A Ronald Fuentes (51) no le gusta la exposición. Desde que era futbolista, siendo un destacado defensor de Universidad de Chile, jugando incluso el Mundial de Francia 98, el nacido en Malloco evitó los flashes. Siempre lo vio como un trabajo, sin hacer mayor alarde de su importancia dentro de la cancha.

Hoy, desde la banca de Unión Española, su actitud sigue siendo idéntica. Le hace el quite a los reconocimientos, no le gusta que le destaquen sus campañas. Sabe que sus números en los hispanos lo tienen como el técnico chileno del momento, pero prefiere centrarse en lo que vendrá. Su equipo pelea palmo a palmo con la UC y La Calera. Los de Independencia hoy son una amenaza en serio al tricampeonato cruzado. La caída ante Wanderers lo dejó a tres unidades. “No esperábamos esa caída, pero Wanderers es un equipo que tiene menos puntos de los que merece. Nos sirve para corregir errores que no se pueden volver a cometer”, dice, al iniciar el diálogo con La Tercera.

¿Están sintiendo la presión de estar arriba?

No. Nunca conversamos eso de pelear los primeros lugares. Queremos seguir ahí, estamos ahí y lo que hemos hecho por el trabajo que realizamos. Estamos con la ilusión, pero también asumimos que ahora los rivales nos complicarán porque nos conocen más.

A principio de año el objetivo era conseguir un cupo internacional. ¿Hoy es el campeonato?

Estamos con opciones de quedar dentro de los siete para agarrar algún cupo de torneo internacional. Si agarramos una racha mala, espero que así no sea, tenemos ese cupo casi claro. Queremos llegar lo más arriba posible, ojalá dentro de los tres primeros, para ir a la Copa Libertadores. Si después nos da para pelear el torneo, lo haremos.

¿Quién tiene la obligación de ser campeón?

La obligación para ser campeón la tiene Católica por lo que viene haciendo, por el plantel que tiene, por ser la institución que viene logrando títulos en los torneos anteriores. La obligación de ser campeón la tiene la UC, nosotros tenemos la ilusión en base a lo que venimos haciendo.

¿Se trabaja pensando en alcanzar a Católica?

No, no trabajamos en función de pillar a Católica. Pensamos en ganar los partidos, sumar de a tres para seguir escalando. Esa serán siempre las preparaciones de nuestras semanas para estar bien en lo emotivo y en lo futbolísitico.

¿Tiene plantel para seguir al mismo ritmo por 15 fechas?

Sí, tenemos plantel. Ahora llegó José Leguizamón y estamos viendo la opción de traer un reemplazante de Mejías. Con eso nos da para estar peleando los primeros lugares.

¿No se vuelve loco por el título?

Me ilusiona, obviamente. Estamos ilusionados con lograr un título para esta institución. Pero tranquilos, no podemos pensar en eso cuando aún restan 15 fechas.

¿La UC es imbatible?

Católica es un buen equipo, no solo en este campeonato. Lo viene reflejando los últimos tres o cuatros años, independiente que cambie de técnico. Pero es un equipo que ha demostrado debilidades, como todos. Por lo menos nosotros nos hemos acercado harto a ellos en el juego, en los resultados. El que cometa menos errores en las fechas que restan tendrán más opciones de estar arriba.

Usted dijo que la UC sería campeón en 2019 y lo fue. ¿Se repetirá esa historia?

No. Puede tener la primera opción por lo que ha hecho anteriormente, por saber manejar partidos en situaciones de conflicto, pero es un equipo que tiene sus puntos débiles y que los rivales están identificando. En esta lucha no se puede olvidar a La Calera, que lo está haciendo muy bien.

¿Cuál es el secreto de esta Unión Española?

Se mancomunaron muchas situaciones positivas. Somos un plantel joven con muchas ganas de crecer, de aprender. Tenemos una metodología de trabajo que es normal, que no tiene nada de diferente a otras, pero que le acomoda a los jugadores. Siempre pregonamos una forma de jugar, un modelo de juego. Se lo explicamos y desde el primer día se han sentido cómodos. Nosotros llegamos el 8 de agosto y desde esa fecha estamos trabajando de esa manera.

Pareciera que el parón de la pandemia los favoreció...

Es relativo. Antes de la para habíamos hecho buenas presentaciones en lo futbolítisco. Seguimos trabajando igual a la vuelta de la pandemia. Empezamos a mejorar y a trabajar en relación a los errores defensivos que teníamos. Aún tenemos tareas pendientes, pero estamos trabajando en eso.

¿Qué le falta por mejorar?

Tenemos que mejorar la parte defensiva porque somos un equipo que siempre genera oportunidades, a excepción del partido con Wanderers.

¿En pandemia los controlaba diariamente?

No, nada. Una o dos veces al mes durante los primeros meses. Les mandábamos la rutina y ellos veían qué hacían. No hubo perseguimiento para saber si estaban haciendo los trabajos. Pero el profesionalismo de ellos fue absoluto.

¿No temió que abusaran de su confianza?

No, para nada. Yo siempre he confiado en los jugadores. Ellos tienen todas las libertades en muchas situaciones. Pero también saben los límites que hay y lo han manejado muy bien.

¿Y si le fallan una vez, no perdona?

No, yo perdono, pero no soy de perdonar tampoco, doy opciones. Soy de los técnicos que da confianza hasta que el jugador la pierde porque no hace las cosas que corresponde. Siempre hay una segunda oportunidad, pero una tercera ya es difícil.

¿Tocaron techo en lo futbolístico?

No, siempre podemos aspirar a más. Hemos hecho partidos muy buenos y así y todo hemos cometido errores. Si corregimos esos errores seremos un mejor equipo.

¿Su equipo juega como usted quiere?

Sí, por supuesto. Los equipos que he dirigido, con diferentes planteles lógicamente, siempre han jugado a lo que yo pretendo. Y afortunadamente me ha ido bien.

¿Dentro de sus mandamientos está ganar como sea?

No, a mí no me gustar ganar como sea, aunque sé que en algunos partidos puede ser importante hacerlo. Cuando hay una forma de jugar es mucho más fácil estar más cerca de ganar que de perder. En eso estamos nosotros: jugamos bien y casi siempre más cerca de ganar que de perder.

¿Lo presiona mucho el presidente Jorge Segovia?

No, nada. Tenemos muy buena relación. Conversamos antes y después de los partidos. Hay una comunicación directa y eso es es bueno. Está muy contento con lo que estamos desarrollando y nosotros muy felices en el club.

¿Imita algún modelo europeo?

No, me gustan técnicos como a todos. Algunas cosas de Klopp que me gustan son la presión post pérdida, también la posesión de Guardiola y las transiciones rápidas del Dortmund.

Su juego es de posesión. ¿Nunca pensó cambiar su estilo para seguir la corriente de Bielsa y Sampaoli?

No. Igual realizamos algunos ejercicios de Jorge y Marcelo, pero para cosas puntuales de transición más que de posesión. Pero de los técnicos más importantes del mundo trato de ver sus equipos, su potencial y tratar de sacar ideas.

¿No es un riesgo apostar por tantos jóvenes?

Hay que atreverse a poner jóvenes. Tampoco he puesto mucho. Le he dado opciones de entrar, pero de jugar no lo he hecho mucho. Yo siempre he sentido que si uno pone un jugador joven y no está preparado, lo quema. Hay que llevarlo de la mano, darle minutos. En Unión con los jugadores que hemos trabajado están todos preparados por si les toca jugar. Mi idea es que jueguen y se mantengan por mucho tiempo como Palacios, Méndez.

Pero mucho se habla del recambio. ¿No hay responsabilidad de los técnicos por no atreverse a poner jóvenes?

Sí, por supuesto. La necesidad de lograr resultados te lleva a poner a jugadores con más experiencia. Cada técnico tiene su metodología, pero tengo claro que ese recambio costará más de la cuenta porque el resultado es más importante para que no te echen de la pega.

Uno de sus valores canteranos es la perla Palacios ¿Cómo lo mantiene aterrizado?

No lo mantengo aterrizado, es aterrizado. Desde que llegamos nosotros ha demostrado ser muy centrado, muy profesional. Él se ha preocupado en este tiempo de crecer. Entendió que el juego colectivo es más importante que el individual.

¿No le faltan jugadores con más experiencia para pelear en este tipo de instancias?

Sí, hay momentos en que necesitamos un poco de experiencia en nuestro juego: para hablar, para corregir situaciones a través de un llamado de atención, de un reto. Por ahí quizás eso nos falta. Somos un equipo joven, pero dentro de eso se han manejado bastante bien. Nosotros debemos dar las herramientas para suplir esa inexperiencia.

Y la Selección. ¿Está preparado para asumirla?

Me siento preparado asumiendo que debo seguir creciendo. Siempre me he sentido preparado para dirigir algún equipo importante del extranjero, para estar en la Selección. Me encantaría dirigir la Selección, pero va a pasar cuando tenga que pasar. Ahora hay un técnico y se debe respetar. Pero no me vuelvo loco. No estoy trabajando para ir a la Selección. Se debe aguantar a Rueda.

¿ Y dirigir a la U está dentro de sus objetivos?

No.

¿Por qué no?

Porque yo no estoy trabajando como entrenador para dirigir Universidad de Chile. En este momento pienso en estar bien en Unión Española, de lograr cosas acá. Mis aspiraciones son para dirigir afuera.

¿No perdió dos años de técnico siendo gerente de Azul Azul?

No, fueron dos años importantes de mi vida que me van a servir en mi carrera como técnico. El manejo de presupuestos, ver mercados nuevos, entre otras cosas. Eso me ha servido para hacer acá un plantel competitivo. También me sirvió para tener una muy buena red de contactos que me pueden servir para futuro por mi proyección de técnico.

Será difícil que lo engañen con algún jugador…

Siempre ha sido difícil. No solo ahora.

¿Le gusta el VAR?

El VAR es una mierda, lo digo con todas sus letras. No se ha sabido utilizar de buena manera y no se sabrá utilizar mientras no se fijen los criterios para todos los árbitros. El VAR se supone que vino a sacar la injusticia y finalmente termina siendo más injusto que los propios cobros.

¿El nivel de los árbitros es bajo?

Cuando uno habla en contra de los árbitros acá en Chile ellos lo toman como que uno los está matando, no lo toman que es para corregirlos. No es fácil en Chile hablar sobre el arbitraje porque después te pasan la cuenta.