Reinaldo Rueda está otra vez en la semifinal de la Copa América. Antes con Chile y ahora con Colombia. Con el mismo expediente. En un partido muy mezquino a ratos, el cuadro cafetalero igualó sin goles contra Uruguay en un encuentro en el que ambos rivales se preocuparon más de no recibir goles que de anotarlos. Un tiempo para cada uno, que finalmente de se decidió en los penales, donde la gran figura fue el meta cafetalero David Ospina.
Ambos rivales no arriesgaron demasiado en el primer tiempo. El partido pasó mucho por el mediocampo y se volvió trabado a ratos. Los cafetaleros extrañaron demasiado la ausencia de Juan Guillermo Cuadrado y debieron armar el fútbol de otra manera.
Pero en ese tiempo de estudio, el equipo de Rueda era más directo. Las diagonales de Rafael Santo Borré ponían en aprietos a la última línea de la Celeste, mientras que la potencia de Duvan Zapata era peligro constante para el meta Fernando Muslera.
Al otro lado, tal como ocurrió en el empate ante Chile, las subidas de Nahitan Nández por la derecha eran la principal arma de ataque para el equipo del Maestro.
En esa mezquindad de ocasiones, el elenco tricolor tuvo la más importante justo antes del entretiempo, cuando Zapata ganó la línea de fondo y, en e, rechazo, Muriel falló por poco.
Cambio de actitud
Sin embargo, el complementario comenzó con toda la intensidad que se extrañó en el primer tiempo. Justo después del pitazo inicial, Colombia tuvo más clara en la incursión del volante izquierdo William Tesillo, aunque Gustavo Cuéllar no logró a empalmar.
Entonces Uruguay se atrevió a más y dobló la apuesta en las jugadas siguientes. Federico Valvede fue el primero que avisó desde el borde del área, a él se unieron Matías Viña y Giorgian de Arrascaeta. Eran los mejores momentos de la Celeste que, en el primer tiempo, parecía dormida.
Después de esa impresión el duelo volvió a caer en un vacío, que sólo rompió el cabezazo de Zapata desde el área chica, remate que sacó el meta uruguayo del Galatasaray turco desde la misma línea de sentencia.
En el final, ambas selecciones se dedicaron más a no perder que a abrir la cuenta. Una tensión máxima en Brasilia, donde los dos conspiraron, más por cansancio que por desidia, para definir todo en los lanzamientos penales.
Y Colombia sacó la ventaja. El meta David Ospina, el jugador que cumplía 112 partidos con su selección fue el héroe de la tanda tras detener los tiros d José María Giménez y Matías Viña, todo para el equipo de Rueda gane 4-2 y se meta en la semifinal de la Copa América, donde espera al ganador de Argentina contra Ecuador.