Romero separa a Aránguiz y Rodríguez en el momento más crítico de la U

Thomas Rodríguez siendo agredido por los hinchas que invadieron la cancha de El Teniente.
Thomas Rodríguez siendo agredido por los hinchas que invadieron la cancha de El Teniente.

Ambos futbolistas, que fueron increpados por los hinchas en Rancagua, no viajaron a Chillán de cara al trascendental duelo frente a Ñublense.



Este miércoles, a eso de las 14 horas, en el Centro Deportivo Azul, salió el bus de la Universidad de Chile rumbo a Chillán. El equipo que conduce Cristián Romero viajó con la obligación de conseguir las unidades frente a Ñublense, en su lucha por arrancar de la zona de promoción. En el portón, el mismo que apareció durante los últimos días rayado con duras amenazas contra dirigentes y miembros del plantel, un centenar de hinchas le entregaron su apoyo a un equipo que vive uno de los momentos más tensos de los últimos años.

Relojito, de entrada, marcó su presencia. El técnico tomó decisiones, que no dejaron a nadie indiferente. En su primer duelo, en el segundo interinato que asume, tras su paso por el 2014, el técnico de la cantera estudiantil decidió dejar fuera de la convocatoria a Pablo Aránguiz y Thomas Rodríguez.

En el caso de Aránguiz, el volante ha sumado episodios que lo tienen afectado sicológicamente. En la derrota frente a Curicó, en Rancagua, el ex jugador de Unión Española se enfrentó mano a mano con los hinchas, que invadieron la cancha tras la derrota. Días después, el mediocampista recibió amenazas de muerte, que incluso involucraron a su familia. La justicia determinó darle protección policial.

Thomas Rodríguez, en tanto, fue otro de los azules que fue increpado por algunos hinchas. Pese a que la situación no pasó a mayores, comparándolo con lo ocurrido con Aránguiz, Romero decidió no convocarlo. El ex Unión La Calera, desde la salida de Dudamel, perdió terreno en el equipo laico. Con el Huevo Valencia en la banca nunca pudo consolidarse y apenas sumaba minutos en parte final de los encuentros.

Hoy, en conferencia de prensa, Romero advertía que estaba en el club para tomar decisiones. También resumía el complicado ambiente que rodea al equipo de La Cisterna.

“De lo que se vivió en el partido me referiré por única vez, no amerita seguir con el tema. No corresponde esa reacción que hubo. La violencia en todo sentido nunca será positiva ni traerá beneficios. Creo que el club ya sacó un comunicado y condenamos esa situación. Las decisiones técnicas me atañen a mí. Hay un ambiente muy hostil, y lo digo en el sentido de esta situación anímica, de la presión que se está cargando en todo, en los medios. Mi función ha sido aplacar eso”, dijo, en conferencia de prensa.

En la cancha, los estudiantiles preparan modificaciones. Se espera el regreso de Ramón Arias y la inclusión desde el primer minuto de los canteranos Lucas Assadi y José Gatica. Romero asume que su conocimiento de los más jóvenes puede resultar clave en este tipo de instancias. “Siempre está la posibilidad de integrar a la gente que esté en condiciones. Hay procesos que se están viviendo producto del clima que se ha generado. Va a depender de la gente que esté en condiciones”, cerró.

Relojito, con un tono desafiante, y crítico de la prensa, no tuvo problemas para entregar su visión. En más de una oportunidad, incluso, deslizó a los medios de comunicación parte de la responsabilidad del momento del equipo laico, que registra 1 de los últimos 24 puntos en disputa. “Es más fácil pensar positivo, porque requiere de mayor esfuerzo”, lanzó, entre medio de una pregunta. “No soy tan catastrófico. Si pensara tan negativo como usted, no estaría acá”, le respondió a otro.

Relojito vuelve a la banca de la U. Con la ilusión a tope, según él mismo se encargó de aclararlo. Sus números del interinato anterior se resumen en 11 triunfos, cuatro empates y 11 derrotas, lo que arroja un 47,4% de rendimiento.

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