Rodolfo Leal, el Colorado

¡Era que no! Como buen viñamarino de la tercera edad, su ídolo fue René Meléndez. "Él las veía todas. Siempre tenía razón", dice Rodolfo Ernesto Leal Zamora, quien nació el 28 de octubre de 1938 en Viña del Mar (el próximo sábado cumplirá 80 años). Medía 1,65 metros y pesaba 59 kilos.

Se inició en el club Santa Inés, "jugué unos 12 partidos y me llamaron de Everton". En la tienda ruletera debutó en primera división en 1958 y estuvo hasta 1963. Actuó en Deportes Temuco (1964), Green Cross de Temuco (1965 a 1968) y se retiró en Naval de Talcahuano (1969).

Luego de su aparición con el 8 en la camiseta de Everton, la revista Estadio publicó que Leal, "además de la estatura tiene algo de Atilio Cremaschi. Pasa el balón con justeza y se saca un rival de encima con toda soltura". Agregó que su dribbling era tan corto como sus piernas y que con el paraguayo Máximo Rolón y Juan Zamora formaban un terceto de juguete. "Ja, ja, ninguno llegaba al metro 66".

Integró la selección juvenil de Fernando Riera que enfrentó a Uruguay (octubre de 1959), con Manuel Astorga, Humberto Cruz, Hugo Villanueva, Alberto Fouillioux, Eugenio Méndez y José Sulantay, entre otros.

En la víspera del Mundial 1962, Brasil entrenó con Everton en el estadio Sausalito. "Anotamos el primer gol, del Negro Daniel Escudero, y después recibimos ocho. A Pelé, Garrincha y Didí daban ganas de aplaudirlos, el equipo era muy bueno y todo lo hacía con naturalidad".

¿Un rival odioso? "El Chepo Alfonso Sepúlveda, de Universidad de Chile. Ya de viejos empezamos a conversar en Viña del Mar y hacíamos recuerdos".

¿Un gol? "Por Everton, con 10 jugadores le ganamos 3-2 a Universidad de Chile después de estar perdiendo 2-0 en el Estadio Nacional. En el segundo gol se lastimó nuestro arquero, Ricardo Contreras (12'), y no había cambios. Se puso al arco el Lolo González (lateral derecho). Betta hizo el empate y al final convertí el gol del triunfo en una jugada en que yo amagaba y la defensa de la 'U' retrocedía, entonces avancé y fue hora de tirar al arco de René Pacheco (septiembre de 1960)".

El armador le da juego a los punteros veloces. "El Pollo Betta en Everton y el Motoneto Ramírez en Green Cross Temuco se enojaban si uno les ponía la pelota en los pies. Ellos querían el pase largo para empezar a correr y superar en rapidez a sus marcadores".

¿Cuál es su partido inolvidable? "Por Green Cross Temuco. Le ganamos 1-0 a Unión Soviética en Temuco (marzo de 1966), en una jugada de tres toques, le metí el pase al lateral Nibaldo Urra, centro y gol del argentino Edgardo D'Ascenzo. La gente encendió antorchas y después celebramos con una cena improvisada. ¿Tiene la formación? (Francisco Fernández; Urra, Alfredo Zúñiga, Claudio Antezana y Juan Body; Leal, Hugo Rivera y Eladio Benítez; Ricardo Cuevas, D'Ascenzo y Carlos Hoffmann. Entrenador: Miguel Mocciola)".

Compartió con Honorino Landa y D'Ascenzo. "No sé cómo se las arreglaban para estar siempre libres. Y con el balón en los pies no había forma de quitárselos".

¿Un defensa chuletero? "El paraguayo Víctor Figueredo, en Everton. Había que andar lejos de él, porque les pegaba hasta a los compañeros…"

El sentido del humor de Leal se halla afectado por una estafa que sufrió hace poco: "El autor se declaró en quiebra y estoy a la espera de la justicia".