La sencillez de Rubén Sosa (54) sorprende. Es uno de los jugadores más importantes de la rica historia de Uruguay, ganó dos veces la Copa América y triunfó en Europa en clubes como el Inter de Milán y el Borussia Dortmund y, sin embargo, responde siempre con cercanía. Se nota relajado. Atiende a La Tercera desde el patio de su casa y desde ahí analiza el comienzo del camino hacia Qatar 2022. “Va a ser una Eliminatoria distinta, sin público, con jugadores que no pueden participar. Salir del túnel y ver vacío el estadio Centenario será un golpe para los jugadores. Es totalmente distinto”, explica en una nueva edición de El diván del Kily, de El Deportivo.
¿Llega mejor Uruguay que Chile?
Chile tiene un poco más de dificultad, pero el fútbol cambió muchísimo. Jugar contra Chile no es fácil. Es una Selección que ha crecido muchísimo, con grandes jugadores. Cuando empiezan las Eliminatorias siempre quieres ganar en casa.
Chile llega disminuido, con bajas importantes como Bravo, Medel, Maripán, Isla ¿eso convierte en favorito a Uruguay?
Si juegan los titulares, Chile tiene muchas chances de ganar. Nosotros tenemos a casi todos menos a Cavani. No me confío. Tenemos que ganar, jugamos en casa, pero hoy en el fútbol no hay favoritos. No se sabe cómo están todos. De repente, hacen un partido muy bueno y te lo ganan. Será un partido complicado para nosotros.
Que Chile presente una defensa de emergencia, es una ventaja importante para Uruguay...
Va a ser importante aprovechar que los jugadores titulares no estén. Yo, como delantero, prefería a un rival con experiencia porque era más lento. El joven tiene más velocidad.
¿Cómo ve a Suárez? ¿Habrá superado el golpe que significó su partida del Barcelona?
A Suárez lo tuvimos a los 11 años en Nacional de Montevideo. Debutó muy joven y no hacía goles. Suárez tiene esa dedicación por el fútbol, el ser profesional, el no abandonar. A Suárez le dolió la salida del Barcelona, estaba bien con su familia, es el tercer goleador del club, teniendo a Messi, su hermano. A él le gusta jugar al fútbol. Es un chico al que no le gusta perder. Le dolió pero ya se metió un chip distinto. A la Selección va a venir con unas ganas inmensas de hacer goles, porque quiere demostrar que quería seguir en el Barcelona.
¿El Atlético de Madrid es una buena elección para que continúe su carrera?
Tiene un entrenador argentino, sudamericano, conoce lo que es Uruguay y lo que es Europa. Es un entrenador muy inteligente. Le saca lo mejor del futbolista. Tener un DT sudamericano, al que ves que le encantan los jugadores sudamericanos, sean uruguayos o argentinos, le hará muy bien.
¿Puede un técnico, como Koeman, prescindir de un goleador de esa categoría?
Como exjugador, me cayó mal que llegue un entrenador, te llame por teléfono y te diga que no cuenta contigo. Esas llamadas por teléfono las odio. Un entrenador o presidente no puede echar a un jugador por teléfono. Eso no es de futboleros. No es justo, es horrible. Si el Barcelona hubiese ganado la Champions League, no se iba.
¿Le puede afectar a Suárez que no esté Cavani en el inicio de las Eliminatorias?
Le va a costar un poquito. Uno es más de área, el otro es más ida y vuelta (Cavani). Te ataca y luego te defiende en el arco y Suárez es más de área.. Nos va a costar mucho suplantarlo. Cuando son jugadores de clase A y fenómenos, no hay que suplantarlo, es uno solo. Tenemos jugadores esperando a ver una oportunidad. Lo lindo de este Uruguay es que se conocen todos. Tabárez ha logrado que este plantel sea de amigos.
¿Cómo se concibe a Chile hoy en Uruguay?
Chile siempre tuvo buenos jugadores. No lograban títulos, pero nunca fue fácil. Al ganar unas copas América y partidos importantes, se respeta. Es como Uruguay. Chile está creciendo mucho. Hay que dejar a los entrenadores tener unos años de experiencia. En la época nuestra, si no ganaban dos o tres partidos ya los cambiaban. Los dirigentes tienen que darle pie a un cuerpo técnico, darle cinco años a un DT para que pueda organizarse, tener la Copa América, Eliminatorias. No estar pendiente de dos o tres partidos.
¿Ya es un clásico?
Sí. Nosotros queremos ganarle a Argentina y Brasil. Chile puede ser el tercero. Ha mejorado, no es fácil ganarle. Somos más de querer ganarle a los países que tenemos al lado. Cruzamos el Río de La Plata y está Argentina, el poder. Vemos al lado y está Brasil, que son millones, nosotros somos tres. A Chile lo respetamos, pero el uruguayo no le tiene miedo a nadie.
¿Siguen picados por lo de Jara a Cavani?
En mi época se hacía de todo. Llevaban agujas en la mano y te pinchaban. Es provocar para echarlos. Es la ley del fútbol. Lo que hizo en ese momento lo sacó y fue así. A veces, la picardía hay que hacerla. A mí me pegaron cada patada, cada codazo. Es normal. El defensa te provoca, te habla de tu mujer, que está linda. Son cosas que a veces uno las aprovecha y te va bien. Hay muchas cosas que han pasado en el fútbol y terminó ahí. He jugado con amigos, hermanos, nos pegábamos cada patada, pero después íbamos a comer a la casa.
¿Cómo habría reaccionado usted?
No lo sé. Me pegaron de atrás, codazos, puñetazos en la espalda. Quizás lo buscaría con el balón y trataría que me pegara dos o tres patadas para echarlo. Una vez por año pasa eso.
Las dos Copa América que consiguió, en 2015 y 2016, ¿cambiaron la perspectiva respecto de la Roja?
Cuando logras un título lo más importante es olvidarte de lo que hiciste. Te quedas en la cabeza con que ganaste títulos, pero eso ya fue. Nosotros tenemos muchas Copa América y no estamos pensando en cuántas tenemos. Queremos ganarla, llegar al Mundial. Chile no se tiene que basar en que ganó una Copa América. Te quedas con la victoria, pero después hay que seguir jugando. Que te respeten todas las selecciones está buenísimo. Pero hay que olvidarse de que la ganaron. Vamos por la otra.
¿Se sentía cierta soberbia de los chilenos?
Se habló muchísimo de esas Copas América que ganó Chile. Que era el favorito en todo, que hace 20 años no jugaba así. Chile tuvo grandísimos jugadores, como Zamorano. No hay que olvidarse de las raíces, de los jugadores que han pasado en Chile, de los fenómenos que tuvo. Hay que acordarse de los que han pasado atrás. Chile tuvo grandísimos campeones. Goleadores, arqueros.
¿Se transformó Chile en el vecino odioso de Sudamérica? Cuando empezaron a hablar con tanta soberbia, todas las selecciones querían jugar contra Chile para ganarle, para que se callasen la boca. Todos decían ‘estos chilenos ganaron dos copas y mira cómo hablan’. Se decía que eran el mejor de Sudamérica. Después se frenó un poquito. No es que el jueves (mañana) vaya a ser fácil, va a ser difícil. Ya no hay más favoritos. Si estás bien concentrado, le puedes ganar a Brasil y Argentina. Pero no hay que hablar demasiado, hay que jugar al fútbol.
¿Cómo prevé que será el partido del jueves?
Chile tiene la ventaja que no hay público. Cuando en el Centenario empieza a cantar se te pone la piel de gallina. Hay que adaptarse a esta norma. El mundo ha pasado un momento muy duro con esta pandemia. Uruguay si no juega al fútbol, no es Uruguay. A Uruguay lo conocen por los jugadores de fútbol. En Europa no saben ni dónde estamos en el mapa.
Igualmente, Chile cambió respecto de ese momento, ¿qué diferencias le observa ahora, con Rueda en la banca?
Un entrenador nuevo tiene que adaptarse a lo que tiene, no inventar. Cuando vas a dirigir a un país tienes que conocer las raíces de ese país, lo que siente el país. El entrenador tiene que ser consciente de lo que tiene y de lo que puede jugar, no inventar. Si tienes un goleador o un clase A, un Messi, tienes que armar un equipo para eso. Si no lo tienes, tienes que armar un equipo fuerte, aguerrido, que corra. Hoy en día los futbolistas son atletas. Cuando los veo correr pienso que nos va a costar muchísimo ganarle. Antes el gordito número 10 jugaba, hoy no puede jugar. Acá sí, en Europa no. Hay que hablarle a los jóvenes, Que la gente mayor los anime. Nosotros tenemos un Godín, que tiene su edad, pero es nuestro capitán. Te saluda a Suárez y al jovencito que llega igual que a Suárez. Hay que enseñarle a ese niño, que después quizás sea el capitán. Eso tenemos nosotros y lo tienen que hacer todas las selecciones.
¿Mutó el fútbol uruguayo? ¿Que haya muchos jugadores en Europa le agregó más técnica, pero le sacó un poco de la garra charrúa?
En la época nuestra teníamos un par de figuras, un Enzo, un Sosa. Teníamos al resto que corría mucho, marcaba muy bien, la ‘garra charrúa’, te iban fuerte. Ha cambiado. Hoy el volante de Uruguay o el defensa sale jugando. Antes nos pegaban un pelotazo y ‘corran ustedes’ contra cuatro defensores. Hoy el fútbol cambió para bien. Hoy Uruguay sale tocando de atrás, antes no. El mediocampista no veía la pelota porque la pasaban por arriba. El fútbol ha cambiado. Los jugadores han mejorado técnicamente, son más profesionales, se alimentan mucho mejor. El fútbol en Uruguay ha mejorado mucho, ya no se pega tanto, antes se pegaba mucho. A los 15 años te pegaban dos o tres patadas, si eras guapo seguías.
¿Cavani-Suárez o Sosa, Alzamendi y Francescoli?
Me quedo con los míos. Ese trío se entendía bien. Apenas nos mirábamos cuando la agarraba Enzo y con Antonio nos cruzábamos o picábamos porque la pelota nos llegaba adelante. Cuando Francescoli la tomaba sabía que la pelota me podía llegar arriba. Con Antonio éramos velocistas. Él era más de hacer el gol de punta, yo te pegaba con el empeine. Jugábamos al pelotazo. Hoy no, salimos jugando.
¿Cómo se renueva una generación exitosa, qué elementos hay que considerar para reemplazar a las figuras que ya no están?
El Maestro está hace 12 años con nosotros. Se tiene que tener un cuerpo técnico con experiencia que los deje trabajar desde juveniles. Que no lo cambien cada seis meses. Que el entrenador de primera de selecciones vaya a ver a la sub 15, sub 18. Que los entrene el DT de la selección mayor. Eso le dará el futuro a Chile. Si el entrenador de Chile no va a ver a la sub 18 y la sub 20, no tiene sentido. El entrenador principal tiene que coordinar desde los jóvenes hasta la mayor. De ahí va a sacar al fenómeno que va llegar a jugar en la selección mayor. No puede ser que un DT esté solo para el equipo mayor.
Usted vistió la camiseta del Inter de Milán, donde hoy juegan Arturo Vidal y Alexis Sánchez, ¿cómo valora que ellos estén ahí y qué consejos les daría?
Estuve el año pasado allá viendo un partido de Champions. Me gustó ver sudamericanos en el Inter. Han rendido mucho, casi todos. Ahora llegó otro chileno más, que se lo merece porque es un profesional de aquellos y un jugador distinto en su juego, en su presencia, tiene muchos años jugando al fútbol. Al Inter los sudamericanos le respondieron muy bien. Tienen a Javier Zanetti como vicepresidente. Una hinchada que poquito, con ver sudar la camiseta te adoran. Jugaba con 80 mil personas en San Siro, es un estadio hermoso. Van a andar bien. El Inter este año tiene que apuntar a ganar el campeonato. En Italia tienes tres o cuatro torneos. De esos tienes que ganar uno. El Inter necesita ganar.
¿Tiene con qué ganar el Inter?
Tiene jugadores importantes, un plantel bárbaro. Al entrenador que vino le ha costado adaptarse a los jugadores. Ahora los conoce mejor y va a andar mejor. Este es el año que el Inter puede ganar cosas. Tienen un gran entrenador. Al Inter no puedes ir a salir segundo.
¿Ve posible un ataque con tres jugadores, con Sánchez, Lukaku y Lautaro?
Me gusta más Sánchez. El año pasado no le habían dado mucha oportunidad. Cada vez que entra hace la diferencia. Está físicamente muy bien. No lo veo muy de delantero, lo veo más de 10. Me gusta que arranque de atrás, que sea un pasador de pelota, que haga tiro de afuera del área. Su edad lo ha hecho más técnico. Está bien físicamente. Ha tenido unas lesiones que lo han frenado un poco, pero lo veo más ‘diez’, no lo veo tan delantero. Arrancando de atrás hace más daño.
¿Le gusta el estilo de Conte?
No le gustan mucho los sudamericanos. Godín fue para allá y no le gustó. Tiene un problema con ellos, no le caen bien. Si uno anda mal no lo mete más, si anda bien lo hace jugar diez minutos.
Consiguió dos títulos en Copa América, octavos de final en Italia 90, ídolo de Nacional, ¿Le quedó algo pendiente el fútbol?
No. Di todo y me divertí. Me hizo conocer países que no pensaba conocer, como China. He disfrutado todo. Me divertí y traté de hacer lo mejor. No miro los errores.
¿Le gusta más trabajar con menores o espera una opción para dirigir a mayores?
Nunca pensaba ser entrenador. Hoy me está enchufando el hecho de la experiencia que tengo. En Nacional hace muchos años estoy como un embajador. Estoy en el campo, veo los entrenadores que han pasado, como Lasarte. Me está gustando. Extraño un poco esas concentraciones del partido. Me está gustando el concentrar con ellos, tener charlas. Creo que en un año daremos ese salto. Hace cinco años no quería saber nada de esto, pero la experiencia que tuvimos, sea en la cancha, sea afuera y sea en Nacional, que es mi casa, conozco todas sus entradas… el club me ha tratado bárbaro. Le podemos dar una alegría al ser técnico.