Los Selknam, el primer equipo profesional de rugby chileno, sale este miércoles a la cancha del Centenario de Montevideo para disputar su primer partido en la debutante Súper Liga Americana de clubes. El elenco dirigido por el uruguayo Pablo Lemoine se reforzó con tres jugadores polinésicos y cinco argentinos. Entre estos últimos asoma Ricardo Bruno (32 años), tercera línea que sumó minutos en los Pumas y también en Los Jaguares, del Super Rugby, la liga más poderosa del mundo. Bruno jugó en Italia y ahora enfrenta el desafío con la franquicia chilena. Luego de superar años difíciles en los que estuvo suspendido por problemas dentro de la cancha y por dar positivo (dijo que consumió un medicamente prohibido cuando se recuperaba de una neumonía). En 2018 jugó en Europa, en 2019 en Argentina y en 2020 lo hará con el Selknam de Chile.

¿Cómo afronta el desafío?

Me lo tomo muy bien. Es una nueva oportunidad que tengo para jugar rugby profesional. Más en una liga sudamericana, lo que uno siempre soñó de chico. Sudamérica está viviendo un gran cambio, se está haciendo profesional y es lo que se ha buscado durante mucho tiempo. Hoy en día se le está cumpliendo el sueño a bastante gente.

¿Siente presión por reforzar desde el extranjero?

La verdad es que sí, la presión de demostrar la experiencia y que sirva para ayudar a mis compañeros. Me gusta. Sensación linda.

¿Se integró bien a un grupo ya consolidado?

Muy bien. Uno de los puntos a favor es que varios jugadores se conocen hace bastante tiempo. Quedaron los 25 mejores chilenos de toda la selección y nos sumamos cinco argentinos, uno de Fiji y dos de Tonga. Me integraron bien desde el primer día, les hice saber que somos una familia y así es mucho más fácil y llevadero. Uno no extraña tanto a la familia.

¿El coach Pablo Lemoine le dijo su rol en el equipo?

Hemos tenido una charla, donde me pidieron puntos específicos donde tengo que mostrar mi experiencia. También de la parte de líder que me corresponde, sin faltarle el respeto a los capitanes.

¿Le motiva ejercer ese liderazgo?

Me motiva porque me lleva a estar continuamente concentrado y pensando en el bien para el equipo, tratando de seguir el plan de juego a la perfección.

¿Cuál será el impacto de esta liga en el rugby de Sudamérica?

Va a influir. Para todos los jugadores es un crecimiento a nivel humano y rugbístico. Voy con ese pensamiento, de que todo esto le va a servir a todos a nivel regional. A los seleccionados, a mí como profesional y también para los chicos que quieren vivir del rugby. Así se van a esmerar para entrar el año que viene a una franquicia, entrenarse al cien por ciento y ser parte de un equipo profesional.

¿Le acomoda haber vuelto a jugar en Sudamérica?

Sin pensarlo. Si un día me siento mal y quiero tomar un avión, estoy a dos horas de mi casa. Y me puedo volver al otro día. Eso es impagable. En Sudamérica tenemos la misma cultura. En la noche estuvimos entrenando y luego compartimos un asado. Todos tenemos esa cultura de comer asado, compartir la mesa. Son otras realidades al rugby en Europa, donde no está inculcado, por ejemplo, eso del tercer tiempo.

Usted estuvo casi dos años fuera de las canchas, por incidentes dentro y por una sanción por dopaje. ¿Cómo volvió?

El 2019 en Italia no me llevé una buena experiencia a nivel de club. No fue lo que esperaba. Decidí volver a jugar en Argentina.

¿Cómo llevó esos años parado?

Fue muy difícil estar parado casi dos años. Después, volver a la rutina me llevó tiempo, pero cuando volví lo disfruté día a día.

¿Qué le convenció de fichar por Selknam?

Tuve una llamado diciendo la propuesta y un llamado de Pablo, que también fue importante. Me planteaba varias cosas, me tentó demasiado con lo que debía cumplir. Es muy importante no partir de cero, la mayoría de los jugadores se conoce, eso me alentó. También la cultura; Chile es lo más parecido a Argentina.

¿No le atemorizó el estallido?

No, la verdad no pensé en eso. Estoy acostumbrado. En Argentina hay más problemas que estos. Sudamérica en sí está acostumbrada.

¿Para qué están los Selknam?

Para cosas importantes. Vamos a ir paso a paso. Hoy en día tenemos una meta de entrar a jugar el primer partido como si fuera el último y tener un gran resultado. Estamos pensando solamente en Peñarol y en ganar.