Rafael Nadal ya conoce a su rival en el partido definitorio por la Copa de los Mosqueteros. Será Casper Ruud, número ocho del mundo y especialista en el polvo de ladrillo. El noruego aseguro su presencia en la final al vencer a Marin Cilic por 3-6, 6-4, 6-2 y 6-2.
Así el jugador escandinavo corona su gran semana en París y el consistente trabajo que ha hecho en arcilla durante toda su carrera. Pocos jugadores dominan la superficie al nivel que ha mostrado Ruud, logrando incluso siete de sus ocho títulos ATP en tierra. Esto en parte se debe a que Casper desde 2018 trabaja en la Rafa Nadal Academy, la academia de quien será su próximo rival en la gran final de Roland Garros.
Ruud fue de menos a más en la Philippe Chatrier mostrando las vacilaciones propias de un novato en estas instancias. En el primer set estuvo muy alejado del nivel que lo llevó a ese partido y perdió el set por 6-3 ante un Cilic que allí encontró sus mejores golpes.
Pero con el ritmo de partido ya en el cuerpo, el noruego le pasó por encima al croata. Encontró la velocidad en sus golpes y la respuesta de sus pies para sobrepasar en cada peloteo a Cilic, quien impotente, poco a poco fue bajando su intensidad. El segundo set lo amarró con un trabajado 6-4, siendo ese el impulso necesario para terminar llevándose el encuentro en cuatro parciales.
En el tercer set esas diferencias ya eran notorias y Ruud se puso 4-1 de forma rápida. Ahí fue cuando se produjo la curiosa situación de la protesta sobre la pista. Pese a ese momento de desconcierto, el escandinavo no perdió el norte y cerró el parcial sin problemas. Crecido, en el cuarto quebró de entrada y venció con comodidad a Cilic, quien de todas formas cierra un torneo soñado en París.
Ruud se enfrentará por primera vez a Nadal este domingo, en el partido más importante de su carrera. Jugará su primera final de Grand Slam, en el torneo de arcilla más importante del mundo, ante uno de los mejores jugadores de la historia. Ruud irá por su primera copa, Rafa intentará levantar el 22. Situaciones distintas, pero un mismo objetivo: ser campeón en París.