Hace cerca de un mes, Wayne Rooney fue detenido por manejar en estado de ebriedad. Como castigo, el delantero británico fue condenado a hacer cien horas de trabajo comunitario, además de la suspensión de su licencia de conducir.
Aprovechando el paro de la Premier por la fecha eliminatoria, el atacante empezó a cumplir con la sanción. Según publica el Daily Mirror, lo hizo en el centro Prestbury, para adultos con problemas de aprendizaje, ubicado a pocos metros de su casa. El propio rotativo agrega que el goleador histórico de la selección inglesa ayudó en servicios de mantenimiento y jardinería desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde.
Juez Central publicó una foto de Rooney ingresando al centro con su lonchera para almorzar.