Las diferencias entre Reinaldo Rueda y su antecesor, Juan Antonio Pizzi comienzan a quedar en evidencia. La ausencia de Claudio Bravo, una situación que también sufrió el exdelantero del Barcelona, marca claramente una referencia respecto en la distancia de estilos. El colombiano, a diferencia del argentino, sí se atreve dejar en evidencia al guardameta. Sin eufemismos. Sin esconder argumentos.
"Como dije en su momento, eran asuntos familiares y personales. Pienso que eso debe bastar para respetar su posición. Él conversó conmigo y me explico que tenía problemas para venir. Ha estado siempre, es el jugador con más partidos por la Selección. Entonces, si da una explicación, debe ser respetada", decía Pizzi a propósito de la ausencia del arquero del Manchester City en los partidos eliminatorios frente a Paraguay y Bolivia. Eso sí, dejó claro que Bravo jamás le había comentado acerca de una posible lesión.
Rueda, en cambio, deja establecidas la razones con claridad. "Fue una decisión de él", dice de entrada el técnico cafetalero, sin eludir el asunto que ha convulsionado al bicampeón de América, aunque también sin profundizar demasiado. "Claudio fue muy claro. Tomó una posición. Queríamos tenerlo y por eso insistimos", sostiene en la conferencia que ofreció en la antesala del amistoso frente a Suecia. E insiste, antes de molestarse por la serie de preguntas acerca de la materia. "He sido muy claro. La situación es de una decisión que tomó Claudio, muy respetable. No es positivo. Aspirábamos a contar con él por todo lo que significa. Es un hombre maduro, de gran carácter. Respetarla solamente. Es una decisión de él… Insistimos hasta último momento. El tomó la decisión de marginarse", concluye, dejando claro que la ausencia del golero estuvo lejos de ser consensuada.