Rodrigo Salinas: "La clave es el trabajo oculto, también el mental"

Rodrigo Salinas Munoz

Dentro del buen nivel general de la Selección en Dinamarca, el lateral derecho del Bidasoa Irún, de la liga española, está siendo de los más destacados. Brillante y efectivo.



Rodrigo Salinas (29 años) vive un momento soñado. Desde Dinamarca, toma el teléfono y habla con una seguridad extraña en esta selección chilena.

¿Qué sensaciones le está dejando el Mundial?

Muy positivo. No solo por los resultados, ganar los partidos que debíamos, sino porque nos compenetramos mucho más como equipo. Los jugadores están adquiriendo madurez. La espina es que quedamos a las puertas a la clasificación.

¿Cuáles son las claves del desempeño chileno?

El trabajo oculto, el que no ve nadie, también el mental. El carácter que tiene este equipo, la confianza en nosotros mismos. Muy poca gente creía que podíamos ganarle a Austria, y mira, le ganamos por ocho.

¿Cuál es la identidad?

Se junta un poco de todo: mucha veteranía y gente muy joven con ganas. Son ellos los que van a seguir. Tenemos una armonía muy buena en el plantel y se plasma en la cancha.

¿Y Garralda?

Lo mejor que tiene es un carácter muy fuerte. Y claro, viene de una escuela española antigua, donde se machacaba mucho. Ese carácter es el que nos falta a nosotros, como chilenos, quiero decir. Ha entrado muy bien y eso es lo que nos faltaba para seguir creciendo. Sacar lo mejor que tenemos.

¿Esperaban estar peleando por el 13er puesto?

Sabíamos que Dinamarca y Noruega eran partidos inasequibles, pero había que aprovecharlos para entrenar lo que venía, que era Austria, Túnez y Arabia Saudita. Lo que esperábamos era mejorar el resultado anterior.

El puesto 21º de Francia.

Para nosotros subir uno o dos puestos generaba felicidad. Pero comenzamos a vernos sólidos, le ganamos a Austria y eso nos dio un plus para seguir con una mentalidad muy ganadora. Queríamos más. Cuando perdimos contra Túnez nos dolió, pero inteligentemente. Sabíamos que el premio conseguido era muy bueno.

¿Pensaba ganar a Austria?

Cada uno lo hacía, pero nunca lo dijimos en voz alta. Fue con mucho trabajo, unión y juego táctico. Dimos un paso a una evolución importante.

¿Cuándo esta Selección decidió comenzar a cambiar su historia?

Un punto importante fue la medalla de bronce que obtuvimos en los Panamericanos de Guadalajara. Ahí hubo un cambio de mentalidad positivo, con los jugadores comenzando a creer que sí podían disputar finales. Eso, junto a que muchos jugadores se fueron a jugar afuera, generó un nuevo balonmano para Chile.

¿Y los cinco mundiales consecutivos?

Nos dieron más roce y evolución. Y con esto... Siempre soñaremos. Es gratis y a veces logramos cumplirlos.

¿Qué ha cambiado en relación a Francia 2017?

Si lo ves fríamente, no mucho. Quedamos fuera por un gol. Mantenemos mucho más el balón en ataque, somos más conscientes y respetamos más las pérdidas de balón. En defensa, estamos más sólidos. Ahora tenemos a Marco Oneto, para nosotros importantísimo.

¿Qué espera ante Qatar?

Es una final. Ya estamos listos. Entrenamos muy suave, pero preparando jugadas tácticas. A la noche miraremos videos, pero en general nos enfocaremos más en nosotros. Estos partidos nos ayudan mucho, principalmente para el repechaje olímpico de marzo. Además, hemos jugado contra ellos dos veces en los anteriores Mundiales, y con 40 minutos de buen balonmano. De todas formas, no hay que olvidar que ellos son una potencia mundial.

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