Rodrigo Millar, volante del Morelia, está en cuarentena en México. La Liga MX está detenida y el volante nacional está en confinamiento. Aprovechando esta instancia, conversó con El Deportivo acerca de cómo vive el encierro, su momento en el fútbol y el recuerdo de la selección chilena.

¿Cómo está la situación en México?

Es similar en todos los países. Hace 50 días estamos en cuarentena. A pesar de que el gobierno no había puesto una medida tan drástica, el club tomó la decisión de encerrarnos y cada uno hace su plan de entrenamiento en casa, como se pueda. Llevamos casi 50 días en cuarentena. Este tema va para largo, hay que meterle onda y esperar a que pase. Nosotros somos unos privilegiados, hay otros que lo pasan mal y que por necesidad tienen que salir a la calle. Ojalá que prontamente se pueda llegar a una nueva normalidad.

¿Cómo se las ingenia para poder trabajar?

El club se preocupó harto de nosotros. Cada uno tiene una trotadora en la casa, nos dan trabajos de fuerza, de velocidad, pero no es lo mismo a lo que uno está acostumbrado. Entrenar al aire libre, ver a tus compañeros, el camarín... hay cosas que se extrañan. Se hace tedioso, pero te ayuda porque te mantienes y te ayudan a despejar la cabeza.

Usted tuvo la gripe AH1N1.

Fui el primer futbolista al que detectaron ese virus. Me acuerdo que estaba en Talcahuano, en la casa de mi suegra, y en la noche me empecé a sentir súper mal. Al otro día fui a urgencia y me la detectaron. Con el medicamento, a los tres días me sentía mejor. Esa es la gran diferencia con el coronavirus, que no hay medicamento.

¿Cuándo le van a poner la bandera chilena a la insignia del Morelia, por la cantidad de chilenos que hay? ¿Cómo comparten los chilenos del Morelia?

Hay una amplia colonia de chilenos, entre todos nos conocíamos. Había jugado con el Mago (Valdivia) en la Selección, con Jara en la Selección y Huachipato. Vegas, al primero que llamó cuando llegó fue a mí. Siempre es bueno tener compatriotas, se hace más fácil. Ayuda tener compañeros que son del mismo país, más cuando mi situación es particular porque nunca me imaginé que iba a volver a jugar con Jara y Valdivia en el mismo equipo y en el extranjero.

Tienen una relación de amistad con Jara, con el que irrumpieron juntos en Huachipato.

Cuando yo estaba en el primer equipo (de Huachipato), él todavía no estaba. Después lo subieron, jugamos juntos en Huachipato, en Colo Colo, después en la Selección compartimos mucho tiempo en la época de Bielsa. Es bonito encontrarte con gente después de tanto tiempo.

¿Guede puso ruda en el camarín del Morelia?

Él dice que no lo hizo (en Colo Colo). Cuando yo le pregunté me dijo que él no puso eso. Fue un ayudante al que se le dio la mamá. Él no tenía nada que ver con la ruda.

¿Cómo ha sido la recepción de Valdivia en México?

Con la calidad que tiene, da lo mismo si el fútbol es más físico o no. Ha dado muestras toda su carrera que es un tipo distinto. El hecho de que haya chilenos y que esté Pablo, que lo tuvo en Colo Colo, ayuda. Lamentablemente se paró el campeonato y no tenemos idea cuándo va a volver.

Es un referente del Morelia. ¿Qué significa el club para usted?

Primero, llegué grande a México, a los 30 al Atlas. Y a los extranjeros se le exige más por una cosa obvia. Después, llegar al Morelia también ha sido súper bueno. Es un equipo que siempre va a estar en mi corazón. Llevo casi cinco años, la gente me ha tratado muy bien y eso ha sido todo en base a esfuerzo, trabajo, a responder las expectativas. Cuando llegué no estaba bien visto que llegara un jugador de 32 años y extranjero, pero a medida de que pasaron los torneos las dudas se fueron disipando.

En México, al futbolista lo aman o lo odian.

No sé si me aman pero respetan mi trabajo, no lo digo para vender algo. La gente me conoce como soy, la gente del club tiene claro como entreno. Trato de siempre estar bien para ayudar al equipo. Antepongo al equipo siempre por alguna cosa personal. Nos ha tocado vivir momentos difíciles pero bonitos.

¿Se siente más valorado en México que en Chile?

Tenemos muy buenos recuerdos de mi carrera en Chile. Allá y acá siento que me gané el respeto y cariño con trabajo y profesionalismo, aportando lo que más podía en los equipos en que me tocó jugar. Después, tengo claro que hay gente que no le guste mi manera de jugar. Siento que el respeto y cariño que tengo en Chile y acá es por mi trabajo.

Ha marcado en cuatro décadas distintas. ¿Cuál es el mejor gol de su carrera?

Tengo varios en Huachipato, dos o tres buenos... le hice uno de tiro libre al Superman (Vargas) en Santa Laura, cuando estaba en Unión. El mejor en Colo Colo fue el que hice en la final contra Palestino, por la relevancia que tenía. Después, en la Selección, a España en el Mundial tiene un rincón especial. Debe ser el sueño de todo niño que quiere ser futbolista profesional.

Ese gol (a España) tiene el significado que se da en el contexto de la gran generación de la Selección. Pocos saben que usted fue una de las voces más influyentes en el camarín de la Selección.

Eso es más que nada porque era uno de los más grandes, tenía experiencia jugando. Me siento un privilegiado en haber compartido con esa generación, competido con esa calidad de jugadores, que después le dieron tantas alegrías al pueblo chileno, jugando de la manera en que lo hacen, con mucho talento. Va a ser muy difícil que volvamos a ver una Selección con tanto talento.

¿Esa generación le cambió el chip al fútbol chileno?

Son tipos ganadores. Nunca en Chile había pasado eso. Venían del Mundial de Canadá y se veía que eran tipos que querían ganar, con otra mentalidad, con hambre de conseguir cosas... Encontrar una Selección de tantos jugadores juntos y todos contemporáneos y con tanto talento, va a ser muy difícil verlo.

¿Va a ser muy complicado encontrar el recambio? Cuesta encontrar nombres a la altura.

Lo que pasa es que los chilenos tenemos que ser conscientes de que si esperamos que salga otro Alexis... Son tipos que están tocados por la varita mágica. Puede aparecer uno, pero no ocho ni nueve en la misma camada. Hay que ser bien responsable para hablar del recambio. Hay jugadores que tienen mucho potencial. Ojalá que la gente que le ha dado tanta alegría a Chile siga vigente y que los jóvenes que cita Rueda se empapen y que le tomen el peso a jugar por la Selección. Hay jugadores de esta camada tan exitosa que están plenamente vigentes. Tiene que ser todo paulatino, no es llegar y cambiar 11 o 12 tipos nuevos. Por eso hay que ser bien responsables.

La gente quedó muy marcada con la era Bielsa y la era Sampaoli y por lo mismo resistió a Pizzi y le ha costado aceptar a Rueda ¿le gusta como juega la Selección?

La vara para Rueda está altísima. La gente se acostumbró a una Selección que jugaba de una manera. Para él debe ser súper difícil donde le tocó llegar, porque siempre van a estar comparando los jugadores, la era Bielsa, la era Sampaoli, la era Pizzi. Es súper complicado y en esto de buscar el recambio, en algún momento te puede ir mal y él tiene que tener el temple para saber si puede elegir ahí.

Si Rueda lo llama para la Selección, ¿viene o favorece el recambio?

Voy, no tengo problema. Sé que no va a pasar, pero iría. Todavía me siento vigente y le podría aportar algo a la Selección. Soy súper consciente de que es difícil, tengo casi 38 años. En la búsqueda del recambio hay que ser inteligente y hay que mirar hacia el futuro, hay volantes que están apareciendo y mientras les tengan confianza, el recambio no va a ser tan drástico.

¿Cuál fue la mejor anécdota que vivió con Bielsa?

Jugando Chile-Ucrania, salen los ucranianos en contragolpe y yo estaba parado afuera del área y termino cerrando en el área nuestra y la mando al córner. Después, viendo el video, me dice: ‘Rodrigo, esa es su velocidad, pero el problema es que no la usa nunca’. Él también era muy exigente. La primera vez que cita, voy a la Copa Kirin en Japón. Perdimos 4-0 con Japón. Íbamos camino a la cancha y me llama: ‘Chino, así como jugó ayer, quizás nunca lo volveré a citar. Le voy a dar la última oportunidad’.

¿Le quedó un sabor amargo por quedarse afuera del Mundial de Brasil y de la Copa América 2015?

En las dos me quedo afuera en el último día prácticamente. Para el Mundial, Marcos González y yo nos quedamos afuera. Fue un golpe duro porque siempre uno tiene ilusión de jugar otro Mundial. Después, en la Copa América de 2015, en los partidos previos que se jugaron fui casi a todos. Entonces cuando uno va a todos, en la cabeza uno dice que está. Y también me quedé afuera en la última nómina. Con todo lo que conllevaba una Copa América en Chile, tenía absolutamente claro que algo bueno iba a pasar. También fue un golpe duro y me hubiese gustado jugar más en la Selección.