La locura por ver el partido entre Rodelindo Román y Deportes Concepción está desatada hace un par de días. El partido corresponde a la revancha de los cuartos de final de la Tercera División B, la quinta categoría del fútbol chileno y, en rigor, una serie amateur, pero a los fanáticos poco les importan las razones. En el estadio Bicentenario de La Florida habrá una presencia inusitadamente masiva para un duelo de estas característica. En la ida, se impusieron los sureños por 1-0.
La capacidad solicitada por el club de San Joaquín es de tres mil espectadores, un cuarto de las butacas del recinto donde se disputará el lance. El partido no es regido por la Ley de Derechos y Deberes en espectáculos de fútbol profesional. Por ende, Estadio Seguro no tiene la potestad para controlar el espectáculo. La intendencia y Carabineros tienen la obligación de velar por la seguridad en su desarrollo.
La expectación por el encuentro es alta. La petición para recibir público supera, por citar un ejemplo, al permiso que Cobresal solicitó para la revancha ante Santiago Wanderers, en la liguilla de ascenso en la Primera B: dos mil hinchas, de los cuales 500 pueden ser adeptos porteños. Solo la final de la Copa Chile entre Palestino y Audax Italiano está encima de la capacidad pedida por el club de Arturo Vidal: 5.450 cupos.
En Concepción, en tanto, estiman que unos dos mil fanáticos lilas se desplazarán desde el sur. Ya están colmados 20 buses con seguidores, a los que se agregarán aquellos que lleguen a la capital en sus vehículos particulares, los que lo hagan vía aérea y los penquistas que residen en Santiago.
La demanda llegó a tal nivel que Pullman Tur, empresa que ha apoyado al club lila durante todo el año, dispuso servicios especiales para trasladar a los fanáticos, con precios preferenciales.
A los seguidores del local los estimula la presencia de Arturo Vidal, el principal benefactor del equipo. El volante del Barcelona aprovechará la concesión de una jornada libre por parte del seleccionador Reinaldo Rueda para asistir al duelo. De hecho, fue el Rey quien eligió el escenario del partido. Por dos razones: en el recinto que habitualmente ocupa Audax contará con un palco VIP al que llegará acompañado de sus cercanos y el equipo de seguridad que encabeza el venezolano Gabriel Marrero. Y, en lo deportivo, por la cancha sintética, que favorece, en teoría, la adaptación del equipo de Rodolfo Madrid y Mario Cáceres, que practica en una superficie similar en el estadio de San Joaquín.
A los lilas no los intimida la presencia del Rey. "No es factor. Íbamos a manejarnos igual si él no estaba. Arturo es un gran jugador, pero en este partido no juega. Jugamos contra el Rodelindo Román, no contra Vidal", dice el DT sureño, Esteban González.