El danés Soren Kragh Andersen, de 26 años, ganó en solitario la 19ª etapa del Tour de Francia, su segundo triunfo parcial en esta edición, tras recorrer 166,5 km entre Bourg-en-Bresse y Champagnole.
El rodador danés, que ya había vencido en la 14ª etapa, con final en Lyon, formaba parte de una fuga de 12 unidades que se formó a unos 30 km para la meta y tras atacar a poco más de 15 km, logró llegar en solitario a Champagnole para cruzar la línea de llegada en primer lugar.
El esloveno Primoz Roglic mantiene el maillot amarillo, con 57 segundos de ventaja sobre su paisano Tadej Pogacar y 1′27′' sobre el colombiano Miguel Ángel Supermán López..
En la víspera de la llegada del pelotón a París, para la tradicional fiesta en los Campos Elíseos, el podio y las plazas de honor del Tour se acabarán decidiendo mañana sábado en una contrarreloj de 36,2 km, en los que los seis últimos son en subida a la Planche des Belles Filles, un puerto de primera categoría.
Todos los corredores han coincidido en los últimos días que una contrarreloj en la tercera semana de una gran vuelta no es tanto una prueba para especialistas sino un ejercicio en el que los ciclistas más fuertes de la carrera serán los principales aspirantes al triunfo parcial.
Pese a contar sólo con 36,2 km de recorrido, el trazado se puede dividir en tres partes diferenciadas, por lo que quien aspire a ganar la etapa tendrá que ser un corredor muy completo.
Tras salir de la localidad de Lure, los primeros 14,5 km de recorrido son completamente llanos, en los que los especialistas de la lucha contra el crono podrán sacar diferencias con respecto al resto.
En los siguientes 16 km, el terreno pica hacia arriba hasta el km 24,5, beneficiando a los ciclistas más fuertes del pelotón, y después, hasta el pie de la Planche de Belles Filles, hay unos seis km de ligero terreno en descenso.
Y los últimos 5,9 km son para escaladores puros, con una pendiente media del 8,5% y rampas de hasta el 20% en el último medio kilómetro hasta la meta. Será la última ocasión para provocar un vuelco en el podio.
Pero la pelea no estará solo por la victoria de etapa o por la clasificación general: también debe decidirse el maillot blanco y el de lunares rojos que distingue al mejor escalador de la carrera, un premio con mucho prestigio.
Tras sus demostraciones en las etapas alpinas, el ecuatoriano Richard Carapaz viste este jersey, con 74 puntos, sólo dos más que Pogacar. Roglic, tercero con 67 puntos, podría incluso aspirar también a esta clasificación.
El ciclista que más rápido ascienda los 5,9 km del puerto obtendrá 10 puntos, con 8, 6, 4, 2 y 1 punto para los siguientes clasificados.
En caso de igualdad de puntos, será el corredor que más veces haya pasado en cabeza un puerto de categoría especial el que vista la preciada prenda en el podio de París... y ahí Carapaz sale ganando, ya que coronó en cabeza el Col de la Madeleine (17ª etapa) y la Montée du Plateau des Glières (18º), mientras que Pogacar sólo lo hizo en el Grand Colombier (15º).
Como está la clasificación tan cerrada, podría acabar siendo incluso decisivo el único punto que se atribuirá el domingo en la etapa final a quien corone la Côte de Beulle, un cuarta categoría ubicado al comienzo de la etapa.