A Ronnie Fernández (31 años) se le nota calmado. Dice no tener ansiedad previo al Superclásico, ya que este grupo no puede cargar con lo hecho por planteles anteriores. Sí quiere hacer historia. Y lo deja claro desde un principio, con su forma de hablar.
Ronnie traspasa su forma de juego a su vida personal. Va de frente, sin eludir ninguna pregunta. “Esta entrevista es a mí y yo me hago responsable de mis palabras”, manifiesta el delantero, en conversación con El Deportivo.
Se viene el Superclásico ante Colo Colo , en el Monumental, ¿cómo están usted y sus compañeros?
Estamos en conocimiento de la importancia que tiene para la U, lo que significa para el fútbol chileno y el hincha, pero nosotros lo anticipamos con tranquilidad. Debe ser una ayuda para salir de los últimos dos resultados, que no fueron positivos. Tenemos conciencia de que hay que mejorar lo mostrado. Ese es el foco principal que adoptamos.
Tiene fama de luchador, ¿llega a aportar carácter al ataque azul?
Es parte de las características que he logrado cultivar hace un tiempo. Intento hacerlo de la mejor manera, con goles y generando ocasiones útiles para el equipo. Busco multiplicarme para que las cosas puedan ser más fáciles para todos.
A la U se le ha tratado como un equipo débil de mente por los resultados en los últimos años en la casa del Cacique...
No creo que sea bueno seguir hablando de los años anteriores. Esta entrevista es personal y yo me hago responsable solo de lo que estamos viviendo ahora. Somos un equipo muy unido, fuerte y entendemos que hemos mostrado facetas buenas y otras que debemos mejorar. Pero es parte del aprendizaje y del andamiaje que otorga el comienzo de torneo. Este grupo no es responsable de la historia que se carga. El que viene será un partido más, sabiendo que es un clásico muy importante para el país y en concordancia con la responsabilidad que sostenemos, lo encaramos como un duelo de tres puntos y de once contra once. Siento que tenemos mucho más por ganar.
¿Ha soñado con el partido? Es su primer clásico desde que volvió a Chile...
Correcto, porque el clásico porteño me tocó vivirlo desde afuera, de una manera muy especial, porque en Santiago Wanderers no traíamos una racha positiva y a punta de esfuerzo, sacrificio y empuje de la hinchada, que lastimosamente en la U no vamos a poder tener este fin de semana, lo ganamos. Ahora, si bien será mi primer Superclásico, no se me pasa tanto por la cabeza. Yo soy más de vivir los partidos desde que comienzan. En la previa me preocupo de estar bien, fuerte y de trabajarme. Insisto en que tenemos mucho más por ganar que por perder.
¿Le da vuelta que puede quedar en la historia de la U si ganan?
Si se da, después de ganarle a Colo Colo debemos seguir ganando. El torneo sigue. Recién es la quinta fecha. No hay duda en que sería un envión importante. Para el hincha, sobre todo, afectaría positivamente. Eso es real. Soy enfático, si tú me preguntas a mí, la historia dice que tenemos mucho por ganar, porque la gran presión es para ellos.
¿Dice que no siente presión por ir al Monumental?
No la siento. Esta entrevista es a mí y yo me hago responsable de mis palabras. Según la estadística, entiendo que la responsabilidad es para ellos, porque quieren mantener su racha.
¿El público influye en este tipo de encuentros?
No me gustan los partidos sin gente. Este va a ser especial. Vamos a una cancha de visita, a un estadio colapsado, que espera vivir un clásico a favor de ellos. Todo eso es una motivación que debería hacernos sacar fuerzas escondidas para poder doblegarlos.
Se fueron todos los referentes de la U. ¿Falta peso en el camarín?
Jugadores de experiencia tenemos. De vasta experiencia. Está Felipe Seymour, que es un estandarte para nosotros, Luis Felipe Gallegos, Junior Fernandes, que sabe de anotar en clásicos; Hernán Galíndez, seleccionado ecuatoriano, y así te podría seguir nombrando. Hablar de que no poseemos compañeros con experiencia para la instancia no me parece.
Cuando volvió a Santiago Wanderers el año pasado, ¿imaginó que a los meses arribaría a un grande de la capital?
Si, porque lo quería y lo estaba esperando. Sentí que era buen momento en mi carrera. Como familia buscamos ir a un equipo que me permitiera competir y tener un poco más de vitrina. El 2020 fui a Wanderers luego de una lesión que me complicó mucho. Jugaba con miedo y no me daba cuenta. Después vi mis partidos y observé que no era yo. No era mi peso ni mi ritmo. Entonces volví a Arabia y luego retorné a Wanderers nuevamente, cuando ya me sentía bien, a punto y sin miedo. Me puse a trabajar pensando en mostrar mi mejor versión.
¿Quiere ser un histórico de la U?
Eso no se prevé, no es algo que se pueda trabajar, porque te lo da el tiempo y los resultados. Se puede dar encontrando un equipo que ande bien. El fútbol es un deporte grupal y mientras todos respondamos de buena manera las individualidades van a resaltar. Yo estoy contento ahora, porque llegué a un lugar donde me tratan muy bien y me siento querido. Sé que los resultados son los que avalan aquello y los últimos dos no fueron positivos, pero queda mucho y siento que tenemos las armas para cambiar la imagen.
La U ha tenido un bajón en las últimas fechas. ¿Falta confianza?
No sé si es un bajón. Lo que sí, descuidamos lo que nos hizo ganar en las primeras dos fechas: la contundencia en el arco rival. En los últimos dos fines de semana no fuimos punzantes en nuestras llegadas. Debemos dejar los errores que nos pasan la cuenta, para ir madurando en todas las líneas. Como equipo hay que conocerse y eso da tiempo, algo que no hemos tenido, ya que hace muy poco se integraron los últimos compañeros (Álvaro Brun y Luis Felipe Gallegos). Lastimosamente ahora tenemos la baja de Israel (Poblete) que priva al mediocampo de tener una buena competencia interna. Ese tipo de situaciones las da el fútbol.
Luego del triunfo ante Unión La Calera se difundió una arenga suya, ¿la preparó?
No me gustó que se haya hecho público. El verso no es bueno cuando no se rinde en la cancha. Esta situación, como dar una entrevista, es distinta, porque nosotros debemos cumplir con la prensa, pero la arenga es una sensación del momento, que sentimos varios futbolistas. Así lo vivimos, pero no es de mi agrado que sea público. El grupo y la gente lo entendió bien, por suerte. Es parte del carácter que tengo.
Algunos hinchas lo candidatean para capitán. ¿Llevaría la jineta de la U?
Al igual que ser un histórico, eso depende del tiempo y del cómo yo me muestre partido a partido. Si yo tengo un fin de semana bueno y otro malo, me van a medir con la misma vara. Una de mis fortalezas es entender que en el fútbol los elogios nublan y eso no es bueno. Debo dar mi mejor versión y si eso va de la mano con tomar mayores responsabilidades yo voy a estar dispuesto, siempre y cuando eso sea un bien para el equipo.
A usted lo quiso Colo Colo también. ¿Eligió a la U o fue solo porque los azules presentaron algo más concreto?
La elección fue mía. Ha pasado harto tiempo y he respondido antes esa pregunta. No viene al caso hablarlo antes de un clásico. Acá me hicieron sentir importante desde un primer momento y eso para mi es fundamental.
Pasó de un equipo descendido a otro que casi desciende. ¿No evaluó ese antecedente para tomar la decisión?
De ninguna manera. No estuvo eso encima de la mesa. Es un proyecto renovado. Con esto no quiero desmerecer al plantel anterior, porque había jugadores con condiciones tremendas, que cualquier grupo desea. Siempre entendí que la U es un equipo grande, que juega a estar arriba. Nunca dudé en venir.
Entonces, ¿nunca desconfió? ¿Nunca vio el fantasma de club tambaleante?
Para nada. Insisto, siempre tuve la confianza en que venía a una gran institución, que busca hacer las cosas de la mejor forma. Eso es lo que vivo hoy.
¿Cómo se define como futbolista?
Soy lo que se ve: un apasionado. Alguien a quien le gustan los desafíos y el fútbol de roce. Creo en la competencia. Siempre espero que el grupo esté por delante de las personas.
¿Cómo es el trabajo de Santiago Escobar?
Muy táctico. Es un técnico que te ofrece muchas opciones, diversas aristas para sortear problemas. Te hace ver cómo jugar con dos esquemas en un mismo partido. Las principales características son buscar un fútbol de posesión y que sea versátil para todos los encuentros.
Llevan pocos partidos, pero ya se habla de una dupla letal con Cristian Palacios, ¿se complementan bien?
Es natural. El hecho de entender que somos jugadores de área hace lógico verlo de esa manera. Algunos decían que debía jugar solo uno de los dos, porque íbamos a chocar, pero yo creo lo contrario. Hemos podido sobrellevar la posición de nueve, al Chorri se le da mejor por los extremos y así nos vemos bien.
A sus 31 años, ¿siente que está en su mejor momento como futbolista?
No. Siento que he tenido una continuidad de un buen momento. Siempre busco mi mejor versión y espero llegar a un nivel mucho más alto. Esto es lo mismo que venía haciendo en el fútbol árabe, pero en Chile no se tiene noción de lo que pasa allá.
¿Siente que explotó tarde?
No. Hace años tuve ofertas del fútbol colombiano y me tocó salir del país. Esa percepción es para la retina del periodismo y de la gente que no vio mi fútbol. Ha sido un buen proceso el que nombraste: ir a la B, luego hacer las cosas bien en Wanderers e irme al extranjero. En ese paso por afuera decidí partir a ligas que son menos vistas desde Chile.
¿Se ilusiona con la selección chilena?
Siempre es un tema que sale a flote. Uno no trabaja para ir a la Selección, estás pensando en dar lo mejor para tu equipo. Sin embargo, no tengo dudas en que si hago las cosas bien y el equipo gana, las posibilidades son cercanas, más entando en la U.
¿Cuáles son los objetivos de la U para el 2022? Los azules no son campeones desde el 2017. Ha pasado mucho tiempo...
Nosotros tenemos que aspirar a campeonar, meternos en una copa internacional, ser protagonistas y no tener titubeos en ir por los tres puntos en cualquier cancha. Independientemente de que los últimos dos resultados no son los que queremos. Eso se puede palpitar en el CDA.
La U lleva cinco años sin ser campeón, ¿se imagina siéndolo?
Es una de las cosas que más deseo. Si puedo pedir algo, sería eso. Acá uno palpita el cariño de la gente, se siente la resonancia y las dimensiones del club. Triunfar en Universidad de Chile me genera mucha intriga, no ansiedad. Deseo sentir lo que es ser campeón con esta institución.
“Para ser un equipo grande primero hay que mostrarlo”, es parte de lo que se escucha en su arenga en el Nicolás Chahuán, cuando golearon a Unión La Calera, ¿siente que lo han mostrado?
Lo hemos trabajado. Somos un equipo que respeta la instrucción, un grupo muy profesional y disciplinado. Son cosas de la interna que te comento, pero aquel que va al CDA sabe a qué me refiero. Este plantel tiene muchas ganas de solucionar el revés que sufrimos en las últimas jornadas. La intensidad, el sufrimiento de estos partidos se palpita en el equipo y me parece que es bueno que duela perder seis puntos.
¿Le falta actitud al jugador chileno?
Depende de con quién se mida la vara, pero las comparaciones no son buenas en el fútbol. A mí me gusta hablar en primera persona. Soy autocrítico y apasionado. Me duele perder y me gusta competir. Eso acá lo he visto. Somos un plantel que se critica tras caer, porque pudimos hacer las cosas mejor. Queremos ganar todo, y cuando no se nos da duele mucho, no es como si no pasara nada.
¿Prefiere jugar de nueve neto, por los costados, o atrás del centrodelantero?
A mí me gusta estar adentro del área, es la posición que más me acomoda. Claro que no tengo problema en jugar en cualquier lugar del frente de ataque. Hay realidades que me apuntan a estar más de centrodelantero, ser quien aguanta el balón, el que hace el rebote para quien viene de frente. Así he jugado en mis últimos años. Si tengo que adaptarme a otro lugar, lo hago, pero tendría que trabajarlo.
Con Junior Fernandes y Cristian Palacios son tres hombres de gol. ¿No les falta alguien que los alimente o un especialista por afuera?
Si no me equivoco, la nuestra es una de las ofensivas con más gol. Eso te habla de que tenemos una capacidad fuerte de conversión. El único partido donde jugamos con un hombre suelto fue con La Calera, luego tuvimos que suplir la ausencia de Jeisson Vargas. Nos hemos tenido que adaptar. Todo esto va a depender del esquema que usemos, pero tengo la tranquilidad de que nos hemos visto fuertes con y sin alguien que nutra a los delanteros.
Los hinchas de la U tienen muchas expectativas en usted, ¿se siente presionado por aquello?
Estoy muy tranquilo con mi trabajo y mi presente. Sé lo que puedo dar y que aún no expongo mi mejor versión. Estoy en un muy buen momento de mi vida, liberado en todo sentido, con una familia que me apoya mucho y eso me ayuda a desempeñarme al 100 por ciento. Espero que lo que hayan visto en mí sea la base de esa expectativa.