Cuando salió el cuadro de Roland Garros una de las cosas que más llamó la atención fue la posición en la que quedaron Rafael Nadal (5°) y Novak Djokovic (1°). Por el azar del sorteo, ambas leyendas figuraban en el mismo lado del cuadro, transformando un hipotético cruce de cuartos de final en el anhelo de miles de fanáticos. Algo que ahora está a solo un partido de llevarse a cabo.

Con las victorias del español y el serbio durante esta jornada, sus presencias en los octavos de final del Abierto de Francia está asegurada, provocando que un gran murmullo se escuche en los asistentes. Por un lado Nadal buscaría su revancha tras la derrota en semifinales del año pasado. Djokovic en cambio intentará eliminar al de Manacor en dos ediciones consecutivas de Roland Garros, algo nunca antes visto.

Y ambos van con seguridad avanzando rondas. En su partido de hoy, el número uno del mundo superó por 6-3, 6-3 y 6-2 a Aljaž Bedene (195°), dando con una nueva clase de seguridad. Desde Madrid que Nole volvió a ser ese jugador total y ahora en París quiere llegar a los 21 grandes. Se siente listo.

Eso sí ahora deberá medirse ante un jugador de muchos más galones que el rival que tuvo hoy. En octavos de final tendrá que enfrentarse al argentino Diego Schwartzman (16°), quien viene de jugar un partido increíble ante Dimitrov.

Nadal por su parte también viene de vencer cómodamente a su rival. En la Suzanne Lenglen superó por 6-3, 6-2 y 6-4 al neerlandés Botic Van De Zandschulp (29°) y continúa superando en sets corridos a sus oponentes. Un factor clave para el español que llegó entre algodones a Roland Garros.

De todas formas el balear tendrá que analizar qué sucedió en el tercer parcial, ya que iba ganando 4-0 y terminó sufriendo el parcial. En octavos de final deberá medirse ante Felix Auger Aliassime (9°), tenista canadiense que tiene como colaborador a Toni Nadal. Eso sí, el tío del español ya dijo que no ayudará al norteamericano en este partido. Verá el encuentro desde el hotel y de forma neutral.

Ahora solo un partido separa a Djokovic de Nadal. Tan poco pero mucho al mismo tiempo, ya que sus rivales fácilmente pueden darles batalla. La arcilla parisina comienza a llegar a sus etapas finales y ya respira un nuevo duelo entre dos de los iconos del tenis moderno.

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