Rusia se encamina a los octavos

Otra exhibición del local. Pocos preveían un inicio tan fuerte de Rusia, aunque convengamos que ha enfrentado a selecciones que no son potencia. Ayer, el anfitrión de la Copa del Mundo tenía un desafío mayor en comparación con el estreno ante Arabia Saudita. Pero Egipto no presentó una mayor resistencia. En San Petersburgo, el cuadro de Stanislav Cherchesov ganó por 3-1 y se encamina hacia los octavos de final.

Hasta que sucedió el esperado debut de Mohamed Salah, uno de los nombres propios de la Copa del Mundo. La estrella del Liverpool entró a la cancha luego de estar ausente del primer partido ante Uruguay. No obstante, el factor Salah fue muy limitado en el partido. Estacionado como puntero derecho, nunca fue el armador que su equipo requería. Se notó su inactividad. Pese al gol, su partido fue opaco, al igual que el de sus compañeros.

Rusos y egipcios animaron un cotejo interesante en los primeros 45', porque no se escondieron. Eso sí, ese atractivo fue de la mano con debilidad defensiva. Ninguna de las zagas transmitió seguridad. La diferencia la marcó Rusia en el complemento, en el cual cada ataque fue una herida en la ilusión africana.

La fortuna estuvo con Rusia, porque el 1-0 llegó con un increíble autogol de Ahmed Fathi, quien pifió al tratar de rechazar un remate mordido de Zobnin. No le quedaba otra opción a Egipto que arriesgar más y entregarle el balón a Salah para que fuera el dueño de la creación. Pero no ocurrió. Para el segundo gol se juntaron dos de los mejores jugadores del encuentro. Desborda el interesante lateral derecho Mario Fernandes y asiste a Denis Cheryshev, quien vuelve a convertir en la Copa del Mundo. Para aumentar el sufrimiento egipcio, Artem Dzyuba hizo el tercero en los 62'.

Mediante un polémico penal de Salah, el elenco del argentino Héctor Cúper llegó al descuento. Una falta de Golovin sobre el propio delantero es sancionada afuera del área por el árbitro paraguayo Enrique Cáceres, pero el VAR le cambia la decisión: se cobra la pena máxima.

De esta manera, Egipto queda colgando de la Copa. Necesita que Arabia Saudita le gane a Uruguay, algo muy poco probable desde la vereda de la lógica, para no quedarse aritméticamente fuera ya. Si este miércoles la Celeste derrota a los pupilos de Juan Antonio Pizzi, rusos y uruguayos clasifican a octavos con una fecha de antelación. Lo que favorece al anfitrión, pensando en el primer lugar del grupo A, es la diferencia de gol (+7).