockets. El segundo es el socio de medios en el país, que pagó 1.500 millones de dólares para la emisión de la NBA para los próximos cinco años. Según Forbes, 640 millones de chinos vieron algún tipo de contenido sobre la liga en la temporada 2017-2018 y 200 millones de seguidores de sus redes sociales provienen de ese país.
"Tenemos un gran respeto por la historia y la cultura de China", retrucó la NBA, "y esperamos que los deportes y la NBA puedan ser utilizados como una fuerza unificadora para cerrar las divisiones culturales y unir a las personas".
En un nuevo tweet, Morey aclara que "no tenía la intención de que mi posteo causara ninguna ofensa a los fanáticos de los Rockets y amigos míos en China. Solo estaba expresando un pensamiento, basado en una interpretación, de un evento complicado. Desde ese twitter he tenido muchas oportunidades de escuchar y considerar otras perspectivas".
Encima, el lío se produce con un país por el que Estados Unidos no pasa por buenos momentos, aunque ha habido acercamientos, caldo de cultivo para que el asunto hierva en la propia Norteámerica. Tres senadores se refirieron al asunto: Ted Cruz, de Texas, sede del equipo; Rick Scott, de Florida; y Brian Schatz, de Hawai.
"Somos mejores que esto; los derechos humanos no deberían estar a la venta y la NBA no debería estar ayudando a la censura comunista china", tuiteó Cruz, fanático de los Rockets de toda la vida.
El candidato demócrata a la presidencia, el tejano Julian Castro se sumó en la misma red: "China está usando su poder económico para silenciar a los críticos, incluso a los de Estados Unidos".
Mientras Rockets sigue en Japón, en tierras chinas están jugando amistosos Lakers y Nets.
En un último esfuerzo por apaciguar las aguas, la estrella de Houston, James Harden, dijo desde Tokio que se disculpaba y reiteró que en el equipo son felices cada vez que viajan a China.