Antes de la Copa del Mundo, una selecta lista agrupaba a las grandes estrellas de las que se esperaba mucho. Pero han sido pocas las que hasta el momento han brillado como exige un Mundial. Cristiano Ronaldo es uno que ha cumplido, con cuatro goles que lo tienen al tope de los goleadores de Rusia 2018... Pero ya no está solo. Ayer sumó la compañía de Romelu Lukaku.
No faltó quien saltó en redes sociales alegando que el atacante de Bélgica "no tiene el marketing" del portugués para que se le destaque al mismo nivel. No parece ser así, por lo menos en estos días, en los que se ha ganado todas las fotos y aplausos. Ante Túnez, Lukaku aportó con dos conquistas a la goleada, lo que además le significó lograr algunas marcas históricas.
Anote. Con siete goles, supera por uno a Jan Ceulemans (España'82, México'86 e Italia'90) como el máximo artillero de Bélgica en los Mundiales. Se convirtió en el primer jugador belga en anotar para su selección en los dos primeros partidos de una fase final desde que Marc Wilmots lo hiciera en Corea-Japón 2002. Es el primero desde Diego Maradona, en México '86, que logra dos dobletes consecutivos en una Copa del Mundo. Y es el cuarto en los mundiales que lo logra en los dos primeros partidos, sumándose al húngaro Sándor Kocsis (1954), el francés Just Fontaine (1958) y el polaco Grzegorz Lato (1974).
¿Le importarán estos números a Lukaku? Antes del Mundial, consultado por su ya muy buenas estadísticas, dejó en claro lo que le interesaba en la cancha: "Me divierto".
Y eso que ayer salió antes de los 60' por un golpe que afectó "un ligamento externo de su tobillo izquierdo", según explicó el técnico Roberto Martínez.
"Pude haberme retirado de inmediato, pero quería estar", agregó el jugador.
Es que Lukaku mira para atrás en su vida y tiene claro lo que es el esfuerzo. "Recuerdo el momento exacto en el que supe que estábamos quebrados. Tenía seis años y llegué a la casa para almorzar... Mi mamá tenía el mismo menú todos los días: pan y leche. Cuando eres niño, ni lo piensas. Pero supongo que eso es lo que podíamos permitirnos", contó una vez para la página The Player's Tribune.
"Ese día entré a la cocina y vi a mi madre en el refrigerador con una caja de leche. Todo normal. Pero esta vez la estaba mezclando con algo. Luego me entregó el almuerzo, mientras sonreía, como si todo estuviera bien. Pero me di cuenta de inmediato qué pasaba". La estaba mezclando con agua, explica el delantero, porque su familia no tenía "suficiente dinero para hacerla durar toda la semana".
De regreso al presente, Lukaku dijo con calma tras la goleada: "Todavía podemos hacerlo mejor... Contra Inglaterra todavía tenemos que mejorar".
El DT analiza que no juegue ese duelo para una mejor recuperación. Queda Mundial y la fe en Lukaku apunta a lo más alto.